jueves, marzo 30, 2006

Golpe y CLARINetes

Luis Garasino, el cronista de Clarín que se movía como pez en el agua entre las Fuerzas Armadas gracias a que tenía un hermano en el ejército, había adelantado que la fecha exacta para sacar a Isabelita de la Rosada era el 23 de marzo. El martes 23 de marzo Garasino llamó temprano a Cytrynblum y éste a la viuda para transmitir un seco mensaje: -El golpe es hoy. Está confirmado.
Durante todo el día los periodistas de política prepararon la edición del miércoles 24 de marzo con artículos que hablaban de la "culminación de un proceso" y redactaban, después de consultar en el archivo, los antecedentes de los militares que se apoderarían de la Rosada. Lo mismo ocurría en la mayor parte de las redacciones del país. Mientras tanto, en actuaciones dignas de un Martin Fierro, Lorenzo Miguel y algunos dirigentes peronistas anunciaban a la prensa, después de entrevistarse con la presidenta, que se iban tranquilos a sus casas y que el golpe era una fantasía.
- Oíme Garasino, estoy cerrando el diario con todo un material que anuncia el fin de Isabel y hay tipos que salen de la Casa de Gobierno diciendo que no pasa nada. ¿Qué mierda hago?
- Marquitos, quedate tranquilo. Hago una llamadita y te pego otro telefonazo.
Diez minutos después, Garasino hablaba con su alta fuente del ejército y recibía casi una orden: "Es hoy le dije, después de la medianoche". Llamó a Cytrynblum y lo dejó tranquilo: "Solo falta precisar la hora". Fue entonces cuando se produjo en Clarín la misma queja que se repetía esa noche, con mucho humor negro, en todos los matutinos: "Qué milicos hijos de puta, mirá a la hora que van a dar el golpe, justo para enterrarnos a todos nosotros. Solo piensan en La Razón que es vespertina y es de ellos".

Texto extraído de La Noble Ernestina de Pablo Llonto. Un poco, tal vez, para reflexionar sobre la complicidad de los medios de comunicación con el Proceso, como bien dice Lelaina del blog http://eternosusurro.blogspot.com/

lunes, marzo 27, 2006

Todos unidos abrazados

Observación del colega Mariano Obarrrio, en el diario La Nación:

Miércoles al mediodía en el restaurante La Raya. Domingo Cavallo almorzaba con dos jóvenes. A una mesa contigua se sumó Julio De Vido, ministro de Planificación Federal, con otras dos personas. Cuando terminó de comer, el ministro kirchnerista se levantó y se dirigió a la mesa del ex ministro de Economía.

Varios testigos de otras mesas se sorprendieron por el efusivo abrazo. Las recíprocas palmadas en la espalda se oyeron desde lejos. Un abrazo curioso, sin duda, para un funcionario de un gobierno que suele demonizar el modelo económico de los años 90.

domingo, marzo 26, 2006

La economía de terror


Columna completa del reconocido economista Jorge Gaggero hoy domingo en el suplemento Cash del matutino Página 12 a propósito de la última dictadura y la economía y los empresarios:

Se sabe que memoria e historia a veces no se llevan bien, aunque ésta siempre necesita de aquélla. La memoria es emotiva y la historia, en cambio, suele ser “una operación puramente intelectual, laica, que exige un análisis y un discurso críticos” (Pierre Nora). Esas dos cosas se intentarán en estas líneas, a propósito de la “economía de terror” que los argentinos supieron instalar entre 1975 y la caída de la convertibilidad.

¿Por qué el ‘75 como origen? Por dos razones. El ensayo general y la descomposición político-social que aportó el Rodrigazo (junio/julio) desbrozaron, primero, el camino hacia marzo del ‘76. Los comparsas/mandantes de Celestino Rodrigo comenzaron entonces a aplicar su guión para el éxito personal y el fracaso social: el empresario Nicolás Catena (bodeguero cofundador del Cema en 1977); el lobbysta Ricardo Zinn (privatizador de YPF, ENTel y Somisa en los ‘90); y el economista Pedro Pou (ministro del “Proceso” y banquero central de Menem/Cavallo).

La segunda razón es más conocida: el plan económico del “Proceso” fue diseñado bajo la conducción de José Alfredo Martínez de Hoz entre marzo y septiembre de ese mismo año, mientras transcurría su propio “ensayo general”. Este plan maestro para el siguiente cuarto de siglo respondió a la inspiración de un conjunto de empresarios que bajo la sigla CEA (Consejo Empresario Argentino), “cortaría el bacalao” desde entonces en Argentina. Muy recientemente, con un mero cambio de letra el CEA fue reemplazado sin mayor bambolla por la AEA (Asociación de Empresarios Argentinos) y José Alfredo jubilado como eterno “presidente honorario” del viejo Consejo.

