8N, la rotunda potenciación del 13S
Por
Fernando Mauri
“Un
formidable aparato cultural se ha extendido sobre los argentinos generando en
ellos una idea distorsionada sobre su país”.
“Ayer ocurrió algo muy
importante...el congreso del Partido Comunista chino”
CFK, 9 de noviembre de
2012.
* Convocatoria
impresionante. Alta participación de la juventud. Sin agregado de franjas más
humildes, la clase media sigue prevaleciendo en las
movilizaciones,
* Complejiza al
Gobierno el no poder determinar un opositor unívoco ante la
multitud inasible manifestante.
* La pérdida
de la calle carcome al populismo K.
* Adiós a la
eternización de CFK.
*El
estruendoso silencio de la dirigencia del PJ.
* Una
sociedad movilizada, un arma de doble filo.
* El reclamo
institucional, de la mano de la insatisfacción económica.
* 13S y 8N:
el cambio de estrategia del oficialismo.
Continuando
el análisis que emprendiéramos hace casi 2 meses a cuenta del denominado 13S -
http://abordajes.blogspot.com/2012/09/a-1-semana-del-13s-la-protesta-de-los.html
- es imposible no comenzar la tarea de acometer la
interpretación del 8N no reparando en la enorme cantidad de manifestantes a lo
largo y ancho del país.
Más allá de lo difícil que resulta cuantificar fehacientemente los participantes
de las diversas protestas cristalizadas el pasado jueves, ya se tratase de medio
millón, un millón o aún más de un millón de personas, la convocatoria fue
impresionante, superior a cualquier registro de los últimos años en el país
(marcha a Plaza de Mayo de diciembre de 2001 contra De la Rüa - Cavallo, acto en
Palermo en apoyo al campo en el marco de la Resolución 125, marchas del
moyanismo, cierres de campañas políticas de los últimos años, etc etc). Bien lo
definió con nosotros en Radio Cultura el consultor político Carlos Germano: “El
8N fue una de las manifestaciones populares más importantes desde 1983”.
Asimismo, aún
si bien esta fue una movilización mucho más numerosa que la de septiembre
último, no sería erróneo afirmar que no logró atraer mayoritariamente a nuevos
sectores sociales, repitiéndose el predominio amplio de niveles medios y medios
altos urbanos.
Ahora, de
allí a plantear una preeminencia de
creencias entre los reclamantes tendiente a la centroderecha, no es más que
pretender una vez más instalar el relato ideologizado del oficialismo K.
Entretanto,
cabe subrayar la gran cantidad de jóvenes que se dieron cita entre las voces
protestantes, como contrapeso del tan mentado fenómeno de lo que creativamente
Jorge Asís denomina “La Agencia de colocaciones” La
Cámpora”.
* Algunos mínimos
contornos analíticos de la convocatoria del 13S se reiteran a la hora de abordar
el 8N:
+ Una gran complicación para la estrategia del
Gobierno reside en que la multitud que se manifestó es inasible, por tanto no
plausible de ser estigmatizada, no factible de ser presionada con la caja
fiscal, con la AFIP, etc etc No es
demonizable como si fuera un actor unívoco. Tras el 13S, se quiso apuntar contra
"la clase media", pero ese fallido anuló la continuidad de la jugada K. Ahora se
han esbozado líneas en el sentido de que los que protestan son aquellos a los
que les "va bastante bien"....pero sin hacer mayor pie comunicacional.
+ Para un
régimen populista, perder el control de la calle es afectar su línea de
flotación. No es un dato menor que en 50 días se hayan corporizado dos marchas
multitudinarias con reclamos al poder gubernamental en todo el país.
+ Mucho se ha hablado sobre la re reelección, esto
es, la posibilidad de forzar las instituciones a fin de habilitar una posible
perpetuación de CFK, poniendo fin a la “alternancia boba” (diputada Diana Conti,
dixit). Se trata de una jugada aún no explicitada públicamente con fuerza, pero
funcional tanto al oficialismo como a las fuerzas opositoras.
Creemos que tras el 8N -excepto una hecatombe
electoral hoy de cuasi imposible visualización- se ha puesto punto final a
aquella posibilidad, ya que los votos en el
Parlamento -particularmente en el Senado- que devienen de los sufragios
ciudadanos obturarán cualquier sendero en esa línea.
