jueves, octubre 25, 2007

Clarín, amigable con el gobierno, en "el mes" que define 4 años

Clarín lleva 23 días sin editar tapas negativas para el Gobierno.

Con su tapa de ayer miércoles 22 de octubre, que llevó como título “La oposición hará un control conjunto de las elecciones”, el diario de la familia Noble culminó con 23 días sin publicar portadas principales negativos para el Gobierno de Néstor Kirchner en sus portadas.
Según un relevamiento del excelente site Diarios sobre Diarios, el matutino sólo publicó títulos centrales positivos o neutros desde el 1 de octubre hasta ayer, es decir, casi todo el mes previo a las elecciones presidenciales.
La última tapa con título principal negativo la publicó el 30 de septiembre, cuando imprimió “Sin avances por la papelera y hoy cortan la ruta del Mercosur”.
Por su parte, el diario La Nación mantuvo a lo largo del año un promedio de entre 3 y 4 tapas negativas para el Gobierno por semana. En los últimos 15 días, sin embargo, redujo esa negatividad y sólo publicó un título principal desfavorable al Gobierno por semana.
Así, en el mes de los comicios, el matutino de la familia Mitre editó cinco tapas negativas.
Entre tantro, el complaciente K Página/12 publicó su última tapa negativa el pasado 8 de septiembre. A partir de allí, todas fueron positivas o neutras.
Mientras que Ambito Financiero es el diario que mantuvo la negatividad informativa a lo largo de octubre. Desde el lunes 1° hasta ayer, el matutino que fundara el fallecido Julio Ramos editó 14 portadas desfavorables, y sólo una tapa con título principal positivo.
Fuente: diariosobrediarios.com.ar

En Casa de Gobierno, Carrió...

Los periodistas acreditados en la Casa Rosada sufragaron por anticipado. Sobre 53 colegas "empadronados", votaron 42:

Elisa Carrió: 19
Roberto Lavagna: 9
Alberto Rodríguez Saá: 5
Pino Solanas: 5
Cristina Fernández de Kirchner: 4

¿Acaso el voto de ellos tendrán que ver con el trato que reciben del gobierno kirchnerista a diario?

miércoles, octubre 24, 2007

El historiador Israel Lotersztain, en Construcción Plural:

"En un país tan presidencialista como la Argentina, pude diagnosticar con asombro la profunda apatía electoral de la población. Más que apatía diría que hay una resistencia absoluta a hablar del tema. En más de una ocasión, una charla con un taxista es lo suficientemente representativa como para evaluar el grado de compromiso de la sociedad en relación a diversos temas. El taxista me comentaba que cuando trataba de sacarles conversación a los pasajeros en relación al 28 de octubre, refería que la gente se ponía nerviosa y buscaba hablar de otro tema. En un país donde es tan decisiva una elección presidencial, donde el presidente a través de decretos de necesidad y urgencia y de redistribución de presupuesto prácticamente ha hecho del Parlamento una figura decorativa, este desinterés es por lo pronto sugestivo. Vamos a elegir a la persona que prácticamente va a determinar nuestros destinos en muchísimas cosas durante los próximos cuatro años y nadie habla del tema y esto para quien mira las cosas desde el punto de vista histórico llama poderosamente la atención"

"Desde que en Argentina empieza a regir el sistema democrático con la Ley Sáenz Peña, con la primera elección de Hipólito Yrigoyen, de ahí en adelante todas, absolutamente todas las elecciones fueron vividas por toda la población con mucha adhesión. Formaba parte de los diálogos cotidianos. En los diarios es posible advertir cómo esto se reflejaba; la elección de Yrigoyen de 1928, el país discutía ese tema. Todos los medios de comunicación, página tras página no hablaban de otra cosa. Por eso es notable ver en este momento la apatía casi total. Se ha llegado a una situación sin duda alguna inédita en nuestra historia".

