Memorias de la profesión periodística 3
Se va la tercera, .con Tío Bernardo y don Alfredo vuelve a ser protagonistas estelares ...
Yabrán
Por Héctor Yemmi
ex productor periodístico de Bernardo Neustadt
Apareció cuando se abrieron las puertas metálicas del ascensor. Su cabellera blanca, sus ojos celestes y su sornrisa lo hacían un tipo entrador. Ya lo habíamos visto en Defensa 570, las antiguas oficinas de Berni, pero nunca había visitado las nueva, que tenía una habiotación para Bernardo con piso de criostal y abajo piedras blancas y las paredes enteladas. Si no fuese por lo cargado de la decoración. Un lujo. Inmensa oficina con vista al rio y la ciudad. Decían que era un regalo de Gastaldi. Claudia Cordero la había decorado, y como quedaba en claro, tenía menos idea de como se trabajaba en un producción que solo para hacer un comentario debíamos caminar cincuenta metros. Pero era un lujo, cursi, pero lujo al fin. Quien después no enteraramos era Alfredo no había venido a la inauguración, donde si asistieron Menem y Cavallo y se sirvió un espectacular menú organizado por la gente del Sheraton.
Alfredo era extraño, para que mentir?, siempre Berni pedía hablar con Alfredo para organizar sus viajes al mundo, hablabamos con su secretaria y ella se encargaba de todo. Debe tener una agencia de viajes... nos decimos entre los productores. Alfredo aparecía siempre con cosillas de free shop, un perfumito, un juego de tocador de plata (horrible) para las mujeres y algún bolsito, de los caros para otras de la mujeres. Alfredo estaba vinculado con distintos periodistas, alguno que hacían comentario empresariales, y otros que solo usaban su avioneta particular para viajar a ala chacra de Berni a Punta del Este.
Todo estaba perdiendo su brillo y Cavallo se había obsesionado con Yabran, a tal punto que se cuenta citó a un productor a la ofician de su abogado y lo gravó para hacerle escuchar a berni los datos que tenía sobre la relación Bernardo-Yabran.
Bernado se había obsesionado con el tema del correo, era un tema y Berni no lo tenía a Macri como dentro de sus amores, creía que el italiano era uno de esos empresarios que siempre había vivido del Estado.
Recuerdo que era tan tirante la relación Menem Cavallo en esos dias que Bernardo decidió invitarlos a ambos al programa de la tele, hasta guardé las copas donde brindaron. Bernaro tenía poder y lo barajaba a gusto y piacere. Y le interesaba el uno como el otro. Pero mas el uno. Al otro lo consideraba un traidor. Una vez expresó: "...lo cree y se me dió vuelta como Frankenstein.".
Todo el mundo político o que quisiera estar en él debía estar en Tiempo Nuevo y por las oficians desfilaron las Adelinas, las María Julias, los Portos, distintos periodistas como...como... un poco de compasión che!.
Era raro el asunto por un lado un dia venían a pedir laburo y Bernardo se los conseguía y antes de renunciarle a Menem, lo hacía primero con Bernardo.
Volviendo a Alfredo, ese día en la oficina estaba mal y venía a hablar con Berni, porque resulta que le pagaba a dos perioodistas jovenes que trabajaban juntos y uno de ellos habló mal de una empresa (que después me enteré que era de él) y al cuestionarlo y decirle...che flaco te pago cincuenta lucas por mes y me matás... el periodista le contestó--- " disculpeme pero yo d eusted no recibo un peso..." y Alfredo expresó... " ok, me parece que tu socio te está cagando...". La dupla se distanció.