BERNARDO POBLET en Construcción Plural

“La decisión del vicepresidente Julio Cobos ha transmitido a la sociedad una enorme tranquilidad pero también tenemos que saber - y creo que así lo estamos percibiendo- que se trata de una decisión inestable; porque esta sensación de alivio no es producto de un trabajo para conseguirla, es casi consecuencia de un accidente. Una lección que nos tiene que dejar como ciudadanos de a pie es que hemos sido sometidos -y lo vamos a seguir siendo- a una terrible presión de desinformación que nos confunde y que nos hace daño.” “El riesgo es el de caer en visiones absolutistas: los pesimistas y los optimistas no construyen porque ambos miran un aspecto parcial de la realidad; unos ven solamente lo desfavorable, los otros ven únicamente lo favorable, pero son pasivos, están esperando que salga todo mal o que salga todo bien. Yo creo en quienes tienen esperanza porque esos son los que de alguna manera tienen la confianza, no la certeza, de que con algunos elementos de la realidad es posible construir el futuro. Esa es la esperanza. Esa es mi posición.” “El tema de la desinformación es quizá una de las cosas más graves que tenemos en la Argentina porque desde pequeños no nos entrenan para defendernos contra eso. Tener información es fácil. Uno prende la radio, la televisión, etc. y a los 10 minutos estamos inundados de datos pero hay que saber que los factores de poder aquí y en todo el mundo -desde la política, el gobierno, los sectores financieros, la industria, los importadores, las corporaciones sindicales- los factores de poder siempre seleccionan los datos a favor y eliminan u ocultan los datos en contra. Difunden datos parciales sin marcos de referencia o comparación, comentan hechos mezclados y la pregunta que se hace el ciudadano común es dónde está la verdad parcial. La verdad es que no nos lo hacen fácil porque como muchos trabajan todo el día para lograr la desinformación nos confunden.” “Creemos saber -y estar informados- porque estamos ahogados por una montaña de datos, pero yo invitaría a que hiciéramos una lectura de los diarios de las últimas tres semanas y nos fijémos en las decisiones, en lo que se dice, en los hechos, y veremos que hay una incoherencia total y la mixtura nos hace leer mal la realidad. Lo preocupante es que los jóvenes están entrando en algo mucho más grave que la confusión que es la indiferencia, el escepticismo. La desinformación logra el mismo efecto que la falta de educación social. La falta de educación es ceguera y sordera. La ecuación es lo que nos permite ver y oír. Permite sacar esas piedras que hace que muchos estemos leyendo fragmentos de la realidad creyendo que es toda la realidad. Los valores son una responsabilidad personal. Pensar que va a cambiar esta situación, que los factores de poder se vuelvan buenos, solícitos y transparentes es una ingenuidad. La responsabilidad de valores es personal e intransferible. Sin desarrollo individual no va a ser posible una sociedad mejor. Empecemos a discutir esto”.