"En Argentina ha desaparecido un partido que desde su creación -en el oficialismo o en la oposición- fue vital para la vida política argentina: la UCR que prácticamente ha desaparecido, ha perdido chances de gobernar. Hasta en Córdoba, en la provincia donde Amadeo Sabatini le ganaba a Juan D. Perón las elecciones en Córdoba y hoy sale tercero lejos. Ni que hablar en Capital Federal, los recursos que tuvo que hacer el peronismo para tratar de ganar las elecciones en la primera presidencia de Perón. Perdió en las elecciones con Fernando De la Rua como senador en plena época de gloria del peronismo. El segundo elemento a considerar es el estallido en el aire del justicialismo. Hoy en día diría que el justicialismo no existe. Uno se pregunta qué es lo que está votando a la hora de votar al Frente para la Victoria que prácticamente hace actos sin nombrar a Evita, dónde no se escucha la marcha peronista, no se escucha nada del folclore tradicional. Lo que está ganando ahora no se entiende muy bien qué es porque va acompañado de algunos caciques peronistas, los intendentes del conurbano que van a ser absolutamente decisivos en esta elección pero prácticamente ocultando el hecho de que son peronistas. Ha desaparecido además desde el punto de vista histórico los dos grandes alineamientos que a partir de 1945 signaron la vida argentina: la oposición entre peronistas y radicales. Hoy en día, creo que la Argentina debe volver a armar lo que es muy sano para la vida democrática que es un sistema bipartidista. Eso va a tener que armarse de alguna manera. Pero en esta elección hay una sola propuesta de hecho y después todo un mundo desperdigado y hay una especie de sensación generalizada que la cosa ya está definida y todavía el recuerdo de la crisis espantosa del 2001 sigue pesando. La suma de estos dos elementos es absolutamente decisiva. A nadie le interesa lo que va a pasar".

"Históricamente, cuando no aparecía una alternativa opositora, cuando por algún motivo la oposición desaparecía, estallaba el propio oficialismo en varios pedazos. Es el caso del PAN (Partido Autonomista Nacional) y el radicalismo. El PAN empieza a gobernar a partir de (Domingo F.) Sarmiento y dura hasta Roque Sáenz Peña en 1916, al no tener oposición, estalla en enormes peleas lo que lo hace perder la elección frente a Irigoyen por estar efectivamente divididos entre quienes apoyaban a Lisandro de la Torre y entre quienes apoyaban al caudillo de la provincia de Buenos Aires Marcelino Ugarte. A partir de que el radicalismo empieza a tomar una fuerza hegemónica y los conservadores empiezan a desaparecer, empieza a dividirse el radicalismo y salta en mil pedazos. Antipersonalistas, personalistas y esa debilidad de la UCR es lo que lleva al infausto golpe de 1930 que nos costó hasta 1983 volver a la normalidad. Ahora que el radicalismo desaparece queda el justicialismo como única fuerza estallando también en mil pedazos y lo único que lo aglutina es la impresionante caja que tiene el gobierno con la que puede comprar una gran cantidad de voluntades. Esto es muy poco sano para la vida institucional".

sábado, octubre 06, 2007

M. Novaro en Construcción Plural:

MARCOS NOVARO es sociólogo, filósofo y profesor de Teoría Política Contemporánea en la UBA e investigador del CONICET.

"El problema del debilitamiento de los partidos - que es en parte una consecuencia heredada del 2001 y de un largo proceso de deterioro, pero también ha sido ex profeso profundizada por el gobierno que encontró en esa debilidad una forma de concentrar el poder- es un problema muy serio. Cuando las campañas dejan de tener interés porque no se decide nada en ellas, la competencia electoral deja de ser significativa, los ciudadanos no le prestan atención ni participan de ella poniendo el juego democrático en riesgo. Uno de los problemas que podemos llegar a enfrentar es que el actual gobierno gane por una amplísima diferencia, saque de eso conclusiones muy erradas, crea que tiene un aval para hacer cualquier cosa o un cheque en blanco e ignore el problema de legitimidad que se está generando en parte al que contribuye su propio éxito, que es que el juego electoral no tiene significado en una situación donde no hay competencia real, con el peligro de perpetuarse en el tiempo pero vaciándose de contenido. Cuando pasa eso los regímenes políticos tienen dificultades para seguir funcionando. Habrá que ver cómo reacciona el gobierno, si sus líderes son lo suficientemente perspicaces para advertir los riesgos que están corriendo o creen que porque tienen todas las cartas en la mano pueden seguir ganando y sacando provecho de la situación en el futuro en forma ilimitada. Por ahora muchos reflejos reflexivos no se les ve".

