miércoles, septiembre 29, 2010

A partir de Touraine, sobre el rol del Estado


Por Pedro Andrieu 

Profesor titular consulto de la UBA / ex secretario de Estado / ex consultor de organismos multilaterales).


Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri.
  

Alain Touraine publicó un análisis titulado LA CRISIS DENTRO DE LA CRISIS como siempre inteligente y bastante lúcido, pero quizás no lo suficientemente.
 
Como Karl Marx a su hora, el sociólogo francés deja de lado tomar nota y procurar entender lo que sucede con las clases medias, las que muestran ahora notorias diferencias respecto de su reacción ante la crisis de los años 30, cuando este segmento social se inclinó por soluciones basadas en la mayor intervención del Estado en la economía, y en el establecimiento de una red de servicios que se convirtió de hecho en una red de protección social, y de protección económica: el seguro de desempleo le puso un piso a la espiral negativa de la demanda agregada.

Han pasado muchas décadas, el sistema financiero, con todos sus horrores, defectos y abusos, involucra a vastos sectores de la sociedad, a través de la bancarización, del financiamiento de hipotecas, de planes de ahorro individual o para el estudio de los hijos, de las tarjetas de crédito, del financiamiento de prácticamente la totalidad de los bienes de uso durable personal y familiar, del turismo, las vacaciones, y last but not least, de las inversiones de los fondos de jubilaciones en los mercados y otros canales financieros, en busca de los suplementos de ingresos para esos fines que -en particular los públicos- están en quiebra técnica en todos los países, como consecuencia del aumento del promedio de vida frente a edades de retiro que eran naturales hace muchas décadas y que han permanecido estáticas, mientras los costos de la salud crecen cada día, por el empleo de nuevas tecnologías y de nuevos medicamentos -todos muy  costosos- mas allá de uso desordenado y aún abusivo de ellos, con el agravante paradojal de que cuánto más se gaste en salud preventiva, más se gastará posteriormente por la supervivencia más larga y más generalizada.

AsÍ las cosas, no hace falta en absoluto, especialmente para las clases medias, ninguna prédica neoliberal para que la gente tema por los déficits fiscales descontrolados que más temprano que tarde se reflejarán en inflación, y en devaluación de la moneda, tanto en términos nominales como reales, y que para reducir los déficits presupuestarios a futuro, habrá inexorablemente que aumentar los impuestos, en países donde se pagan realmente los impuestos, y donde los sectores medios pagan ya entre el 30 y el 40% de sus ingresos de impuestos a la renta o como se los denomine.

Eso explica, por ejemplo, que la mayor parte de quienes votaron a Obama no ignoraron que éste entre sus prioridades más importantes se impuso ampliar el seguro público de salud. Ahora, cuando se hizo conoció el mayor costo presupuestario que la extensión implicaba, la ciudadanía se expresó en contra de esa extensión, y quizás vote en contra de Obama dentro de pocas semanas.

También en Alemania, donde Angela Merkel en su primera elección prometía arreglar la seguridad social, la cuestión terminó prácticamente en un empate y tuvo que suspender su plan para lograr un gobierno de coalición con los socialistas. Años más tarde, a la sombra de la crisis, y aun encontrándose en una posición política más débil aún que entonces, logra introducir alzas en la edad jubilatoria, etc.

Otro tanto sucede en Inglaterra, donde los conservadores no lograron mayoría en la última elección y tuvieron que aliarse con un partido socialdemócrata a su izquierda para poder formar una coalición mayoritaria. Desde esa base política enormemente más débil que la de Tatcher a su hora, lograron la aprobación de cambios similares y otros en la seguridad social, que Tatcher jamás logró imponer. 

Por otro lado, en los 30 se venía del libre comercio, el patrón oro, etc... y el Estado, la seguridad social, la inversión pública masiva, eran lo nuevo.

50 años más tarde, hacia 1980, Reagan decía que el Estado no sólo no era la solución, sino que era EL problema. Más allá de la prédica y del avance en la desregulación, lo cierto es que ni Reagan ni la Tatcher lograron desmontar el Estado de bienestar, como con ignorancia se repite aquí en Argentina. No lo lograron no porque no lo quisieran, sino porque no pudieron.

Los sistemas de jubilaciones y de salud cubren a sectores muy amplios de la población, y en particular a la de mayor edad,  grupos sociales éstos últimos que podrán votar en vena conservadora, pero que jamás consienten cortes de beneficios que consideran derechos adquiridos. Se podrá postergar el ingreso a nuevos beneficiarios, quizá, en alguna medida...

Lo más que lograron fue posponer extensiones de servicios, como la lograda por Obama.

A la luz de los horrores del sistema financiero que salieron a la luz con la reciente crisis, seria inaceptable sostener que EL problema es el Estado.

Pero por otra parte, aún sin la prédica neoliberal de los años 80, las encuestas de opinión muestran insatisfacción creciente de vastos sectores sociales con el Estado, tanto en el plano político-institucional, el sistema político representativo jaqueado por los medios que tienden, junto con las encuestas, a promover una especie de democracia griega, directa,  informal. y light, basada en imágenes, en su impacto, más que en ideas y proyectos, en su análisis y discusión, con lo que el Estado real hace, cómo lo hace, por qué no hace. Ver su incapacidad de prever las crisis, su incapacidad para enfrentarlas, si no regula, y si las regulaciones que se han impuesto en las últimas décadas, no funcionan como se esperó.

El Estado No es en manera alguna EL problema único, ni puede ni debe ser, pero creo que honestamente sería muy difícil sostener que EL MERCADO y en particular LOS MERCADOS FINANCIEROS, INTERNACIONALES Y APATRIDAS son el UNICO problema. Idea a partir de la cual se llega al catastrofismo, a entretenerse en predecir el fin del sistema económico que surgió como consecuencia de la revolución industrial, hace unos 250 años.

Lo que en el mundo real ha sucedido en el último medio siglo es que lo que desapareció casi totalmente de la faz de la tierra fue su contrincante mayor: el sistema de socialismo de Estado con partido único y demás. La ex URRS, China, Vietnam, Camboya, sólo falta esperar para ver los efectos de las recientes decisiones del gobierno cubano.  
    
Creo muy franca y muy sinceramente que los que nos preocupamos cada día por lo social, por la pobreza, la indigencia, la marginación, el desempleo, el empleo en negro sin obra social ni jubilación, con salarios del 50% de los en blanco, por la ignorancia, la discriminación que implica en bajo porcentaje de graduados de secundario, dejando en la marginación del no acceso al empleo al resto, de la falta de horizontes para las nuevas generaciones no podemos realmente pensar en un Estado que sea capaz de solucionar todos los problemas por sí mismo, pero tampoco podemos pensar en caminos en esas direcciones, con un Estado ausente. Y tampoco podemos pensar en que un Estado ineficaz, ineficiente, clientelista, corrupto, podrá liderar el proceso social, movilizar las fuerzas y grupos sociales y comunitarios detrás de un proyecto común, implementar y administrar y regular debidamente lo que sea necesario.