Los altos mandos militares golpistas aprobaron “formalmente”, en septiembre del ‘75, un plan económico que no elaboraron ni podían rechazar. Lo impusieron en una secuencia de hechos en la cual la ya exangüe violencia guerrillera –“autoderrotada” en el terreno político– fue utilizada para intentar legitimar el rediseño político, económico y social de nuestra sociedad mediante la administración del terror de Estado.

Al terror político-social le sucedió el económico, del cual aún no nos hemos desprendido. Un miedo cerval que fue cultivado con el auxilio de las nuevas usinas de ideas: Fundación Meditarránea y Cema, aparecidas precisamente en 1977 cuando nadie con pensamiento propio podía hablar fuerte en el país sin riesgo de desaparecer. Nacieron para auxiliar a la entonces solitaria Fiel, precursora desde principios de los ‘60 en la lucha “contra el comunismo y los zurdos de la Alianza para el Progreso (conducidos nada menos que por John F. Kennedy)”. Así quedó conformada la Santísima Trinidad de “nuestro” pensamiento económico. ¿Y los verdaderos mandantes en las acciones decisivas de siempre? Tras bambalinas, eternamente impunes.

Las Fuerzas Armadas vienen diciendo lo suyo acerca de nuestra tragedia; la Iglesia Católica intenta un parcial balbuceo; cada vez son más los “setentistas” (guerrilleros incluidos) que dicen lo propio; también algunos partidos, y muchas organizaciones sociales, culturales y de todo tipo. Estas últimas muestran un renovado vigor en nuestra sociedad civil, que permite alentar cierto optimismo. Resulta obvia, a esta altura, la pregunta final: ¿cuándo van a dar la cara –y contarán lo suyo– los empresarios del terror?

miércoles, marzo 22, 2006

Un país en serio

El ejemplo de Chile para nosotros los argentinos es tan claro como repetido. Pero bueno, uan vez más vayamos y veamos: cumpliendo su promesa de campaña, apenas asumida, la presidente del país trasandino Michele Bachelet, encaró un perfeccionamiento del sistema previsional -que cabe aclarar, fue modelo para el régimen argentino de AFJP y también para países de Europa del Este-.

Ahora, en función de su cometido, acaba de integrar un consejo asesor ad honórem a tal fin, conformado por profesionales reconocidos de los sectores de la previsión social y del seguro (11 ingenieros, 2 abogados y 2 sociólogos; del oficialismo y de la oposición, así como provenientes de diversos centros de estudios).

La preparación y profesionalismo de estos expertos es incuestionable, y desde aquí, uno no tiene más que envidiar sanamente como Chile encara la modificación de decisiones de otras gestiones, basado en una amplia búsqueda de consensos, más allá de que la decisón política final desde ya le corresponde a la gestión Bachelet.

¿Ustedes creen que ante una instancia así en Argentina se conformaría una comisión integrada por los mejores?

martes, marzo 14, 2006

Periodismo y polítca, aquí y afuera

Según informa el sitio Diarios sobre diarios, la revista mexicana “Etcétera” publicó un artículo del periodista Javier Darío Restrepo, Maestro de Ética periodística de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano que dirige Gabriel García Márquez. En esa nota, Restrepo describió algunas características bajo las que se desarrolla la prensa en Colombia, su país:

a) La pauta publicitaria se otorga a los medios que aceptan, como contraprestación, informar de modo favorable al gobierno. b) El periodista, mal pagado, defiende su ingreso cobrando por la información que publica: sea con un pago en efectivo o, lo más común, con pauta publicitaria. c) Las empresas alegan una crónica debilidad de su caja y tienen en cuenta la abundante oferta de profesionales graduados en las universidades, para imponer sus condiciones que pueden ser: un sueldo básico insignificante, complementado con cupos publicitarios que el periodista debe vender para obtener un porcentaje. Así deberá cumplir dos trabajos: el de periodista y el de vendedor de publicidad. O ningún sueldo básico y, en cambio, cupos publicitarios”.