En este sentido, Scioli y aún los Massa o Capitanich
o Urtubey bien podría ser a la larga beneficiados por las protestas
ciudadanas.
El “atronador” silencio de gobernadores y
dirigentes del PJ es sintomático
+ El mensaje más fuerte de protesta naturalmente fue dirigido hacia
la primera mandataria y su gestión de gobierno. Pero la oposición también debe
volver a tomar nota de su imposibilidad de conducir a vastos sectores de la
sociedad. Macri y Binner aparecen junto quizás a
Cobos como los más aptos para recibir el voto del ciudadano hoy crítico K.
+ “El riesgo latente de una mayor polarización social
así como el de una profundización de la falta de representatividad política como
instancia de reclamo ciudadano son elementos en juego subyacentes poco virtuosos
de esta hora en la dinámica política argentina” dijimos en ocasión del 13S.
Lo ratificamos. Se comprende el reclamar callejero,
jugando en la calle, donde más le duele a un régimen populista como el K. Pero
creemos que tienen que existir ciertos límites para no entrar en una alocada
dinámica de apuesta permanente de movilizados en términos de una democracia
directa. Lo saludable sería que principalmente el Gobierno kirchnerista y aún la
oposición, tomaran nota. De ellos
depende que el entramado institucional no se horade aún más. Un horizonte
de movilización en estado permanente es un arma de doble filo para la República.
Esta “vitalidad participativa” no debería devenir en democracia sin
intermediación. Pero corresponde a la dirigencia política evitar este
efecto poco virtuoso.
Más aún, los sectores medios urbanos -y generalmente
con razón- son los primeros que suelen poner reparos a las movilizaciones que
impiden el libre tránsito por la ciudad de Bs. As. No es un dato menor reparar
en que esos sectores ahora han empezado a jugar de alguna manera a ese juego que
critican.
+ La ciudadanía expresó su disconformidad en materia
institucional (re-reelección, estilo de gobierno soberbio y prepotente,
corrupción, presiones a la justicia, etc) pero con la economía en declive como
trasfondo y terreno fértil para la protesta. Cabe aquí otra crítica usual pero
consistente a esos sectores medios que hoy se movilizan: cuando a indicios de la
gestión K se dio un shock de consumo -y esto no es de ahora, es desde siempre-
estuvieron “anestesiadas” y “de shoping” y despreocupadas por el devenir
institucional del país y del arrollador despliegue prepotente de los gobiernos
K. .
+ Las marchas deberían ser más bien calificadas como
“críticas” del Gobierno de CFK, más que como “opositoras”, si tenemos en cuenta
que -aún aceptando que hayan sido el colectivo menor- entre los reclamantes hubo
seguramente votantes del oficialismo hace más de un año para nutrir aquel
impresionante 54% hoy diluido. Los sectores medios fueron indispensables para
obtener ese notable 54% de octubre de 2011. Bien lo señaló el sociólogo Eduardo
Fidanza: “Hace un año, en el cenit de la popularidad y el poder electoral del
kirchnerismo, era impensable semejante movilización de
masas”..
+ Hubo cambios de estrategia desde el oficialismo
antes y después del 8N respecto del 13S. Antes, primó
el ninguneo posterior; ahora, la línea de razonamiento del relato oficial es que
protestó gente que pertenece al 46% no votante y con un relativo bien
pasar, como si la política no fuera
dinámica, y aún más en medio de esta crisis de representación que vive desde
hace largo rato nuestro país donde el ciudadano medio no se casa con nadie y
donde el voto cautivo va menguando. En ese marco, particularmente patético es
pretender instalar que el 8N no refleja cambios electorales...que todo sigue
casi igual al 54% vs 46% - www.infonews.com/2012/11/11/politica-46961-la-oposicion-no-capitaliza-la-protesta-en-las-urnas-cacerolazo-opositor.php
Por su parte, la presidente esta vez no se refugió en
silencio como ha acostumbrado el matrimonio presidencial K en el sur patagónico
ante las malas nuevas. Se mostró activa los días previos y contestó rápida e
implícitamente tras el jueves movilizador, reforzando la apuesta, no hacíéndose
cargo del histórico reclamo público. Es que en el kirchnerismo no hay más que
más de lo mismo, no hay cambios, hay saltos al vacío hacia
adelante…
La presidente debe concluir su mandato en diciembre
de 2015, pero debo escuchar, debe dejarse ayudar también y debe evitar
comprometer el devenir institucional.
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