Nos toca entonces a los que compartimos esas visiones y esperanzas, dedicar un rato a leer a Touraine, y luego, dejar los catastrofismos... y su contrapartida... las soluciones espectaculares y mágicas... para mañana.

Dejar también atrás las sombras y los mitos del neoliberalismo que ya fue, y también las entelequias de la supuestas virtudes de la "presencia" mágica del Estado, y ponernos al frente, si es preciso, al servicio, siempre, de la modernización y la reforma del Estado, de modo que pueda ser activo, y no un símbolo estático, e impuls como instrumento útil el crecimiento económico, sin el cual todo propósito de redistribución se vuelve vacuo. Y provea a la protección y el crecimiento social, sin el cual no sólo no hay justicia social e individual, sino tampoco crecimiento económico viable, sino más bien una eterna lucha circular por las migajas, por reivindicaciones formales, en el papel, más no en la realidad amplia y deseablemente general.

Noticias de la ciudad de Bs. As.

Por pasar en rojo, retuvieron más de mil registros en un mes

Autos y colectivos causan el 80% de la contaminación

CTA: Crónica de un resultado inesperado

Por Eduardo Zamorano

Abogado laboralista /master en Inteligencia estratégica por la Univ. Nac. de La Plata.  

Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri

Las elecciones llevadas a cabo en la Central de los Trabajadores Argentinos-CTA depararon una sorpresa.  En efecto, la mayoría de los observadores juzgaba altamente probable la victoria de la LISTA 10, encabezada por el maestro Hugo Yasky (actual titular de la Central).
Dicha conjetura obedeció a varios factores, el primero de los cuales era, naturalmente, cierto prejuicio que en las contiendas gremiales el oficialismo siempre corre con ventaja.
Por lo demás, Yasky contó con un indisimulado apoyo del gobierno y distintos grupos kirchneristas, aporte de evidente significación en una elección realizada en un ámbito de centro izquierda.  Finalmente, la CTERA (organismo de tercer grado que nuclear a los maestros y profesores de todo el país) tiene mayor cantidad de afiliados (320.000) que el sindicato estatal del opositor Micheli (ATE nuclea a 220.000).
Sin embargo, a contramano de los pronósticos, a una semana de realizado el comicio y aún cuando formalmente no hay una definición concreta,  el conteo de votos parece favorecer al estatal Micheli si bien que por una ajustada diferencia.
Con la salvedad que no conocemos en profundidad el complejo entramado político sindical de la Central alternativa así como en cuanto a la provisoriedad e incerteza del resultado, volcamos nuestra opinión sobre las causas de este  presunto desenlace así como sus posibles efectos.
Antes de ingresar de lleno en el anunciado comentario,  no podemos soslayar un dato que, a nuestro criterio, es absolutamente relevante.

Una organización sindical de tercer grado de alcance nacional realizó una elección de autoridades, por voto directo y secreto de sus afiliados, compitiendo dos fuerzas relativamente parejas, sin que se registrara un solo acto de violencia.

Un mes antes del comicio, ambas corrientes acordaron que las eventuales diferencias e impugnaciones serían resueltas: en primer término por una junta electoral y, en instancia de apelación, por un tribunal arbitral compuesto por cinco prestigiosos abogados.

En una palabra,  reafirmando en los hechos el principio de autonomía sindical,  se sustrajo la puja electoral de la competencia y fiscalización del Ministerio de Trabajo y de la justicia.

Consideramos que la conducta precedente merece, desde el vamos,  un crédito de respeto por sus protagonistas,  diferenciándolos ostensiblemente de los habituales manejos sindicales.
Algunas variables que pueden explicar este resultado atípico son las que siguen.

1.- Votó un porcentaje de aproximadamente el 20% del padrón (1.200.000), lo cual permite suponer que la elección se dirimió, preponderantemente,  con la participación de activistas y militantes.

2.- El gremio de maestros (teórico apoyo de Yasky) es más numeroso que ATE (sustento de Micheli) pero menos inclinado a la actividad sindical. El maestro, más allá del rótulo proletario de “trabajador de la educación”,  conserva ciertas características de individualismo e indiferencia más propias de la clase media autónoma que del dependiente sindicalizado.

3.- A diferencia del gremialismo ortodoxo, la CTA permite la afiliación directa de trabajadores, pero también de cuentapropistas y desocupados.  Ello lo permite albergar a una porción no menor de los denominados “movimientos sociales”, tales como la Federación de Tierra y Vivienda de Luis D´Elía; el Frente Transversal de Edgardo Depetri; y el pujante Tupac Amaru, grupo basado en Jujuy cuyo referente nacional es Milagro Sala.  Precisamente en esta provincia hubo una elevada concurrencia al comicio y fue notable la diferencia a favor de Micheli.

4.- Otra demostración de la relevancia de los movimientos sociales en esta elección, la encontramos en Capital Federal, distrito en el cual ya está definido el resultado. El ganador es Carlos Chile (pseudónimo de Carlos Hurton) del Movimiento Territorial de Liberación (estructura piquetera del Partido Comunista) en detrimento de Beto Pianelli dirigente del sindicato del subte, con reciente inscripción gremial y escindido de la UTA.

5.- Muchos de los antigüos militantes de la CTA no digirieron cierta pasividad de Yasky con relación a la reivindicación cimera de la organización: el otorgamiento de la personería gremial.  Tampoco aceptaron de buen grado el diálogo circunstancial entre Yasky y Moyano, entente cordiale que motivó que se hablara de “los dos Hugos, el blanco y el negro”.

6.- Por último, el “apoyo crítico” de Yasky al gobierno de los Kirchner a despecho de sus giros contradictorios con las tradicionales posturas de la CTA, tampoco ayudó al dirigente de la CTERA.  No olvidemos que uno de los principios fundantes de la entidad, cuando menos dentro de su imaginario, es la independencia de los gobiernos de turno y los partidos políticos.

Cabe analizar las posibles consecuencias de esta elección, siguiendo la hipótesis de trabajo que haya triunfado la Lista 1.

7.- La CTA experimentará una radicalización de las posiciones políticas mantenidas durante esta etapa.
En este sentido, cabe considerar dos elementos, a saber:

(i)  La lista ganadora ocupará el ochenta por ciento de los cargos de resultas de una reforma de estatutos tendiente a acentuar el poder de las mayorías;

(ii) Los triunfadores contaron con el apoyo de sectores de izquierda pura y dura. Al ya mencionado Movimiento Territorial de Liberación (cuyo líder ocupará nada menos que la Secretaría de la Seccional Capital), debe sumarse la Corriente Clasista y Combativa-CCC (Amancay Ardura, Alderete, etc), y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (Vilma Ripoll).

8.- Sin perjuicio de lo expresado en el punto precedente, es posible que se abra un proceso de incertidumbre en torno al comicio ( impugnaciones de los cómputos de la Junta Electoral, apelación ante el Tribunal de Notables, nuevas elecciones en algunos distritos, etc), dilaciones que desgastarán a la Central en su conjunto, máxime si Yasky se empeña en mantenerse en funciones hasta que alumbre una certeza irreversible sobre el resultado.