También señaló que de esa situación resultan “Periodistas que negocian con las fuentes el pago por publicar o por no publicar. Esta práctica se apoya en otra, de corte perverso, emprender una campaña informativa de ataques a un funcionario, o un político, o una empresa, para obligarlos a reaccionar con un ofrecimiento de dinero”.

¿Acaso no hay demasiadas coincidencias con el medio argentino?

martes, marzo 07, 2006

Elección y reelección

El presidente de Paraguay, Nicanor Frutos, impulsa una reforma de la Constitución que le permita acceder a un segundo mandato, hoy vedado por el texto constitucional.
En Colombia, el primer mandatario, Alvaro Uribe, procede de la misma forma, imponiendo la reelección, ausente durante casi toda la vida republicana de su nación.
Digo, ¿desde qué lugar -al menos si analizamos los movimientos en Latinoamérica, quizás Europa sea otro cantar, aunque allí sin reformas constitucionales y bajo gobienros parlamentarios, Felipe González en España, Helmut Kohl en Alemania y varios más gobernaron varios años- se puede pretender que Néstor Kirchner no aspire a su reelección?
Desde ninguno...la gente con su voto decidirá si cabe...lo que parece un comentario cuasi oficilista, no lo es...es un dato de la realidad.

lunes, marzo 06, 2006

Frases...

"Para oponerse a la izquierda actual hay que hablar de algo más que de fútbol, como lo hace nuestro candidato de Pro".

Del presidente de la Ucedé, Jorge Pereyra de Olazábal, en clara alusión al diputado nacional Mauricio Macri, líder de dicha alianza política de centro derecha que integra al menos hasta hoy el partido fundado por Alvaro Alsogaray.

"La relación de la Bolsa con el presidente Néstor Kirchner es excelente, (el gobierno) en materia económica es ortodoxo. Nunca viví cuarenta y pico de meses con superávit [fiscal], balanza comercial favorable y crecimiento económico sostenido".

De
l presidente de la Bolsa de Comercio de Bs. As., Adelmo Gabbi.

domingo, marzo 05, 2006

EL TABLERO POLITICO Dgo. 05-03-06

- Síntesis de los panoramas políticos de los principales matutinos de la ciudad de Buenos Aires publicados este domingo:
- Ejes temáticos:
Una vez más, el conflicto bilateral con Uruguay copa los análisis de este domingo, en los que no se perciben mayores argumentaciones o datos novedosos.
- Un concepto:
Van der Kooy, en Clarín: "El Presidente no pareció satisfecho con la rotunda aprobación que consiguió en el Congreso de la reforma de la Magistratura. Cuando inauguró la semana pasada las sesiones ordinarias arremetió de nuevo contra la oposición. Recordó con razón que fue incapaz de ofrecer un proyecto alternativo al oficial. ¿Hacía falta esa saña? Kirchner se enoja cuando lo tildan de impiadoso con los vencidos. Retruca con la cantidad de peronistas que cobijó después de haberlos doblegado. El último lote correspondió al duhaldismo. Pero el problema no es con aquellos que se rinden sino con quienes se empeñan en continuar el combate".
Morales Solá, en La Nación: "La vocación para un acuerdo existe, aunque no parezca, y sus trazos fundamentales ya están demasiado parloteados por argentinos y uruguayos".

Moreno, en Página 12: "El regreso a las conversaciones permitiría dos instancias auspiciosas: que Kirchner y su par, Tabaré Vázquez, se encuentren este mes para abordar el asunto (reunión que podría ser o no en Santiago de Chile), y que en 15 o 20 días más las factorías europeas aportasen a ambas administraciones estudios ambientales de elaboración propia sobre las consecuencias de sus faenas".
- Un dato:
Van der Kooy, en Clarín: "Kirchner continuó la tarea de recomposición en el peronismo. Convocó al gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, con quien no tiene pocas diferencias. Cristina Fernández tuvo gestos de reconciliación con Daniel Scioli después de aquella filípica ingrata que le había propinado a fin del año pasado. El vicepresidente ha calzado mejor en el vértice del poder. Pero con la oposición no habría ni justicia".
Morales Solá, en La Nación: "Las papeleras podrían paralizar las obras, porque los gobiernos de los países de las que provienen (España y Finlandia) están interesados en una solución. Pero se trataría de un recurso extremo, que las empresas sólo usarían si tuvieran la certeza previa de que existe una vocación de acuerdo entre los dos países".
Moreno, en Página 12: “En Entre Ríos se van a pagar costos políticos. Busti los va a pagar. No está mal: él fue, vino, cambió de posición. No está mal que los pague”, dijo a Página/12 un importante consejero del Presidente".

