domingo, febrero 26, 2006

EL TABLERO POLITICO - Dgo. 26/02/06

- Síntesis de los panoramas políticos de los principales matutinos de la ciudad de Buenos Aires publicados este domingo:

- Ejes temáticos:

Los analistas de "Clarín" y "La Nación" parecen en buena medida haber invertido sus roles. Morales Solá, habitualmente punzante y duro respecto al gobierno de Néstor Kirchner, modera sus críticas en una semana donde casualmente los censores de la gestión K han sido muy críticos a partir de la reforma al Consejo de la Magistratura. ¿Cuánto tendrá que ver con este "cambio de humor" del colega la entrevista que le dio el santacruceño y que da pie en gran medida a sus comentarios de este domingo? En tanto, Van der Kooy es quien se percibe en esta oportunidad más confrontativo con la administración kirchnerista (VER UN CONCEPTO: "Ha regresado el Presidente peleador y poderoso...Kirchner no es Carlos Menem. Pero ciertas situaciones se asemejan").
Morales Solá refiere en "La Nación" al remanido tema del conflicto con Uruguay a partir de la instalación de las dos plantas papeleras sobre la margen del río Uruguay, y la categórica victoria oficial en Diputados para sancionar sin cambios la reforma al Consejo de la Magistratura. El columnista del matutino de los Mitre, mencionado en forma peyorativa por el primer mandatario la semana pasada en el marco de su andanada contra "Clarín" y "La Nación", deja traslucir pareceres de Néstor Kirchner que bien se pueden percibir como "excesivamente racionales" tras una charla entre ambos, conceptos lejanos en muchos casos a las manifestaciones públicas del titular del Ejecutivo.
Naturalmente, Van der Kooy posa su mirada sobre las consecuencias políticas del logro del gobierno en el Parlamento y también en relacion al desencuentro con la administración de Tabaré Vázquez.
Moreno escribe hoy dos columnas en "Página 12", una sobre cada uno de los dos temas citados por Morales Solá. En este marco, destacamos la relacionada con el logro del kirchnerismo en el Congreso.

- Un concepto:

Van der Kooy, en Clarín: "Ha regresado el Presidente peleador y poderoso. Después de una tregua de verano, Néstor Kirchner se pareció otra vez a sí mismo: impuso de modo implacable, sin donaciones, la reforma al Consejo de la Magistratura; confrontó con varios actores aunque, sobre todo, le apuntó al periodismo. Ambas cosas trasuntan, como acontece desde la década del 90, desequilibrios y malformaciones de esta democracia...La recuperación económica le ha sacado un abismo de ventaja a la mejora de la calidad política e institucional después de haber sido superado lo peor de la gran crisis...Kirchner no es Carlos Menem. Pero ciertas situaciones se asemejan".
Morales Solá, en La Nación: "Néstor Kirchner insiste en que no se presentará a la reelección el próximo año. Nunca lo dice así, claramente. Ronronea. Cambia la mirada. Baja la cabeza. Al final, desliza: no puedo decir algo que no me creerán o que, en caso de que me crean, me sacará poder. Pero, ¿podrá sustraerse a la reelección después de haber visto a una oposición que se rindió “descalza y en calzoncillos”, según la acertada metáfora de López Murphy?".
Moreno, en Página 12: "“Por primera vez, quedó cristalizada institucionalmente la fuerza del Gobierno”, dijo uno de sus integrantes más destacados, al evaluar la aprobación de la reforma al Consejo de la Magistratura y al Jury de enjuiciamiento".

- Un dato:
Van der Kooy, en Clarín: "Quizás el Presidente podría tomar nota de algo: por lo menos dos de los cuatro jueces que nombró en esa Corte no aprueban los retoques en la Magistratura".
Morales Solá, en La Nación:
1 - "Kirchner tiene palabras de comprensión para el gobernador Busti, pero también de diferenciación con él. Yo me opuse a los hielos continentales en la época de Menem, pero fue una oposición solamente institucional. Jamás permití que se cortara en mi provincia una ruta a Chile. Uruguay cometió errores y la Argentina cometió el suyo, que es el corte de los puentes, explica. Está convencido de que los asambleístas de Gualeguaychú se han envuelto en una razón épica que los alejó de cualquier noción de sensatez".
2 - "¿Qué hará con las vacantes en la Corte Suprema de Justicia? Responde Kirchner: Me gustaría dejar la Corte con siete miembros. Nadie pudo explicarme nunca por qué es mejor que haya nueve jueces". (DATO REAFIRMADO EN SU COLUMNA HOY EN PAGINA 12 POR HORACIO VERBITSKY, PERO DESMENTIDO PUNTUALMENTE POR VAN DER KOOY EN CLARIN).
Moreno, en Página 12: "En un despacho contiguo esperaba a Alberto Fernández otro de los premiados, el titular del bloque Peronista Federal, José María Díaz Bancalari, a quien Kirchner recibirá mañana. El Presidente ingresó al antedespacho luego de participar de un acto en el Salón Blanco, saludó con cordialidad a los presentes y convocó al diputado para el lunes".