9.- Se fortalecen las perspectivas de una candidatura presidencial de Victor De Gennaro, máximo referente de la corriente ganadora.  Asimismo queda consolidado su predicamento dentro de Proyecto Sur (el espacio de Pino Solanas y Claudio Lozano) que jugó sus cartas a favor de la Lista 1.

10.- Resulta obvio que la CTA definirá un perfil opositor más nítido respecto del Gobierno.  Igualmente previsible es que éste último ratifique y fortalezca su alianza con la CGT moyanista. 


martes, septiembre 28, 2010

Anibal Fernández contra Strassera

Por Ricardo Monner Sans - abogado constitucionalista / titular de la Asoc. Civil Anticorrupción 

Aníbal Fernández quiso usarme para contraproponer mi actividad en los tiempos del horror respecto de Julio Strassera, quien  como Fiscal acusó en el juicio a las Juntas Militares que ocuparon el poder entre 1976 y 1983 logrando la condena que merecían. Fernández –quien nunca se ha ocupado de las tareas que he realizado y realizo contra los mil y un temas de corrupción del menemismo en su tiempo, del kirchnerismo ahora- entendió que yo le venía bien para su propósito de golpear a quien tiene ganado un lugar en la historia argentina. Strassera trabajaba en el Poder Judicial: lo traté por vez primera  en 1961. Eran sus inicios como empleado del Juzgado Federal 1 a cargo de Leopoldo Isaurralde. Fue ascendiendo por mérito y por contracción al trabajo. El singular Fernández, acaba de denostar a Strassera invocando la casualidad porque  “estaba en el lugar justo y en la ocasión correspondiente”. Es decir, el fenomenal trabajo que desplegó Julio Strassera para rematar con el “Nunca más” ha sido menoscabado por la voz oficial del kirchnerismo. (Videla y los condenados, agradecidos…) Y si me pone Fernández junto con otros militando desde lo judicial es para creer él que gana contra quien opinó que desobedecer a la Corte Suprema en el caso Sosa es barbaridad mayúscula. “Strassera anduvo de casualidad; Monner Sans y otros por convicción”. No se me había ocurrido tamaña perversidad. Meneó Fernández -con ese estilo deplorable al oído y a la educación elemental- que efectivamente un Juez del Proceso nos castigó a todos los que habíamos firmado un habeas corpus colectivo. Encabezaba la nómina mi padre: así lo quisieron los demás, quizás como homenaje a su tarea de Decano en la Facultad de Filosofía y Letras en tiempos civiles, quizás porque fue el único intelectual que no quiso ir a ningún ágape promovido por Videla. Fuimos castigados porque el Juez -no recuerdo el apellido- entendió que muchos abogados, al firmar en favor de muchos detenidos y desaparecidos “entorpecían el andar de la Justicia”. La Cámara de Apelaciones revocó el castigo. Quede constancia escrita de mi repudio respecto de la deleznable maniobra. Cuando Fernández nos explique qué hacían los Kirchner en favor de los derechos humanos en los tiempos del horror; cuando nos explique documentadamente cómo hicieron tanto dinero mientras aquí poníamos el pellejo y cómo siguen haciéndolo; cuando nos explique por qué tanto menemista utilizó la puerta giratoria para ocupar lugares de un poder que luce con apetito insaciable; cuando nos expliqué qué cantidad de dinero ha gastado el matrimonio de su bolsillo para movilizar cielo y tierra para encontrar a Julio López -el primer desaparecido en los tiempos democráticos-  entonces el país le estará agradecido. Entretanto, cállese alguna vez. La perversidad tiene mil voces.

lunes, septiembre 27, 2010

Mar de fondo

Por Eduardo Zanorano - Abogado laboralista.

Columnista de Construcción Plural, el ciclo de Fernando Mauri en Radio Cultura 

La acepción marítima alude a una agitación de las aguas, con profusión de grandes olas, la cual suele propagar sus efectos a lugares próximos a la costa. Empero, este concepto marinero suele metaforizar, en el lenguaje coloquial, un estado de inquietud y ansiedad, más o menos latente, que enturbia o dificulta el curso de un asunto cualquiera.

Nos parece una alusión apropiada para referirla al momento que atraviesan las relaciones laborales en la Argentina. En efecto, existe consenso entre analistas políticos de signo diverso sobre que el régimen (utilizamos esta expresión como sinónimo de “tendencia” pero sin connotaciones peyorativas o ironías históricas) kirchnerista se radicalizó con posterioridad a las elecciones de junio de 2009. Desde luego ese proceso polarizante registró un correlato en el terreno laboral.

Sin ánimo totalizador, podemos anotar estos hechos principales como generadores del  clima de alarma instalado en el ámbito empresario.

I.- Al estallar el affaire “Papel Prensa”, las entidades empresarias representativas se abstuvieron de acompañar la resonante denuncia gubernamental.

II.- La designación de Hugo Moyano como presidente del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires amenaza una concentración de poder excesiva en cabeza del líder cegetista.

III.- Precisamente, y de manera sugestiva, el sindicato de camioneros embistió contra una empresa emblemática, bloqueando los accesos de varios de sus establecimientos, en reclamo de una presunta deuda que, en todo caso, habrían generado las firmas transportistas contratadas para distribuir sus productos.

Este conflicto    -visualizado como un leading case sobre los alcances (o límites) del poder sindical-    concluyó con un compromiso de pago de los transportistas en base a una suma levemente inferior a la peticionada en el origen.

La importante acería salvó las apariencias en tanto, formalmente, se negó a convertirse en “parte” de la contienda reflejada en el expediente ministerial; en este sentido, se limitó, siempre en el terreno de los papeles,  a un novedoso rol como “facilitadora” del diálogo pero -y esto no es un logro menor- mantuvo el principio de no garantizar o afianzar las obligaciones contraídas por sus contratistas.

Sin perjuicio de ello, el resultado final dejó un sabor agrio en el empresariado, en tanto, una vez más, el Ministerio de Trabajo (por acción) y la Justicia (por omisión) legitimaron la metodología, extorsiva e ilegal, de los bloqueos a los establecimientos de la empresa usuaria (en esta coyuntura, pese a su entidad simbólica e importancia estratégica) por problemas suscitados entre el gremio impulsor de tales medidas con empresas independientes prestatarias de servicios para la primera.

Cabe memorar que el mismo tipo de “acción sindical” desarrolló contra otras empresas a efectos de dirimir contiendas de encuadramiento sindical con gremios insertos en las mismas.

IV.- Por último, y en forma un tanto abrupta, el Diputado Recalde extrae de su prolífica galera un proyecto de participación en las ganancias empresarias, con el objetivo de plasmar el quimérico y demorado sueño del mandato constitucional contenido en el artículo catorce bis.

Las furias empresariales se han concentrado en este proyecto al cual califican   -de manera un tanto exagerada-   como violatorio del,  también constitucional, derecho de propiedad.