- Eduardo van der Kooy, "Clarín" - "Kirchner, los palos y las treguas":
(las negritas corresponden a destacados del matutino)
¿Qué realidad destapa cada conflicto político que sucede en la Argentina? Casi siempre la misma. Pareciera abrirse un abismo entre el poder que consolida cada día Néstor Kirchner y la esterilidad que caracteriza a la oposición en sus insinuaciones. El Gobierno asoma como actor único en el enorme escenario cotidiano.

El Presidente no pareció satisfecho con la rotunda aprobación que consiguió en el Congreso de la reforma de la Magistratura. Cuando inauguró la semana pasada las sesiones ordinarias arremetió de nuevo contra la oposición. Recordó con razón que fue incapaz de ofrecer un proyecto alternativo al oficial. ¿Hacía falta esa saña? Kirchner se enoja cuando lo tildan de impiadoso con los vencidos. Retruca con la cantidad de peronistas que cobijó después de haberlos doblegado. El último lote correspondió al duhaldismo.
Pero el problema no es con aquellos que se rinden sino con quienes se empeñan en continuar el combate.

La oposición también le suele errar al blanco. Se amuchó en diciembre para resistir la reforma antes corrida por un Gobierno intemperante que guiada por sus convicciones e intereses. Aquella fotografía resultó un flash. La oposición no comprendió que la reforma se aprobó con 149 votos y que aquel par fue sólo una propina; PRO sigue evidenciando una fuerte labilidad en sus filas donde las deserciones resultan llamativamente recurrentes.

Elisa Carrió dio pelea hasta la votación de la reforma, pero luego calló. Su silencio se asemeja, en verdad, al silencio del ARI. La mujer estaría persuadida de algo: el empuje de la economía distrae la atención social de los asuntos institucionales. Se reiteraría, a juicio suyo, una permisividad colectiva similar a la que caracterizó las épocas de la bonanza menemista. Resultaría difícil, entonces, remar contra la corriente.

Kirchner hizo, en cambio, lo contrario de la oposición. No se retiró del teatro y ensalzó la reforma como uno de los logros de sus casi tres años de gestión. Continuó, además, la tarea de recomposición en el peronismo. Convocó al gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, con quien no tiene pocas diferencias. Cristina Fernández tuvo gestos de reconciliación con Daniel Scioli después de aquella filípica ingrata que le había propinado a fin del año pasado. El vicepresidente ha calzado mejor en el vértice del poder. Pero con la oposición no habría ni justicia.

¿Tanto? Alguna hendija, quizá, podría abrirse. Pero el diálogo oficial no sería con los partidos opositores sino con las organizaciones sociales que también plantearon objeciones contra la reforma. Entre ellas el CELS, de alta sensibilidad para el Presidente. Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, y Alberto Iribarne, el ministro de Justicia, iniciarán los próximos días la tarea de reglamentar la ley de la reforma y convocarían a participar a aquellas ONG. De todos modos, el nudo de la cuestión —la incidencia oficial en la futura designación o destitución de jueces— se mantendrá intacto.

Algo de razón tiene Carrió. Con el progreso de la economía el Presidente machacó los oídos de legisladores propios y ajenos. Y quedó claro que ésa constituye hasta ahora la columna vertebral de su gestión. Los índices siguen ayudando con el incremento del empleo formal (un 10% en 2005) y la trepada de la recaudación. Pero el gran alivio político fue la baja inflación de febrero del 0,4%. Kirchner la felicitó a Felisa Miceli que acompañó al mandatario en el acuerdo de precios.

Pero la ministra de Economía no logra despegar con un perfil propio: está planeando para mitad de año un viaje a Washington que la acercaría al secretario del Tesoro, John Snow. También podría participar en el primer encuentro plenario del FMI.

¿La economía logra retacear también el interés popular por el conflicto tenso con Uruguay? Quizá los miedos y padeceres intensos de los entrerrianos no sean iguales a los de sus compatriotas. Pero hay en el medio un pleito convertido en una cuestión de Estado que debería atañer a su clase dirigente. El Gobierno alterna malas con buenas. Pero la oposición parece ausente. Macri, por caso, no estuvo en la sesión de Diputados que sancionó el proyecto para recurrir a la Corte de La Haya.