- Eduardo van der Kooy, "Clarín" - "Una batalla ganada, ¿otra perdida?":
(las negritas corresponden a destacados del matutino)
Ha regresado el Presidente peleador y poderoso. Después de una tregua de verano, Néstor Kirchner se pareció otra vez a sí mismo: impuso de modo implacable, sin donaciones, la reforma al Consejo de la Magistratura; confrontó con varios actores aunque, sobre todo, le apuntó al periodismo.

Ambas cosas trasuntan, como acontece desde la década del 90, desequilibrios y malformaciones de esta democracia. Kirchner disfrutó de su victoria por dos razones: consiguió mantener intacto el proyecto que había aprobado el Senado, inspirado por Cristina Fernández; dejó en una actitud incómoda, mezcla de impotencia y enojo, a la oposición. Ese espectáculo lo excita.

Reparó bastante menos, en cambio, en los beneficios reales que las modificaciones provocarán en el funcionamiento de la Justicia y en las sombras que las dudas que quedaron luego de la sanción en Diputados echarán sobre buenas obras anteriores, como la remoción de la Corte Suprema. Quizás el Presidente podría tomar nota de algo: por lo menos dos de los cuatro jueces que nombró en esa Corte no aprueban los retoques en la Magistratura.

Kirchner expone argumentos que no se podrían soslayar. La reforma fue consagrada en el Senado y en Diputados por una amplia mayoría. ¿No la tenía entre los diputados en diciembre? No. Pero por entonces el duhaldismo no se había terminado de descuajar como ocurrió más tarde. ¿Aquel disciplinamiento político fue posible gracias a concesiones económicas? Puede ser. Pero esgrimirlo como causa única sería ignorar un axioma de la historia peronista: nadie desafía a un Gobierno propio que acumula poder. Es el caso del de Kirchner.

Tal vez el problema del Presidente radique en su mirada inmediatista. Sigue seducido por los índices de popularidad que le marcan las encuestas. Pero esos índices están alimentados por el vigor con que continúa marchando la economía. Vale, y mucho, la recomposición del sistema productivo y social: pero una democracia requiere de otras vigas para asegurar su perdurabilidad. Las debilidades que hoy se ocultan detrás del PBI podrían quedar al descubierto en momentos de menor bonanza.

El Gobierno demostró en la discusión por la reforma un desprecio por la conciliación. La única vez que la intentó, fracasó: así le ocurrió a Cristina Fernández con los diputados del intendente de Córdoba, Luis Juez. Esa carencia fue el reclamo más atendible que se escuchó en las filas de la oposición y de las organizaciones sociales. Y aquella actitud no es nueva ni casual. Resulta difícil imaginar la reconstrucción de las instituciones si todas las acciones del Presidente fueran a seguir guiadas, de modo exclusivo, por estrategias de poder.

Los socialistas cuestionaron la reforma y participaron incluso de aquella fotografía de toda la oposición que enardeció tiempo atrás a Kirchner. El propio Gobierno los corrió. Pero varios de aquellos dirigentes comulgan con los lineamientos generales de la gestión oficial. En los últimos días un legislador de fuste le sugirió al Presidente la posibilidad de un encuentro informal con los socialistas. "¿Cómo van a votar?", inquirió el mandatario. No bien supo que lo harían en contra salió del paso con un "más adelante vemos...".

La oposición es también un problema de ese paisaje precario. Aquel acto de fuerza de fin de año para resistir a la reforma se deshilachó en días. Elisa Carrió y Mauricio Macri no pudieron arrastrar más que a un puñado de adherentes para protestar frente a los Tribunales. Algunas organizaciones sociales estuvieron solas la semana pasada delante del Congreso. El radicalismo tampoco es el guardián institucional inclaudicable que supo ser.

El radical Mario Negri, al refutar la desde ahora mayor influencia oficial en la Magistratura, afirmó que el sentido mayoritario del Gobierno se expresa en el Parlamento, pero no podría serlo dentro de ese organismo. La propia Carrió mencionó que el Poder Judicial es el único que actúa como contramayoría porque debe controlar a las mayorías. Pero esos fragmentos no terminaron de plasmarse nunca en un proyecto que forzara al poder.