Nos parece prematuro aventurar un análisis crítico de la iniciativa del Dr. Recalde; sin embargo, es oportuno que los lectores conozcan los lineamientos generales del controvertido proyecto  -tal como ingresó en la Cámara de Diputados-   para que las opiniones se formen en base a datos objetivos, libres de eventuales manipulaciones mediáticas a favor o en contra del mismo.

Por lo tanto, en aras de cumplir este objetivo,  respondemos sintéticamente y procurando no adjetivar,  los diez interrogantes más frecuentes que aparecen en las discusiones y conciliábulos que hemos presenciado.

 1.- ¿Qué es “ganancia” potencialmente participable?
La utilidad bruta anual deducido el impuesto a las ganancias u otros que pudieran crearse en el futuro para gravar este concepto.


2.- ¿ Cuáles son las deducciones permitidas?
Además de las ya vigentes,  propias del sistema impositivo, de la utilidad anual neta participable pueden deducirse los importes que se reinviertan en la empresa hasta un máximo del cincuenta por ciento.

3.- ¿Existe un piso de utilidad mínima anual, el cual una vez alcanzado determina la obligación de reparto?
Está previsto que ese tope sea fijado por el Consejo Nacional de Participación Laboral en las Ganancias (ver abajo respuesta 8).  Este organismo procederá en función de la estructura de las distintas actividades, asimetrías regionales, tamaño de las firmas, etc.
Aquí apuntamos una duda significativa relativa a las dificultades metodológicas para determinar numerosos “pisos”, dependiendo de actividades, ramas, sectores, empresas, y establecimientos. Ello supone una tarea ciclópea con escollos operativos que, en una visión apriorística, aparecen de ardua superación.


4.- ¿Qué empresas están alcanzadas?
Todas las que tengan un fin lucrativo. La inclusión en el sistema será paulatina. El primer año ingresan las que tengan más de 300 trabajadores; el segundo las que posean más de 100; y el tercero: todas.

5.- ¿Qué empresas están exceptuadas?
Las creadas luego de la entrada en vigencia de la ley podrán omitir el reparto durante los dos primeros años de existencia; y si su actividad principal girara en torno a un nuevo producto o servicio, el plazo de gracia se ampliará a cuatro años.
Asimismo, aquellas empresas que tengan tres ejercicios seguidos con pérdidas, en el primer ejercicio positivo podrán distribuir solamente el cincuenta por ciento de lo previsto en la ley.

6.- ¿Cuál es el porcentual de utilidad repartible?
Se contempla el 10% (sobre el importe determinado considerando lo expresado en los puntos 1,2, y 3 que anteceden).

7.- ¿Cómo es la mecánica de reparto entre los trabajadores?
Una vez obtenido el monto repartible, se deduce un 5% del mismo con destino al Fondo Solidario (abonará una compensación a los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo).
El resto se distribuye por cápita: un 50% proporcionado a los días efectivamente trabajados; y el otro 50% proporcionado a la remuneración devengada durante el ejercicio.

8.- ¿Qué es el Consejo Nacional de Participación Laboral?
Un organismo tripartito de 12 miembros ( 4 por el Estado, 4 por la CGT, y 4 por las asociaciones representativas de empleadores), cuya misión principal, entre otras, será la de fijar anualmente el piso mínimo a partir del cual se participarán las utilidades.


9.- ¿Puede eludirse la aplicación de la ley?
No, ya que sus normas se declaran de orden público.
Las Convenciones Colectivas de Trabajo pueden reemplazar las previsiones legales siempre que introduzcan sistemas más favorables a los trabajadores.

10.- ¿Existen trabajadores excluídos de este régimen?
Sí. No es aplicable a estos segmentos:

Cúpulas directivas de las empresas cuya remuneración anual supere cinco veces el salario anual promedio pagado en las mismas.

Trabajadores contratados por empresas de servicios eventuales.

(iii) Trabajadores que se desempeñen en empresas sin fin de lucro.

Por el contrario, la ruptura del contrato de trabajo cualquiera sea su causa, antes de la finalización del ejercicio económico, confiere al trabajador saliente el derecho a un reparto proporcional al lapso laborado durante el mismo.
Hemos oído todo tipo de comentarios sobre este proyecto.

Sus propiciadores, además del proclamado cumplimiento de la Constitución y de obvias razones distribucionistas, afirman que:

Un buen número de países desarrollados y emergentes cuenta con sistemas análogos.

Favorece el incremento de la productividad y el compromiso del trabajador con la empresa.
 
Disminuye el ausentismo.
 
Sus detractores alegan que:

La cláusula constitucional es programática pero su operatividad depende de condiciones económicas aún no verificadas en el país.

Perjudicará la inversión genuina.
 
Acentuará el poder de los sindicatos.
 
Como puede apreciarse hay materia para la reflexión. Por nuestra parte, manifestamos una sincera aspiración: Que el mar de fondo no se transforme en tsunami.

viernes, septiembre 24, 2010

Informe Económico Semanal del Banco Ciudad


La semana pasada el Poder Ejecutivo envío al Congreso el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional 2011, contemplando un escenario macro que (a diferencia de otros años) se encuentra bastante en línea con el consenso del mercado, sobre todo en materia de crecimiento económico (+8,9% en 2010 y +4,3% en 2011). Algo similar ocurre con las previsiones del tipo de cambio, donde no se esperan mayores sobresaltos, con una depreciación nominal del 5%.
Entre los números macro, la principal discrepancia viene por el lado de la inflación, donde se mantiene la abismal brecha observada entre los indicadores públicos y privados. Esta ya clásica discrepancia impacta en las estimaciones del PIB nominal (+15% a/a), que tienden a subestimar su verdadero ritmo de aumento (cercano al 30%, si se considera un crecimiento económico del 4%/5% y una inflación del 25%).
Por el lado de los recursos, las proyecciones oficiales no parecen mostrar una subestimación tan marcada, a pesar del PIB nominal utilizado. La previsión para este año se encuentra bastante en línea con nuestras proyecciones y las de buena parte del mercado. Asimismo, según nuestros cálculos, en 2011 los recursos tributarios podrían ser $10.000 millones mayores a los presupuestados, diferencia que si bien no es despreciable sería mucho menor que en años anteriores (para tener una idea de magnitudes, el Presupuesto aprobado el año pasado terminaría subestimando los ingresos tributarios de 2010 en casi $47.000 millones).
La diferencia más importante viene por el lado del gasto, que según nuestros cálculos estaría subestimado en $50.000 millones en 2011. Las proyecciones para el año próximo contemplan un crecimiento nominal de sólo el 17% (caída de 8% en términos reales, computando una inflación del 25%), atribuible casi en su totalidad al arrastre estadístico de los aumentos dispuestos este año. Este escenario resulta poco creíble en función del calendario electoral de 2011. Para cumplir con la pauta presupuestaria, los pagos por remuneraciones y prestaciones de la seguridad social deberían aumentar menos de 10% entre puntas, con una dinámica completamente desfasada tanto de las paritarias proyectadas para el próximo año como de la aplicación de la ley de movilidad previsional.
Además de ignorar el sesgo electoral de 2011, la “contabilidad creativa” subestima los gastos de capital. El presupuesto no parece tener en cuenta aumentos en el gasto de capital por las elecciones, proyectándose un aumento de 24%, bien por debajo del 53% registrado en 2009. Por otra parte, el articulado del proyecto autoriza al Ministerio de Planificación a otorgar avales para garantizar obligaciones destinadas al financiamiento de obras de infraestructura hasta USD 18.180 millones (equivalentes a $70.000 millones o 4,3% del PIB). De esta forma, lo que debería considerarse un gasto se lo contabiliza como deuda potencial por debajo de la línea, subestimando aún más las erogaciones de capital.

miércoles, septiembre 22, 2010

Carlos Germano, en Construcción Plural

Diálogo con el consultor de opinión pública CARLOS GERMANO, en Radio Cultura:


"El reto público de Néstor Kirchner no fue sólo a (Daniel) Scioli, fue dirigido también a los intendentes bonaerenses, que son jefes territoriales, en el sentido de que Kirchner prioriza la Presidencia vía colectoras más que los armados locales".