Kirchner mostró, en ese sentido, dos caras. Nunca respondió una carta de Tabaré que reclamó por el bloqueo de los pasos fronterizos. Fue interpretado como un desaire. Pero hizo luego desde el Congreso una propuesta que reanimó un diálogo bilateral que por semanas asomó desvanecido. Es cierto que habló sólo de las papeleras y omitió a los piquetes. Pero Uruguay hizo lo contrario. Con omisiones de una y otra orilla está claro que
cualquier solución pasará por liquidar aquellos piquetes y darle a la Argentina respuestas sobre el impacto ambiental y su posible participación en los futuros controles.

Kirchner y Tabaré tienen sus problemas domésticos. Pero la reyerta ya no es una cuestión que incumba sólo a ellos y a sus naciones. El Mercosur está incómodo. Daniel Filmus y Carlos Tomada han de bido suspender planes de cooperación regional en las áreas educativa y laboral. La semana pasada se aplazó una cumbre de mandatarios que iba a juntar en la primera línea a Lula, Kirchner y Hugo Chávez.

Antes de que Kirchner y Tabaré se vean, debería ocurrir algo. El Gobierno tiene dificultades para desarticular los piquetes. Las tiene por dos motivos: ha tolerado siempre esas prácticas frente a reclamos de cualquier tenor. Hubo comprensión en las épocas de la gran crisis, pero hay menos comprensión ahora. Tampoco el Presidente fue transparente cuando semanas atrás recibió a los asambleístas de Gualeguaychú: esos dirigentes, aunque nunca recibieron un apoyo expreso, volvieron a su provincia con la sensación de que tenían vía libre.

Kirchner pretende ahora que aquellos cortes concluyan para transmitir a Tabaré una señal de buena voluntad. El gobernador Jorge Busti realizó varias gestiones hasta ahora sin fortuna. El pedido formal del levantamiento de las medidas lo convino con Kirchner, y su presión irá en aumento. Se empezaría a vislumbrar un suave cambio: los entrerrianos apoyaron los piquetes, pero empiezan a creer que llegó la hora de negociar.

Tabaré tampoco transita por un sendero de rosas. El Frente Amplio y él mismo cuestionaron el proceso de instalación de las papeleras antes de llegar al poder. Tuvieron ásperos encontronazos, por entonces, con el Presidente Jorge Batlle. Esas peleas figuran en los archivos de la prensa y las radios de Uruguay. Fuentes del Gobierno argentino dicen que en las conversaciones preliminares, antes de asumir, Tabaré se refería a las papeleras como "el presente griego" que me dejan.

Pero la realidad lo instó a cambiar. Una inversión de 1.800 millones de dólares, como la que demandan las plantas papeleras, no es una anécdota para Uruguay, donde la economía está clavada hace décadas en las finanzas y la ganadería. El caso se convirtió además en una prueba piloto para el gobierno del Frente Amplio que llegó con gran consenso, pero también con ciertas prevenciones del pasado. Tabaré no quiere ser responsable de espantar aquella inversión tramada por sus opositores.

Lo cierto es que mientras Kirchner se ensimismaba con el progreso económico y la edificación de su poder y Tabaré producía aquel giro, se fue incubando esta crisis de la cual ambos presidentes se percataron tarde.
- Joaquín Morales Solá, "La Nación" - "Los piquetes amenazan la política exterior":
Los asambleístas de Gualeguaychú han derrumbado una vaga esperanza. Los gestos, las palabras y algunos actos de argentinos y uruguayos habían encendido, en la semana última, un tenue optimismo en el desdichado túnel de la tensión bilateral. Los asambleístas creen que están escribiendo la historia de otra manera. No les importan, por lo tanto, las emociones de Uruguay ni las súplicas del gobierno argentino. A los dos les han dado la espalda en las horas recientes.

Es mejor, sin duda, que el gobierno de Kirchner haya tomado partido públicamente por el levantamiento de los cortes, cosa que no había hecho hasta ahora. Pero no es suficiente.

Fue el propio Kirchner el que decidió probar suerte con la desmovilización de los asambleístas. En su enternecedora convocatoria a Tabaré Vázquez, ante la asamblea parlamentaria, Kirchner se había olvidado de los cortes de los puentes en Gualeguaychú y Colón. Se había olvidado, en fin, del punto nodal de la tensión con Uruguay.
Es mejor, también, que los dos presidentes se estén mandando ahora mensajes de amor antes que el silencio de cementerio que los precedió. Pero los dos parecen, a veces, parientes enojados, incapaces de hablar frontal y francamente. Tabaré Vázquez le envió una carta a Kirchner sin saber, previamente, si éste se la respondería. Todavía no le respondió.
La improvisación de Kirchner fue motivo de muchas evaluaciones en Uruguay, porque nadie sabía nada allá. Eso explica los mensajes contradictorios que dio el gobierno de Tabaré Vázquez. Es impertinente, improvisó también el vicepresidente uruguayo sobre el reclamo de Kirchner de una paralización de las obras por 90 días. Tabaré Vázquez debió enmendarle la plana 24 horas después, cuando se manifestó conmovido por las palabras de Kirchner.