"Cristina sigue la pauta de Néstor Kirchner, no habla con la prensa, no habla con la oposición, no le interesa reforzar ese juego competitivo, todo lo contrario. Se estimula esta idea de la gran coalición de todos los ganadores, los que están afuera son los que están condenados a perder y por ese camino tal vez se construya un poder que tiene pies de barro. Cuando haya mal humor social ese mal humor puede expresarse en formas anti institucionales. Todos aquellos que protesten frente a un poder que está reuniendo a todos los que tienen capacidad de decisión, la única forma de expresarse es por vías anti institucionales, pataleando como hacen los de Gualeguaychú y eso no es muy fácil de controlar porque cuando se polarizan los sistemas de esta manera, lo que termina sucediendo es que la sociedad no se reconoce en aquellos a los que ella misma le ha otorgado el poder. De una elección por amplio margen Cristina Fernández de Kirchner podemos pasar muy rápidamente a una situación de crisis de representación. Es preocupante que el gobierno crea que le puede ir demasiado bien y que no reconozca sus propias limitaciones. Además conociendo a los personajes, ellos son propensos a esta idea un poco omnipotente. Es razonable esperar una postura más prudente".

"La posibilidad de un poder bifronte, de un poder compartido entre Néstor Kirchner y Cristina Kirchner es una situación que puede llegar a ser bastante inédita porque en verdad nunca ha habido un presidente que no sea al mismo tiempo jefe de su coalición. Tal vez no expresamente pero si ímplícitamente se está planteando dentro del matrimonio y dentro del vértice del poder una suerte de división de roles. Cristina de Kirchner dice que va a ocuparse de la gestión, de cambios en la administración de las políticas públicas, en tanto Néstor Kirchner anuncia que va a encargarse del proyecto de largo plazo de construcción partidaria y eso lo colocaría como jefe de la coalición política, de sostén del gobierno. Sería algo inédito, no inviable necesariamente, pero sí inédito y habría que ver si funciona efectivamente o termina generando una doble imposibilidad: Cristina sin autoridad para imponerse como jefa de gobierno y Néstor pretendiendo imponer cambios que también se frustren por falta de autoridad. Veo muy difícil que el gobierno tenga el margen de acción como para lograr verdaderamente un juego demasiado innovador en estos términos. Tal vez lo que logra es salir del paso de una serie de dificultades que ellos mismos han creado en términos económicos y de política exterior entre otras cosas. El próximo va a ser un gobierno que posiblemente tenga un espacio acotado para innovar. Va a tener que empezar básicamente resolviendo problemas".

"En la cúspide de la agenda de temas a resolver por el gobierno entrante está la inflación y otros temas de carácter económico bastante difíciles como la necesidad de promover y acelerar inversiones en áreas estratégicas que están muy retrasadas y que van a ser cada vez más cuello de botella para el crecimiento: energía, servicios públicos en general. Y un problema que se viene arrastrando y pateando para adelante: cerrar el dafault. Argentina sigue en default con los hold outs, con el Club de París, y desde afuera ya nos están diciendo que esta situación no se tolera más. Contra lo que dice Néstor Kirchner, ha sido una bendición tener a (George) Bush enfrente porque ha sido muy tolerante y al mismo tiempo se le ha podido pegar sin costos; y esto ya no va a ser así para el próximo gobierno. Va a tener que hacer sus deberes en términos financieros y eso se relaciona también con los conflictos que tiene en materia de política exterior abiertos, con muchos frentes: con Uruguay por las papeleras, con Chile por el gas, qué se va a hacer con Venezuela. Todas estas cuestiones son "costosas" en términos externos y también de política doméstica porque optar por un término u otro le hace perder parte de los apoyos que en la ambigüedad han logrado sumar. El gran beneficio de los Kirchner hasta ahora ha sido que no han tenido contrincantes de peso y eso se va a expresar en las elecciones. La ambigüedad se puede mantener y prolongar en el tiempo si no hay quien la impugne."