"Que Scioli rompa con el kirchnerismo es una posiblidad, hoy es un precandidato a presidente de la República".

"Hay tres líneas en pugna en el PJ bonaerense: los intereses del proyecto presidencial de Néstor Kirchner, los intentos de consolidar el poder político de parte de Hugo Moyano y la defensa territorial férrea de los intendentes del Gran Bs. As. Son tres líneas paralela, pero con intereses distintos".

"Hoy Hugo Moyano está de presidente del PJ bonaerense a contramano de los interes de Néstor Kirchner, no pone contento al ex presidente esta situación partidaria en la pcia de Bs. As. Moyano tiene un proyecto propio de poder". 

"En 2003, el 22% de Kirchner a nvel nacional como candidato presidencial fue aportado en un 44% por los votos que consiguió en la pcia. de Bs. As.".
  

Riesgos del Trabajo, Temas Fundamentales, del Dr. Horacio Schick.

Ya salió la tercera edición ampliada y actualizada -suma 300 páginas más- del libro Riesgos del Trabajo, Temas Fundamentales, del Dr. Horacio Schick, abogado laboralista y docente de posgrado de la Maestría en Derecho del Trabajo y Relac. Internac. de la Universidad de Tres Febrero

Revistas políticas de cierre de septiembre

El Dr. H. Schick en jornada sobre Riesgos del Trabajo

El Dr Horacio Schick será expositor en una jornada académica sobre Riesgos del Trabajo que se desarrollará el próximo 13 de octubre entre las 14 y las 18 hs. en el teatro IFT, Boulogne Sur Mer 549.
Para informarse: 4372 9257 / hschick@estudioschick.com.ar

martes, septiembre 21, 2010

A propósito de Aerolíneas Argentinas

Por Pedro Andrieu  

Profesor titular consulto de la UBA / ex secretario de Estado / ex consultor de organismos multilaterales).


Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri. 


La presidente de la Nación pidió anteayer en el acto en Aeroparque por la entrega de los dos primeros aviones adquiridos a Embraer por parte de Aerolíneas Argentinas que los distintos gremios aeronáuticos no paralicen el servicio de la línea de bandera nacional.

Sin embargo, dicho reclamo debió haber sido una exigencia previa y contractual con el personal de Aerolíneas, antes de gastar un solo dólar en reequipamiento.

Cuando con el legendario ex presidente de Aerolíneas, Comodoro Guirales, lamentablemente ya fallecido, procuramos 10 años atrás tratar de encontrar una salida a la ya entonces quiebra inminente vía el mal llamado Comité de Notables con el que la Honorable Cámara de Diputados de la Nación nos designó, nos encontramos con que nadie, ningún inversor, ninguna otra aerolínea, ni nacional ni extranjera, quería saber nada de hacerse cargo de Aerolíneas.

Además de sus déficits, ineficiencias, desorden, mal servicio, robos crónicos, nadie quería tener que lidiar con 7 gremios que se pelean entre ellos, y en el caso particular de los pilotos, asimismo, la interna entre los de Aerolíneas y los de Austral por los aviones, la antiguedad, etc. Resultado de todo ello, son las huelgas que motorizan dejando a la gente varada, a cada rato, razón por la cual el usuario vuela en Aerolíneas, si no le queda otra...

Así las cosas, hace una década, se hizo venir y presentar un plan, al ex comandante y para entonces consultor de United Aerolíneas, quien presentó un proyecto similar al que había salvado a United de la quiebra: se le dio al personal la mayoría del paquete accionario y con ello el control de la aerolínea, a cambio de que aceptara reducciones salariales, y cambios en el régimen de trabajo, adaptándolos a las posibilidades y necesidades de la tecnología de ese entonces.

Los sindicatos de Aerolíneas, y en particular los pilotos -que se fueron a España a negociar por las suyas, sin ningún mandato de nadie, y a espaldas nuestras, y nada consiguieron- no aceptaron asumir responsabilidad alguna por Aerolíneas... buscando que el Estado los mantuviera, sin importar si se volaba o no... si el servicio servía o no y era bueno, o no.

En EE.UU., el personal de United aceptó ese plan: lo que perdía en baja de salarios lo recuperaba en participación en las ganancias, si el plan resultaba exitoso... la alternativa era quedarse sin trabajo.... el personal lo aceptó.... y no solo no hubo quiebra, sino que no hubo paros nunca mas... y United se recuperó, fue creciendo más aún, y ahora acaba de convertirse en la aerolínea más grande el mundo, a través de su fusión con Continental Airlines.

En el interín, las aerolíneas europeas de origen estatal se fueron fusionado con lo cual dejaron de ser públicas: la Sabena belga desapareció, la KLM holandesa se fusionó con Air France que tomó también el control de Alitalia, la Lufthansa alemana se fusionó con otras, y hace poco, Iberia -en cuyas desgraciadas manos cayó Aerolíneas a su hora, mediante un acuerdo político entre Carlos Menem y Felipe Gonzáles que "costó" 70 millones de dólares,  cuando nadie se presentaba a la licitación para privatizar Aerolíneas- se acabó, al unirse con British Air, compañía privada.

Varias aerolíneas de EE.UU. también desparecieron, con Pan Am a la cabeza, y las demás se fusionaron con American Airlines. Hubo muy pocas otras sobrevivientes en el durísimo mercado donde los aviones son cada vez mejores tecnológicamente, y en nivel de ruido, etc, y en seguridad, y mas económicos en consumo de combustible.

El incesante aumento de los precios del petróleo -y con él el del JP1, combustible de los jets a lo largo del tiempo- es el enemigo principal, y si no se logran ahorros de costos por el aumento de la eficiencia en los demás aspectos, por las economías de escala por las fusiones, etc, serían necesarias tarifas impagables para los pasajeros comunes.

En América Latina, quebró primero VIASA venezolana en manos de Iberia, más tarde la brasileña Varig -la mayor aerolínea de la región y la que contaba con el prestigio internacional más alto, y Lula no movió un dedo para evitarlo- y hace muy poco, días nomás, casualmente el día en el que yo tenia que volar a México en ella, Mexicana llegó al borde del precipicio y comenzó a paralizar sus vuelos. El gobierno de México no se inmiscuyó, y finalmente se hizo cargo un grupo privado, por dos pesos con cincuenta... y habrá que ver como sigue esa historia. 