El gobierno de Montevideo aclaró luego que el vicepresidente quiso decir que el pedido de Kirchner no era pertinente jurídicamente. Fue una buena excusa, pero el término "impertinente" tiene una acepción muy distinta en el idioma de la gente común.

Nada cambió: Tabaré Vázquez volvió a insistir sobre la posición de su país, que consiste en que no negociará mientras estén cortados los puentes internacionales. Kirchner quiere 90 días de paralización de las obras (también se conformaría con 60) para tener argumentos para levantar los piquetes argentinos en los puentes. Tabaré Vázquez asegura que está dispuesto a la más generosa de las negociaciones, pero sólo después de que los puentes queden liberados.

Hay cierta impericia política. Cualquier marciano hubiera creído que Busti reclamó el levantamiento de los cortes respaldado en un trabajo político previo. No. Sólo se lanzó de cabeza a la piscina y ésta estaba vacía. El problema de fondo quedó intacto luego de que la asamblea decidió, lo más campante, que no escuchará ni a los argentinos ni a los uruguayos.

El problema de fondo es, en realidad, si las papeleras contaminarán, o no, la ribera argentina. Uruguay sostiene que la contaminación será -si existiera- mínima, pero no aportó aún la información que respalde esa aseveración. Alberto Fernández y Gonzalo Fernández, el colaborador de más confianza de Tabaré Vázquez, son viejos amigos y han conversado sobre la cuestión hasta llegar a las cercanías del acuerdo.

Las papeleras podrían paralizar las obras, porque los gobiernos de los países de las que provienen (España y Finlandia) están interesados en una solución. Pero se trataría de un recurso extremo, que las empresas sólo usarían si tuvieran la certeza previa de que existe una vocación de acuerdo entre los dos países.

La vocación para un acuerdo existe, aunque no parezca, y sus trazos fundamentales ya están demasiado parloteados por argentinos y uruguayos.

Tabaré Vázquez ya no es más el compañero de correrías con el que contaba Kirchner. El gobierno uruguayo ha tomado la decisión de abandonar sus acciones en Telesur, un canal de televisión creado por Hugo Chávez y que, hasta ahora, tenía como socios a Cuba, Uruguay y la Argentina.

Uruguay no quiere hacerse cargo, sin tener arte ni parte, de las explosiones verbales del "Mussolini tropical", como Alain Touraine lo llama a Chávez. Y Kirchner detesta quedar asociado solitariamente con Chávez y Fidel Castro.

Brasileños y argentinos le propusieron al gobierno uruguayo una operación financiera para que Uruguay pagara su deuda con el Fondo Monetario Internacional. Uruguay tiene una inmensa deuda pública. La operación contaba, como siempre, con un financista final: Chávez y sus petrodólares.

Tabaré Vázquez agradeció el gesto pero lo rechazó: no quiere quedar en manos del líder populista de Caracas. Es una decisión en sentido contrario de la política de Kirchner, que ya le vendió a Chávez bonos argentinos por unos 2500 millones de dólares para deshacerse del Fondo Monetario.

Sin embargo, tales enfados kirchneristas no tendrían por qué entrometerse en el objetivo final, que debería consistir en respetar los actos soberanos de Uruguay y garantizar la calidad de vida de los argentinos. Ninguna de esas intenciones podrá resolverse, con todo, sólo en la orilla imprudente del río.