La oposición exhibe algunas figuras, pero esas figuras están separadas y no logran atraer a la sociedad. El Gobierno es casi protagonista solitario. El peronismo, aun con sus matices y discordias, constituye la única fuerza que se despliega en el país. La recuperación económica le ha sacado un abismo de ventaja a la mejora de la calidad política e institucional después de haber sido superado lo peor de la gran crisis.

Kirchner no es Carlos Menem. Pero ciertas situaciones se asemejan. El ex presidente pretendió sustituir a la oposición confrontando cada vez que pudo con la prensa. Kirchner repite con riesgo el mismo tic. La semana pasada, por distintas razones, arremetió contra Clarín y La Nación. Al Presidente lo fastidian las noticias que escapan a su conocimiento. En cualquier Gobierno, por más hermético que sea, afloran proyectos e ideas que se convierten en decisiones o que también quedan en la nada. Aquella dinámica forma parte de la necesaria pluralidad y debate de la política. El periodismo debe indagar y si lo estima conveniente, divulgarlos.

Ese ejercicio, con aciertos y con errores, no representa ningún acto de oposición. Como tampoco lo representan las opiniones diferentes y antagónicas a las que pueda manifestar el poder. El periodismo no debería, sin embargo, sentirse parte del sistema institucional y cuando se tienta incurre en un serio error. Ese papel corresponde a los partidos políticos. Quizás el vacío existente induce a la confusión repetida de Kirchner.

El placer presidencial por la victoria política tiene también otra cara. Kirchner tuvo que poner su propio cuerpo para salir a flote y esa obligación denunció, mejor que nada, hasta qué punto la reforma generó controversia y reticencias afuera y adentro del peronismo. Cada ademán que el Gobierno haga hacia la Justicia quedará enfocado por una lupa gigantesca.

El Presidente no lo desconoce. Por esa razón empezó a cavilar sobre la Corte Suprema. Quedan en ese cuerpo dos vacantes por cubrir. Augusto Belluscio se jubiló en setiembre del año pasado. Antonio Boggiano resultó destituido por el Senado el mismo mes, aunque tiene presentada una apelación en la Corte de conjueces. ¿Podrían fallar su reincorporación? Las opiniones en ese ámbito están divididas. Pero el regreso de Boggiano sería una afrenta política para Cristina Fernández. Por otra parte está latente la ida de Carlos Fayt, quien ha superado el límite de edad.

Kirchner repasó varias veces la última semana nombres de posibles candidatos. Pero ninguno le convence. Toma como vara de medida a Raúl Zaffaroni, Carmen Argibay o Elena Highton. ¿Podría ser la reducción del número de miembros una solución? Tampoco lo cree. Debería sobrellevar las sospechas que agitará la oposición de haber edificado una Corte a su medida. Además, hay temas vitales pendientes a los cuales todavía les hacen falta votos: por caso, el de la pesificación. El Presidente anda por un laberinto.

No es el único. El conflicto por las papeleras con Uruguay se agrava. Es cierto que las cosas permanecen, con más y con menos, igual que días atrás. Pero el inmovilismo y la impotencia de las dos orillas le otorgan mayor dramatismo. Kirchner ha resuelto no responder la carta que le envió Tabaré Vázquez. ¿Un capricho? El Presidente está muy desencantado con el mandatario uruguayo, pero aquella omisión posee otros motivos.

El Gobierno no quiere como pretende Uruguay —la carta es taxativa— que el pleito se instale en la agenda del Mercosur. Esa misiva plantea una protesta por los bloqueos fronterizos que empiezan a impactar sobre la economía uruguaya. Pero no menciona la construcción de las papeleras. "El problema para la Argentina es ése. O abordamos ambos temas al mismo tiempo o cualquier salida se torna imposible", comentó uno de los hombres que más dialoga con Kirchner.

Tabaré le dio mayor injerencia en el manejo del conflicto a la vicecanciller, Belela Herrera, mujer de su confianza y relegó el papel del socialista Reinaldo Gargano. Entre tanta tensión siempre alguna cuerda se suelta: un senador oficialista —Jorge Saravia— propuso la enseñanza de defensa nacional en los liceos de Uruguay, incluyendo el manejo de armas, en previsión de algún estallido entre los dos países. Su propio Gobierno lo descalificó.

Las empresas han comenzado a moverse para destrabar lo que no consiguen los gobiernos. Botnia y ENCE contrataron en la Argentina a un conocido estudio de abogados. Uno de ellos se entrevistó con un ministro para conocer de cerca la postura del Gobierno. Luego de una hora se retiró entre preocupado y escéptico.

El silencio de Kirchner y Tabaré sigue siendo incomprensible y temerario. ¿Tanto resentimiento acumuló ese vínculo para impedir un diálogo rápido y franco? Sería aventurado hoy predecir cómo evolucionará el conflicto. Será demasiado tarde, si algo impensado ocurre, para cualquier arrepentimiento.