Mientras tanto, LAN Chile privatizada continuó creciendo, y también LAN Argentina y luego LAN Perú, y hace pocos días comenzó a fusionarse con TAM, la empresa brasileña privada que reemplazó a Varig como la mayor de ese país, con lo cual se conforma por lejos la mayor aerolínea doméstica e internacional latinoamericana.

Mientras tanto, nosotros, que hay que reconocer que somos gente que mantiene su conducta, siempre en contra de la experiencia, aún de la propia, de LAFSA estatal, que jamás llegó a volar y pagó salarios a cientos de personas durante años. Y de lo que sucede en el mundo, y en la región, nos damos, en el mejor estilo maradoniano, unos lujos bárbaros.

En Aerolíneas, sin siquiera poner en claro la situación legal de la empresa, quién es el dueño actual -con lo cual habrá que ver si y cuánto se termina pagando a los tránsfugas hispanos por la estatización no legalmente concretada- se designa a su frente a gente sin experiencia ni conocimiento alguno del tema, ni la más pura idea de qué se debería hacer, y se gastan y comprometen varios miles de millones de dólares en la compra de aviones, adquiriendo los más caros, sin explicaciones creíbles de por qué los aviones de los vuelos internacionales estaban llenos por asientos usados por el personal, que posee derechos a vuelos gratis acumulados,  algo verdaderamente insólito, donde un se pregunta en qué país sucede algo así... 

Tampoco no se fusiona a Austral con Aerolíneas a fin de unificar su equipos de vuelo, con los ahorros de mantenimiento, repuestos, etc., ni tampoco se procede a privatizar Austral, con lo cual, aún como mal menor, se establecería algún tipo de competencia doméstica, algo imprescindible como elemento de control sobre Aerolíneas. Hoy sólo existe LAN Argentina en unas pocas rutas con las mayores frecuencias. Hoy ni siquiera en los países latinoamericanos hay ya monopolios.  

Se argumenta que Aerolíneas debe volar a rutas de fomento, como primer punto, actualmente en todo el mundo esas rutas se atienden con aerolíneas con aviones pequeños, que vuelan como feeders, desde esos orígenes, a los aeropuertos más cercanos donde hay tráfico normal suficiente, que actúan como hubs, y allí se transborda a los vuelos y aerolíneas principales. En ningún lugar del mundo se hacen vuelos directos en largas distancias y con pocos pasajeros en aviones grandes, ello requeriría subsidios enormes e irracionales.

En Argentina, esos destinos fueron cubiertos tradicionalmente por LADE, Líneas Aéreas del Estado, con aviones de transporte militares y dotaciones militares. Guiraldes fue el piloto del primer vuelo de LADE, en un Junker alemán, el primero que aterrizó en 1940 en Esquel. LADE todavía existe pero opera muy limitadamente. Y hay aviones militares parados, y cientos de pilotos y dotaciones que no vuelan por falta de aviones, que bien podrían volar a costo cero, y al menos mantener algún entrenamiento, cubriendo los vuelos feeders desde y a los hubs para destinos con pocos pasajeros, por ejemplo, la ruta Esquel-Bariloche. 

Irónicamente, hace algunos días se habló, y luego quedó en la nada, de una posible fusión de Aerolíneas con la aerolínea nacional (militar) ecuatoriana.

¿Puede o debe, esta Argentina de hoy con millones de trabajadores en negro, desocupados, subocupados, pobres, indigentes, y millones de jubilados con pagos por debajo de la línea de pobreza, gastar miles de millones de dólares en aviones caros para Aerolíneas, para que de el servicio que da, los días que no hay ningún paro? 

Si se quiere, alternativamente, no seria mejor usar a eso miles de millones de dólares para pagarle al Club de Paris, y reabrir así el acceso al financiamiento de los equipos que la industria nacional necesita para expandirse con tecnología moderna, y crear puestos de trabajo que el país necesita desesperadamente, cuando hoy sólo dos industrias -la automotriz y la siderurgia- son las únicas que exportan, y que aumentan su producción, pero no generan mayormente empleo. 

Sigamos así, navegando en contra de lo que se hace en todo el mundo,  y en los últimos años también en la región (ni Hugo Chávez resucitó a la Aerolínea Venezolana), que vamos bien, tan bien como nos fue en el reciente Mundial de Fútbol creyendo en la nuestra.  

Alimentos y especulación

Por Julio Gambina - Economista / Prof. de Economía política en la Univ. de Rosario / miembro de CLACSO

Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri.


Publicado en el diario BAE

Los precios internacionales de los alimentos retomaron una lógica alcista, en el mismo sentido del ciclo previo entre el 2007 y el 2008. Las razones se derivan principalmente de la especulación financiera en las principales Bolsas agrícolas del mundo: Chicago, New York y Londres.

En el 2007 fue la crisis de las hipotecas lo que llevó a los especuladores a desarmar sus posiciones en paquetes tóxicos de préstamos incobrables para posicionarse en materiales primas, productos agrícolas, ganaderos, petróleo y otros minerales, haciendo subir los precios en forma alarmante.

La recesión mundial del 2009 hizo bajar los precios, pero a la primera señal de recuperación en este 2010, los precios internacionales retomaron impulso, aún no en el techo alcanzado en el 2008, pero ya mayores a los instalados en el piso del 2007. El temor a la depresión frenó la especulación y limitó el escenario inflacionario, que amenazaba con reinstalar el estancamiento con inflación.

Ahora vuelven a subir los precios del maíz, del trigo o la soja, y la especulación de negocios a “futuro” explica una parte importante del curso alcista. La rueda especulativa continúa definiendo el ciclo de acumulación de capitales a escala y global, y no importa que la FAO señale que 1.020 millones de personas sufren hambre en el mundo. Si el miedo a los préstamos tóxicos elevó el interés en la especulación con alimentos, la recesión morigeró las ansias por ganancias rápidas, hasta la gigantesca intervención estatal para el salvataje de empresas en crisis, lo que determinó el reinicio de la burbuja especulativa, de nuevo con alimentos.

Resulta curioso verificar el hambre en simultáneo con el incremento de la capacidad productiva de la sociedad contemporánea, salvo que asumamos que el objetivo del capitalismo no pasa por satisfacer necesidades de las personas, sino resolver ganancias, acumulación y poder del núcleo empresario concentrado en la rama de la alimentación. Esa es la razón de la ampliación productiva alimentaria y el récord de hambrientos globales.

Pero es interesante interrogarse sobre quién resulta beneficiario de esos precios en alza, porque una respuesta rápida puede inducir a pensar en los países productores y exportadores de esa producción alimentaria. Sin embargo, con la lógica de dominación en el capitalismo contemporáneo, ya no sólo cuenta la propiedad de la tierra (privada o estatal), sino el manejo del paquete tecnológico que define la producción específica. Es lo que ocurre en todas las ramas de la producción primaria en el país y en el mundo, donde las transnacionales en diferentes sectores de la agricultura, la ganadería, los combustibles o la minería son quienes marcan el rumbo y se apropian del grueso de la facturación.