RECUERDEN QUE ESTE RESUMEN Y LOS ANTERIORES, ASÍ COMO OTROS COMENTARIOS, SE HALLAN EN http://www.abordajes.blogspot.com/


- Sergio Moreno, "Página 12" - "Una lucesita":

El mensaje que el presidente Néstor Kirchner envió desde el Parlamento nacional, el pasado miércoles, a Uruguay fue efectivo, ayudó a cambiar el clima belicoso que se había instalado a ambas veras del Río de la Plata, y ahora el conflicto generado por la instalación de dos papeleras europeas en la margen oriental del río Uruguay se ha distendido moderadamente. Palabras sensatas y cálidas las del presidente argentino, que habían sido anticipadas –no en su forma y contenido, sí en su gestualidad– desde el cenáculo de la Casa Rosada a Montevideo en una conversación telefónica previa al mensaje de apertura de sesiones ordinarias. El regreso a las conversaciones permitiría dos instancias auspiciosas: que Kirchner y su par, Tabaré Vázquez, se encuentren este mes para abordar el asunto (reunión que podría ser o no en Santiago de Chile), y que en 15 o 20 días más las factorías europeas aportasen a ambas administraciones estudios ambientales de elaboración propia sobre las consecuencias de sus faenas.

Kirchner designó como su interlocutor ante el Ejecutivo uruguayo en este tema al jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Tabaré hizo lo mismo con su secretario general, Gonzalo Fernández. Y quien del lado argentino lleva la coyuntura es el canciller, Jorge Taiana. Esta semana los uruguayos enviaron a Buenos Aires a uno de sus más carismáticos y respetados dirigentes del Frente Amplio, el ministro de Agricultura, José “Pepe” Mujica, añejo tupamaro, de gran influencia en el electorado y dentro del frente de gobierno.

Mujica se reunió el jueves con Taiana y parte de su staff diplomático en la residencia del embajador uruguayo a este lado del Plata, Francisco Bustillo. Al finalizar, acordaron mantener la reunión en secreto y seguir avanzando en las conversaciones. Pero Mujica, no bien llegó a Montevideo, informó a los medios locales sobre la tertulia y algunas conclusiones. Los diplomáticos argentinos quedaron asombrados. “No sé –especulaba ayer uno de ellos que conversó con Página/12–, puede que Mujica quiera presentarse como el ‘arreglador’ de este entuerto. Nos sorprende. Pero que haya dado a conocer la reunión no significa que no vamos a mantener nuestro acuerdo: vamos a seguir conversando, como dice él mismo, para resolver el conflicto.”

Tirios y troyanos parecen haber regresado a la política pero, por el momento, nadie deja de lado su línea argumental. Los trujimanes argentinos sostienen que los uruguayos deben abandonar la exigencia de terminar con los cortes de ruta en los pasos internacionales de Gualeguaychú y Colón para sentarse a la mesa. “No se puede tratar el punto número dos antes que el número uno, que es precisamente la decisión inconsulta de Uruguay de establecer las papeleras en un río compartido, violando el tratado internacional y el reglamento del organismo binacional que lo regula (la Comisión de Administración del río Uruguay) y la posible contaminación”, acometió un diplomático argentino ante este diario.

En Balcarce 50 sostienen, además, que es falaz el argumento de aislamiento económico que los cortes de los vecinos le estarían propinando al vecino país. “En enero dejábamos pasar a los camiones arroceros de Brasil, a muchísimos turistas. Eso está documentado por el Ministerio del Interior (argentino). Y además, de los tres puentes siempre estuvo abierto uno”, abundó. La preocupación del confidente de Página/12 fue creciendo a lo largo de estos meses en tratativas con sus pares uruguayos, que día a día endurecían su posición, proporcionalmente a la intransigencia de los habitantes de Gualeguaychú, principales actores en el corte de ruta más notorio.

Si bien en Buenos Aires están convencidos de que no se debe discutir primero los cortes antes que la contaminación posible, el cambio de humor a partir del mensaje de Kirchner y la respuesta obtenida han modificado alguna perspectiva oficial respecto de los entrerrianos. Ayer mismo, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, los incitó a dejar la carretera por un tiempo, a efectos de encaminar las conversaciones políticas. Los vecinos se muestran con una cerrazón que –temen en la Rosada– podría generar que el conflicto vuelva a agravarse.

El gobernador entrerriano Jorge Busti ha comenzado a mutar su posición, una vez más. Al ver, durante 2005, que los vecinos de Gualeguaychú encabezaron una rebelión que podría tenerlo como víctima, decidió montarse en la cresta del conflicto, agitándolo como un ambientalista más. Ahora, que es menester la moderación de los vecinos para dar lugar a la política y la diplomacia, Busti, impotente para modificar la opinión de sus vecinos por el convencimiento, amenaza con acudir a la Justicia para sacarlos del camino, de ser necesario. “En Entre Ríos se van a pagar costos políticos. Busti los va a pagar. No está mal: él fue, vino, cambió de posición. No está mal que los pague”, dijo a Página/12 un importante consejero del Presidente, miembro del Gobierno.