"En el caso de Uruguay el gobierno nacional contribuyó mucho a extremar las posiciones del reclamo de la gente de Gualeguaychú. Un reclamo que podría ser de alguna manera negociable convertirlo en una situación de a ganar o morir. En un terreno en el cual era evidente que era casi imposible ganar. Ahora hay que pagar simplemente los costos de una puesta adrede del gobierno porque encaró durante todos estos años su política exterior básicamente con fines domésticos, para ganar popularidad interna. No le importó pagar costos externos porque le parecían menores en relación a lo que crea estar ganando internamente. Esas ganancias son pan para hoy y hambre para mañana". "Creo que hay problemas de transparencia electoral. Eso sin duda existe, no es solamente fantasía de los que pierden por poco. Hay elecciones reñidas pero además en esas elecciones reñidas hay motivos serios para pensar que quien gane o quien pierda no se resuelve realmente en las urnas sino a través de mecanismos oscuros, contrarios a la voluntad popular. Más allá de esto, el problema principal que se plantea a nivel nacional no es ese sino el de la falta de competencia; hasta ahora en las elecciones nacionales ha habido, históricamente, desde el inicio de la transición democrática en el ’83 elecciones muy competitivas. Realmente en las campañas se decidía quién ganaba; entonces los partidos tienen un incentivo para participar del juego. Pueden actuar en la campaña electoral para pesar, coaligarse de una manera u otra incide en los resultados y en cómo se distribuye el poder político. El juego electoral donde los ciudadanos deciden es importante para la distribución del poder político. Ese dato se puede extraviar cuando quien gane o quien pierda está prácticamente preestablecido, no hay más que una fuerza política que es competitiva a nivel nacional y por lo tanto no compite con nadie y por tanto el poder político se empieza a decidir en otros ámbitos. El voto del ciudadano pesa poco y los partidos que están condenados a perder tienen pocos incentivos para coaligarse y también para participar del juego. O me sumo al ganador o no existo. Eso es lo que ha estado pasando a nivel nacional por eso la existencia de los radicales K, de socialistas K que ven que si quieren pesar a nivel nacional tienen que sumarse porque no hay otra".

E. Fidanza en Construcción Plural:

"Lo que nosotros estamos viendo y creo que se confirma también en otras encuestas es que Cristina Fernández de Kirchner está muy cerca de ganar en primera vuelta obteniendo más del 40 % de la intención de voto. Las razones de ello no tienen que ver estrictamente con errores de la oposición, que los hay y significativos. Creo que se mantiene esta tendencia en vigencia por una razón fundamental que es la mejora económica que se ha producido en estos años. La gente sigue comparando su situación actual con la de hace 4 ó 5 años y si bien la inflación genera frustración y una predisposición que no es buena, el balance respecto de la gestión oficial sigue siendo positivo. Ahora, en segundo término y en ese contexto, efectivamente la gente no advierte la presencia de una oposición sólida. La oposición ya está teniendo dificultades para seguirle el ritmo a lo que va a ser la campaña oficial, de manera que evidentemente va a ver sectores en las grandes ciudades, sectores más informados y con mayor nivel educativo que van a buscar una opción que seguramente va a estar entre Carrio y Lavagna que son los que se disputan el segundo lugar. También puede ser que a pesar del desgaste Ricardo López Murphy obtenga algo de ese voto. Hay que atender a la campaña de Alberto Rodríguez Saa y Jorge Sobisch que ya han hecho publicidad en los medios. Habrá que ver hasta qué punto estas presentaciones mediáticas les están dando intención de voto, que es muy baja por ahora".

"Si Alberto Rodríguez Saa creciera, sería a costa de votos que le saca a Cristina Fernández de Kirchner porque esta reivindicando lo que se puede denominar un peronismo clásico frente a lo que es la interpretación particular que ha hecho en este caso Néstor Kirchner así como en su momento la hizo Carlos Menem".

"El grueso del voto a Cristina Kirchner va a provenir de sectores medios bajos y bajos de la población. Lo que están evaluando a la hora de votar son cosas muy concretas. Por ejemplo, la gente mayor que ha recibido jubilaciones y aumentos, la gente que ha conseguido trabajo y antes no tenía: no son grandes exigencias lo que la población le dirige al kirchnerismo, se basa en la mejora económica. Lo que se advierte es que a falta de competencia electoral el oficialismo tiene un cierto margen para moverse".

"La intención de voto de Cristina Kirchner era más baja hace dos o tres meses que ahora. Nosotros en Poliarquía llegamos a tener una intención de voto en la encuesta mensual de 34% y ahora esta en 38-39%. Ha tenido una cierta recuperación y así también el clima financiero más tenso que hubo a partir de la crisis de hipotecas en EE. UU. parece que estuviera un poco en reversión. Siempre la incógnita es saber cómo va a pegar la inflación. Pero cuando la gente no advierte oposición es como si sintiera que firma un contrato. Ese contrato ahora hay que renovarlo. El gobierno ha sufrido, sin embargo, desgastes en sus indicadores. La imagen del presidente ha bajado, la imagen del gobierno ha bajado, pero no alcanzan estas cosas para cambiar una tendencia que creo que es muy neta"

"La oposición lo que está haciendo es una especie de primaria, de interna a ver quien queda en segundo lugar, porque no ha logrado articular nada. Los sectores medios, la gente de clase media alta, la gente que no va a votar al kirchnerismo, está como en una especie de orfandad política. No hay una convicción, no se siente que haya en los dirigentes de la oposición una representatividad respecto de esos sectores. Lo que hemos visto en esta campaña es precisamente la imposibilidad de convergencias mínimas".