Con lo cual nos encontramos con un cuadro de situación donde el precio internacional de los alimentos tiene un componente especulativo, resuelto en Bolsas y bancos que administran los mercados de capitales mundiales y por otro en el proceso de producción monopolizado por transnacionales.

En contrario, los países exportadores o importadores sufren con empobrecimiento y deterioro de la calidad de vida. En los primeros por la orientación creciente a la monoproducción, desalojando la producción familiar diversificada y concentrando la tierra y la producción en función de una demanda mundial sesgada hacia mercados con capacidad de consumo. En el caso de los segundos, por imperio directo del encarecimiento de alimentos destinados al consumo familiar, recreando un ciclo vicioso de empobrecimiento.

Un argumento sostenido relativo al incremento de los precios internacionales alude a la mayor demanda de países altamente poblados como la India y China, que a su vez manifiestan tasas de crecimiento superiores a la media mundial en los últimos años, especialmente durante la crisis mundial actual. Siendo cierto, no explica el caso chino, con tasas de crecimiento promedio del 10% acumulativo anual por tres décadas, sin incidir desde entonces en la mayor producción, comercio y alza de precios.

El componente especulativo a nivel mundial se extiende con fuerza a la salida de la crisis de rentabilidad de los años ’70 y se potencia en los ’80 y ’90 con capacidad de generalizar sus efectos más allá de las finanzas y extenderse a diferentes áreas de la producción. Es que la especulación con dinero se extiende en simultáneo con un proceso creciente de mercantilización de la vida que lleva la negociación en títulos a toda la esfera de la producción material. Se trata de un momento en el que la calidad de satisfacer necesidades básicas alimentarias es transforma en búsqueda de valorización de los capitales invertidos. ¿Hasta cuándo soportará la sociedad la primacía de la especulación y la concentración por sobre las necesidades alimentarias de la población?

lunes, septiembre 20, 2010

Thomas Jefferson y el sistema judicial

Por Israel Lotersztain 

Master en Historia de la Universidad Torcuato Di Tella / Ex Profesor de Física de la UBA, de la Universidad de Birmingham) / Ex Director de Investigaciones del INTI).

Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri.


     Junto con George Washington Thomas Jefferson es merecidamente considerado uno de los  “Padres de la Patriaen los Estados Unidos, o sea uno  de aquellos prohombres llamados “fundacionales, que elaboraron (aún con todas sus grandes falencias) un sistema básico de derechos, libertad y posibilidades de pacífica convivencia. Sistema y sociedad que contribuirían a atraer a sus costas a decenas de millones de seres humanos, como siguen siendo atraídos incluso hasta el día de hoy, aún frente a una crisis económica de extremada complejidad.

    Jefferson no solo fue el autor de la famosísima Declaración de la Independencia, con palabras absolutamente revolucionarias para aquellos años de fines del Siglo XVIII (“Es una verdad autoevidente que todos los hombres son creados  iguales,  y como tal están dotados de ciertos derechos inalienables, entre ellos el de la Vida, la Libertad y la búsqueda de la Felicidad…” ). Fue además uno de los redactores de la Constitución americana y el primer Secretario de Estado (Relaciones Exteriores) en el admirable gabinete que nombró George Washington. Pero además culminó su carrera cuando fue elegido como el tercer Presidente de los Estados Unidos, cargo que ejerció brillantemente y para el que fue reelecto por una mayoría abrumadora de los votantes.

    Pero Jefferson tuvo durante sus dos períodos enormes dificultades con el Poder Judicial que, hoy en la Argentina del 2010, vale la pena recordar y analizar. Y para ello debemos retrotraernos al primer gabinete de Washington y referirnos al enfrentamiento de Jefferson con otro hombre brillante que lo integraba: Alexander Hamilton, Secretario del Tesoro y responsable de las finanzas de la nueva Nación.


Dos proyectos de país, dos partidos políticos.

    En parte fue un choque de personalidades, pero además y claramente ambos tenían una idea absolutamente opuesta sobre el futuro deseable para los Estados Unidos. Jefferson, que provenía de la Virginia campesina, soñaba un país igualitario, de pequeños y medianos granjeros, básicamente rural, donde se le concediera o permitiera acceder a cada hombre a una parcela razonable de tierras para trabajar y progresar en base a su esfuerzo y dedicación. Imaginaba a los artesanos o pequeños industriales proveyendo a las necesidades de manufacturas de esa casi idílica sociedad, unidas a aquellos bienes que fuera necesario importar del extranjero. En ese proyecto de país el Gobierno Federal debía ser lo mas reducido posible, ocuparse meramente de las Relaciones Exteriores y la Defensa, y dejar a los Estados o mejor aún a los municipios el gobierno de sus ciudadanos. Como esa era su idea de una República y de una Democracia el partido político que se fue forjando en torno a tales ideales se llamó Republicano Democrático.

    Alexander Hamilton, con raíces políticas en la entonces ya comercialmente pujante Nueva York, imaginaba un futuro totalmente diferente para la nueva Nación. Aliado a los banqueros y los importantes mercaderes de entonces postulaba un país de grandes ciudades acompañadas de un importante desarrollo industrial y financiero. Para ello era necesario, en su visión, el aporte de capitales extranjeros, y tales aportes solo serían factibles en presencia y con la garantía de un gobierno central (Federal) suficientemente fuerte como para inspirar confianza. Y para dotarlo de los tan importantes recursos requeridos para ello, al estilo impositivo de la época, debían establecerse altos aranceles aduaneros a los bienes importados, lo cual tendría como ventaja adicional la de proteger a la naciente industria local. (Jefferson señalaba con razón que con tales altos aranceles se encarecían los bienes que consumían básicamente los menos pudientes). Y dada la convicción de Hamilton de la necesidad de un poder federal fuerte el partido político que se forjó en torno a sus ideas se denominó Partido Federalista.

    El primer enfrentamiento entre partidos en Estados Unidos tuvo lugar entonces en 1796 cuando Washington, contrariando las súplicas unánimes, cumplió con su afirmación taxativa de que no se presentaría jamás a un tercer mandato (nada en la Constitución le impedía la reelección indefinida, solo se lo impedía su convicción de que en ese caso los EEUU dejarían de ser una República). Los Republicanos Democráticos recién estaban en formación, por lo que tuvieron serias dificultades para presentarse en varios Estados. Los federalistas estaban mucho mejor organizados, y no era un secreto que Washington, si bien no se inmiscuyó para nada en la elección, simpatizaba con la idea de un Poder Ejecutivo central fuerte. El candidato natural de los Federalistas hubiera debido ser Hamilton, pero por muy diversas razones era fuertemente cuestionado en lo personal, por lo que debió resignar su candidatura en la de alguien claramente inferior en capacidad: la del vicepresidente de Washington John Adams, quien por un margen bastante ajustado (dadas las circunstancias adversas a la oposición) fue elegido Presidente.