Paralelamente, el gobierno argentino ha trabajado para descomprimir otro frente. La papelera finlandesa Botnia había imaginado –y en parte convencido a la administración frentista– que la presidenta de su país, Tarja Halonen, llegaría a la república oriental a descubrir la piedra inaugural de la planta procesadora de celulosa dentro de unos meses. Desde el Palacio San Martín se le hizo saber a Helsinki que serían demasiados platos a una mesa tendida por una empresa que ha generado un conflicto diplomático. Los finlandeses decidieron suspender la visita de la mandataria: no ven necesario irritar a Buenos Aires; Botnia bien puede defenderse sola.

La sugerencia diplomática fue connotada con otra suspensión: en un mes debía realizarse un encuentro interparlamentario argentino-finlandés, previsto con mucha antelación. El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados argentina, Jorge Argüello, la desarticuló. Los finlandeses entendieron el mensaje y el meeting será en mejor oportunidad.

Toda esta movida, más las gestiones de varios funcionarios orientales, han influido (al parecer) en el ánimo de las empresas en cuestión. Si bien los contratos que las unen a Uruguay son del más puro canibalismo menemista, los hombres de negocios finlandeses y españoles ven con preocupación lo que, hasta ahora, ha sido una escalada. “Ellos saben que pueden tener muchos, muchos problemas, durante mucho tiempo. Y, en realidad, lo que quieren es hacer su negocio. Saben que se les puede complicar. ¿Quién quiere una ‘Vuelta de Obligado’ en Gualeguaychú?”, exagera un importante integrante del gobierno argentino ante este diario. El hombre agrega que “hay un cambio de actitud también en ellas (las empresas): posiblemente, en 15 o 20 días tendrían listos sus informes ambientales. Ante la ausencia de toda información, esto sería un paso adelante”.

Las elecciones de Alberto

“En el 83 voté a Luder, pero a Menem nunca lo voté. En el 95 voté a la fórmula Bordón-Chacho Alvarez”.

“Si Bielsa no hubiera sido candidato, hubiese votado a Carrió”.

De Alberto Fernández, jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, y virtual número dos del poder, a la revista Debate de este fin de semana.

viernes, marzo 03, 2006

Capote, arte, genialilidad y una gran película

"Es como si Perry y yo hubiéramos crecido en la misma casa, sólo que yo salí de allí por la puerta del frente y él por la trasera", dice Truman Capote, interpretado magistralmente por el actor Philip Seymour Hoffman, al comparar su exitosa y reconocida figura -así como egocéntrica, vanidosa y vulnerable- con la oscuridad y violencia que marcó la vida del condenado por el asesinato de 4 integrantes de una familia en Holcomb (Kansas), hecho en el que se basó el escritor para su obra
"A sangre fría", que inauguró en EEUU el género de la "no ficción" (el novelado de sucesos reales, cuyo reflejo en Argentina lo dio antes Rodolfo Walsh, con "Operación masacre").
Sólo una frase, para pintar una muy buena película, "Capote", estrenada este jueves en Buenos Aires.

jueves, marzo 02, 2006

Entre periodistas

Pego textual este gracioso comentario de http://blocdeperiodista.com

Preguntas ofensivas de los periodistas


Un periodista brasileño se ocupó de compilar en su libro "Perguntar ofende!", las preguntas "cretinas" que los periodistas no deberían hacer (pero hacen). El top five de las más cretinas:
  • "Señora, ¿está triste?" (con la muerte de un hijo)
  • "¿Duele mucho?" (a un accidentado)
  • "¿Feliz con la victoria?"* (después de un partido o una elección)
  • "¿Es optimista?" (antes de cualquier disputa)
  • "¿Qué cambió en su vida?" (a un ganador de la lotería)

* Galardonada con el "Tití Fernández" de oro

miércoles, marzo 01, 2006

Dificultosa oposición

Por estos días mucho se viene comentado acerca de la reprivatización del ferrocarril Belgrano Cargas, que quedaría en manos de un llamativo consorcio integrado por Franco Macri, capitales chinos, el gremio ferroviario y el propio Estado.
De esta forma, Macri retornaría a ser concesionario de un servicio público, tras la fallida experiencia del Correo, que el Gobierno le sacó de sus manos.
Ahora, la pregunta es: ¿no se ve afectada la potencial consistencia política así como dificultado el rol opositor de Mauricio, hijo de Franco, por el hecho de que su padre sea "premiado" con negocios otorgados por el Estado?