“No espero cosas buenas de este poder bifronte que puede instalarse a partir del 10 de diciembre. Si algo se le puede reconocer a Néstor Kirchner en estos años es haberle dado relieve, haber contribuido a la recuperación del perfil de la presidencia de la Nación en una cultura política que aprecia los presidentes fuertes. Esta nitidez que alcanzó el rol del presidente ahora podría estropearse desde una doble conducción. Vamos a tener un poder bifronte que va a hacer correr ríos de tinta, va a generar todo tipo de comentarios desde privados a públicos pero, efectivamente, considero que hay una superposición de público y privado que no me parece conveniente y roguemos que los dos miembros del matrimonio que van a compartir el poder estén de acuerdo, porque si además se desatara una interna intra matrimonial esto acarrearía muchas dificultades al país”.

“Las agrupaciones políticas como las de Mauricio Macri o Elisa Carrió o Ricardo López Murphy son muy personalistas. La gente lo votó a Macri, y la trasferencia del voto es muy difícil de hacer. El propio Macri está frente a sus desafíos y sus responsabilidades. El sabe que su futuro político depende de hacer un buen gobierno en la ciudad lo que le implica tener una actitud realista respecto del gobierno nacional. Por ello, Macri no quiere y creo que no debe involucrarse en esta campaña. La gente, que no es analista política, está solamente esperando resultados, una mejora en la administración de la Ciudad de Buenos Aires. Si Macri hace una buena gestión y mantiene índices de reconocimiento y popularidad esa es su mejo inversión a futuro. Para ello tiene que sortear una dificultad considerable que es hacer un buen gobierno en la ciudad y no tanto por la capacidad de él sino por la dificultad que implica gobernar Buenos Aires y además en un contexto adverso desde el punto de vista del gobierno nacional. Por eso no creo que le convenga tener un discurso muy crítico. El problema que si va a tener Macri es el del ABL que es un tema insoslayable al analizar las cuestiones fiscales de la propiedad. Si la gente verifica aumentos muy grandes lo va a responsabilizar a Macri.”“Hay una enorme disparidad de las ofertas que va a afectar la forma en que se va a votar. Están estos fenómenos distorsionantes de las colectoras. Este panorama dificulta el que la gente entienda lo que va a votar y dificulta el registro que hacen las encuestas. A medida que aumenta el desinterés, la anomia, el sistema electoral tiene todas estas características y retorcimientos y también se afecta la forma de obtener la intención de voto. Y si bien aconsejo ser prudente con los pronósticos preelctorales, hay que tomarlos en cuenta. Faltan 45 días pero es difícil pensar que esto se pueda revertir”.

“Cuando un analista de opinión acepta que la encuesta se convierta en una herramienta de publicidad o marketing de una campaña se entra en un juego de tensiones muy importante porque si el político, o el que contrata una encuesta está contratando para usarla como marketing, lo que está esperando a priori es un resultado determinado. En general puede no dar ese resultado pero se entra en una zona de tensiones que distorsiona la realidad. No hay que aceptar ese juego de manipulaciones. La encuesta es y debe ser una herramienta de diagnóstico y no de publicidad electoral. Por otro lado, ya en el plano técnico, hay algunas dificultades que las encuestas no están mostrando. Por ejemplo en el caso de Córdoba, el voto a Luis Juez no estaba. La Universidad Nacional de Córdoba que tiene una encuesta sumamente prestigiosa que es canónica no tenía en voto a Juez. Lo mismo sucedió en Catamarca con el voto a Luis Barrionuevo que no aparecía. Podríamos estar frente al fenómeno denominado "espiral del silencio”, en donde en determinados contextos, y para temas que no son votos pero que implican pronunciarse sobre cuestiones muy polémicas, si el encuestado advierte que su opinión es contraria a la opinión predominante tiende a no decirla. Estas cuestiones técnicas descolocan mucho y requieren reforzar los sistemas de supervisión, eligiendo los equipos de encuestadores más solventes”.