    No vale la pena detallar aquí las diversas razones por las que el gobierno de John Adams fracasó rotundamente, no solo en su política interna sino también en política exterior. Y cuando Adams se postuló para la reelección, el Partido Demócrata Republicano, con la candidatura de Jefferson y bajo su firme liderazgo, obtuvo una neta y decisiva victoria, tanto para la Presidencia como en el Congreso. Y estaba claro para todos que con ella vendrían cambios de fondo en la política  de los Estados Unidos.

    Pero los federalistas decidieron no retirarse elegantemente. Durante los últimos días de su mandato aprobaron leyes creando diversos tribunales y sobre todo nombrando jueces de neta ideología federalista. Y sobre todo Adams, profundamente resentido, nombró a John Marshall Presidente de la Corte Suprema, quien no solo era un convencido federalista sino además un enconado enemigo personal de Jefferson.


El conflicto entre Jefferson y el Poder Judicial.

    Los dos períodos de Jefferson fueron realmente brillantes, en opinión unánime de los historiadores y del pueblo de los EEUU, quien lo reeligió entonces para el segundo mandato con más del 90% del Colegio Electoral. Bajó fuertemente los gastos, con ello pudo disminuir los impuestos, se abstuvo de intervenir en conflictos exteriores y redujo al mínimo al Ejército y la Armada. Posibilitó que los más humildes tuvieran acceso a las tierras públicas (en lugar de venderlas para generar fondos a los grandes capitales especuladores como proponía Hamilton) y con ello protagonizó lo que algunos historiadores califican como “la Revolución Democrática de 1800”.

    Y tuvo además un golpe increíble de suerte en su política exterior, cuando por una cifra irrisoria Napoleón le vendió la Luisiana, un muy vasto territorio francés que iba desde la frontera con Canadá hasta Nueva Orleáns en el sur, con lo que bruscamente el territorio de los Estados Unidos se duplicó, posibilitando aún más la política de reparto de tierras que Jefferson preconizaba.

    El Partido Federalista prácticamente desapareció, en parte por sus graves conflictos internos pero fundamentalmente por el desprestigio en que quedó debido al éxito de Jefferson. Pero su herencia, un Poder Judicial inspirado en su ideología, permanecía allí para enfrentar al Ejecutivo. El peor de todos, como era de esperar, era John Marshall, el cual, a título de ejemplo, cuando el Poder Ejecutivo intentó aplicar una ley para impedir que un juez asumiera en el Distrito Federal, simplemente la vetó por inconstitucional. Es mas, con ello sentó el precedente que rige desde entonces, que solo la Corte Suprema puede decidir en última instancia si una ley es o no constitucional. Pero no se limitó tan solo a eso: ante otra ley promulgada en el Estado de Georgia y cuando la parte que se consideraba perjudicada por la misma apeló a la Corte Suprema,  John Marshall la declaró inconstitucional, sentando el precedente (terrible en ojos de los Republicanos Democráticos) que un organismo del Gobierno Federal, la Corte Suprema,  tenía prelación y autoridad sobre los propios Estados.

    Jefferson intentó en un comienzo resistir esta ofensiva, y procedió a aplicar las armas que tenía a su disposición: la recusación mediante el juicio político en el Senado. Lo logró en primera instancia deponiendo a un Juez de New Hampshire, extremadamente federalista, pero cuyas sentencias y conducta eran tan arbitrarias que revelaban claramente una posible falta de cordura. Pero cuando quiso proseguir con un blanco más importante el Senado, que le era tan favorable, y en última instancia el mismo Jefferson, comprendieron que no era factible recusar a un juez meramente porque a uno no le gustaban sus sentencias. Se llegó entonces a una situación paradójica: la popularidad y los éxitos de la política de Jefferson eran cada vez mayores, y cada vez más se acentuaba la oposición a sus políticas por parte del Poder Judicial.  ¿Y que hizo entonces el tan poderoso y carismático Jefferson  para poder enfrentar a un Poder Judicial designado, como hemos visto, de apuro por un partido en retirada y que para colmo prácticamente había dejado de existir?

    NADA. No hizo nada, se resignó a gobernar vigilado por un Poder Judicial que le era claramente adverso y sumamente hostil en todas sus sentencias. Y sus sucesores, también convencidos Republicanos Democráticos, permitieron que John Marshall siguiera fijando una definida doctrina federalista a través del Tribunal Supremo por casi un cuarto de siglo, y que dejaría una impronta definitiva en la jurisprudencia del país. Es que si eran republicanos como proclamaban tenían que aceptar la separación de poderes, no les quedaba mas remedio.

    Y es curioso. Alguna vez comentamos que muchísimos historiadores americanos consideran que el mérito fundamental de George Washington no fue el haber comandado y vencido en la Guerra de la Independencia, o haber sido el primer Presidente y con ello conducido al país en tan delicados momentos, sino el haberse ido a su casa voluntariamente luego del segundo mandato. Así también en este caso los historiadores consideran que pese a los enormes méritos de Jefferson que enumeramos más arriba, el más importante fue precisamente el haberse resignado en su batalla contra el Poder Judicial. Washington con su retirada y Jefferson con su resignación sentaron las bases de un sistema republicano. Una República que por ello hasta pudo darse el lujo de tener presidentes mediocres, estúpidos, corruptos o, como el reciente George W. Bush, además sumamente peligrosos no solo para Estados Unidos sino para el resto del mundo. Pero la base republicana de la nación permaneció inalterable, y con ello el posible remedio.

    Dos comentarios para terminar. Como vimos Jefferson y sus ideas se impusieron clara y terminantemente sobre las de Hamilton… en el corto y mediano plazo. A largo plazo y como es notorio el Estados Unidos idílico que soñara Jefferson (que describe tan bien Sarmiento en su libro de Viajes, y que el sanjuanino entusiastamente admiraba) cedió frente al pragmático país imaginado por Hamilton.

Por último ¿qué nos motiva a recordar todo esto, cuando en Septiembre de 2010 Argentina parece enfrentar un conflicto similar de poderes? Creo que son válidas más que nunca las ideas del historiador hebreo Flavio Josefo expresadas en sus “Antigüedades judías” escritas alrededor del año treinta del primer siglo DC. Reflexionando sobre las motivaciones para escribir Historia. Flavio Josefo afirma:

“Así mientras unos se lanzan a esta rama de la Cultura para exhibir su habilidad narrativa y adquirir la consiguiente fama, otros aportan, hasta más allá de sus fuerzas, el esfuerzo inherente a la obra para halagar a algunos personajes de los que trata el texto. Y los hay que se ven obligados por la propia fuerza de los acontecimientos en cuya realización ellos mismos participaron, a recogerlos en un escrito que de cuenta de ellos. POR OTRO LADO SON MUCHOS LOS IMPULSADOS POR IMPORTANTES Y UTILES HECHOS QUE PERMANECEN IGNORADOS, Y POR ELLO DECIDEN DIVULGAR LA CORRESPONDIENTE HISTORIA PARA BIEN DE TODOS".