miércoles, marzo 03, 2010

Horacio Schick, en Construcción Plural

Diálogo con Horacio Schick, titular del Estudio Schick y docente de posgrado de la Maestría en Derecho del Trabajo y Relac. Internacionales de la Universidad de Tres Febrero y de cursos de especialización de la Facultad de Derecho de la UBA.

“El gobierno perdió hace tiempo la batalla contra la inflación, han fracasado todas sus políticas en esta área. La inflación se disparó y se viene acelerando desde el año 2006. Ahora ya tiene un piso real del 25%. Frente a esa realidad se decidió en el año 2007, romper el “termómetro” interviniendo el Indec. La inflación real según mediciones de precios alternativas a las oficiales desde octubre de 2006 trepó al 80% mientras que para el INDEK asciende solo al 30%”.

“Esta situación también colocó al país en una especie de “default selectivo”, porque esta misma gestión en el año 2005, no anteriores, al renegociar la deuda con los acreedores en forma muy audaz y a pedido de éstos, suscribió una parte sustancial de la deuda en bonos fijados en pesos más CER, que es el costo de vida, a pesar de los riesgos inflacionarios, proveniente de un previsible proceso de crecimiento inevitable, luego del colapso económico del 2001/2002”.

“Al fracasar la medidas para contener la inflación se mienten las cifras para disminuir la deuda, pero el país retrocede en credibilidad, y lo que gana por un lado lo pierde en aumento de la tasas de interés, superiores a otros países, para obtener financiamiento internacional para refinanciar los vencimientos de capital y en fuga de capitales ocasionadas en las cambiantes medidas de un gobierno que no se entero de la Revolución Francesa, del fin de la monarquía y la forma republicana de gobernar con respeto a la división de poderes. Como los agujeros fiscales se agrandan se recurren a distintas medidas para tomar fondos de todos los organismos oficiales, del Banco Nación, de la Lotería nacional , de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, de la Anses, se aumentan las retenciones a los productos agropecuarios y ahora se toman las reservas del Banco Central. Esta forma de gobernar que genera imprevisibilidad, inhibe la inversión productiva y es generadora de inflación. No se invierte para producir más, sino que se aumentan los precios”.

“El país sigue teniendo una deuda externa e interna pública que ronda los 140.000 millones de dólares a pesar de que desde 2005 se viene pagando en concepto de intereses a razón de entre 5000 y 7000 millones de dólares anuales y se ha refinanciado alguna porción de cuotas de capital”.

“En un escenario inflacionario como el actual el más afectado es el trabajador. El Gobierno ha fracaso en su política antiinflacionaria, perjudicando a quien más dice defender”.

“Según el Indec, sobre 15 millones de personas ocupadas -autónomos o dependientes- el promedio de ingresos es de $1869 por mes, y el 70% gana menos de 2 mil pesos. Ni hablar de los no registrados que cobran un 33% menos”.

“Se pregona que los Convenios Colectivos de Trabajo han conseguido mejoras salariales, cuando en verdad lo que han hecho hasta la fecha es acompañar desde atrás a la inflación real y los aumentos conseguidos son rápidamente licuados por la inflación. Además sólo se debate cuestiones salariales quedando excluidas las condiciones de trabajo, tema muy importante en las relaciones laborales”.

“Los niveles salariales son muy bajos, y el costo de la canasta familiar se ha fijado en 3000 pesos para no caer en la pobreza, y ahora se ha puesto como tasa testigo el acuerdo con los docentes del 23, 4% por parte del gobierno nacional -que no tiene docentes a su cargo-. Los empleadores dicen que más del 10% se trasladaría a precios. Y (Hugo) Moyano habla de negociar sin topes ni pisos.
Las expectativas -si nos guiamos por años anteriores- no son muy halagüeñas porque -como se dijo- a los aumentos se los consume rápidamente la inflación“.

“Con inflación, en tanto, el subsidio por desempleo está en 400 pesos, desde hace 17 años, y el Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil no lo modifica a pesar de ser suya la obligación de modificarlo y ser superavitario el Fondo Nacional del empleo, conformado por el aporte empleador de 1,5% sobre toda la masa salarial”.

“Hay mucha retórica oficial, pero la realidad, “no la virtual”, sino la real y tangible, habla de ingresos promedio de $1869 por mes para 15 millones de personas ocupadas”.

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