- Joaquín Morales Solá, "La Nación" - "Qué piensa Kirchner después de la victoria":
Néstor Kirchner insiste en que no se presentará a la reelección el próximo año. Nunca lo dice así, claramente. Ronronea. Cambia la mirada. Baja la cabeza. Al final, desliza: no puedo decir algo que no me creerán o que, en caso de que me crean, me sacará poder. Pero, ¿podrá sustraerse a la reelección después de haber visto a una oposición que se rindió “descalza y en calzoncillos”, según la acertada metáfora de López Murphy?

“No tengo nada personal contra nadie, ni siquiera contra los periodistas más críticos”, subraya. “A veces, sólo me divierto”, agrega. Hace una aclaración: sí tiene una cuestión personal contra un periodista, porque siente que lo calumnia.

Se divierte, es cierto. El número de votos con que contaba el oficialismo, antes de la votación, era un secreto similar a una clave nuclear. La paliza a la oposición fue notable. Algunos radicales, ciertos duhaldistas, varios macristas, algunos aliados de López Murphy, todos terminaron sufragando la victoria presidencial. ¿Tiene toda la razón por eso? Kirchner cree que sí.

Lo que tiene, sin embargo, es una reforma con legítima aprobación parlamentaria. Las mayorías y las minorías son siempre -o pueden serlo- circunstanciales. ¿Por qué no buscó el consenso para un asunto constitucional, como lo es el Consejo de la Magistratura?

Lo busqué. Cristina y Alberto Fernández les ofrecieron a los diputados de Luís Juez que la oposición, y no sólo ellos, propusieran una modificación al artículo sobre las representaciones. La respuesta de la oposición fue que era un ardid nuestro para que el proyecto volviera al Senado y aprobara el proyecto original con los dos tercios. Había mucha desconfianza. La respuesta es de Kirchner.

No se ha tocado nada inmaculado: el Consejo de la Magistratura no andaba bien. El Presidente dice que el mejor discurso de la oposición lo pronunció el ex ministro Jorge Reinaldo Vanossi. Vanossi padeció al Consejo, cuando fue ministro de Justicia, en carne propia.

Kirchner quiere un Consejo con mayor representación política y la reforma le da al oficialismo, además, la posibilidad de trabar las destituciones y las designaciones de los jueces. Esta clase de organismos se han creado en otros países precisamente para menguar, o directamente anular, la injerencia del poder político sobre la justicia. El debate se ciñe entonces a si es la política o si son los jueces y abogados los que conducirán la justicia.

Kirchner llama a estos últimos las viejas corporaciones. Se sigue divirtiendo. ¿O lo nuevo son las viejas y más rancias caras del duhaldismo que lo apoyaron? Hay que escuchar a Kirchner y a López Murphy, por separado desde ya, para advertir que suelen coincidir en más cosas de las que se cree. López Murphy no deja que el rencor enturbie su análisis: Es un potente adversario. No lo voy a subestimar, dice de Kirchner.

El Presidente se inclina ante su adversario: López Murphy es un hombre honesto y el único de la oposición que sabe de qué habla. La definición presidencial es anterior a aquella figura de López Murphy sobre la rendición opositora.

Los duhaldistas se han quedado sin ideas, sin liderazgo y sin expectativas de poder. Duhalde está encerrado en Montevideo, no atiende el teléfono ni lee los diarios, com abatido estado anímico. Algunos duhaldistas serán presidentes de comisiones importantes de la Cámara de Diputados, otros podrán ofrecer obras públicas en sus distritos.

El radicalismo había dado la impresión de una renovación incipiente. El presidente partidario, Roberto Iglesias, y los nuevos líderes parlamentarios son caras nuevas, con discursos más modernos y con trayectorias exitosas en la política.

El radicalismo se encargó de fagocitarlos en poco tiempo. Los gobernadores y los intendentes de ese partido se alejaron de Iglesias. ¿Los seduce Kirchner con sus orondas arcas públicas? Sí. Pero el problema no es sólo Kirchner; se cifra también en los que confunden el dinero con los principios.

Y la convivencia entre López Murphy y Macri se acerca peligrosamente a la imposibilidad. Todo eso explica que el número de votos haya sido un entretenimiento de Kirchner y una ignorancia de la oposición.

Uruguay. Kirchner no habla en público de ese conflicto con el país más cercano a la Argentina. El silencio es político, explica; y agrega: No quiero poner ni una coma más en la tensión que hay, no lo he hecho ni lo haré. Mi vocación es que la Argentina siga siendo solidaria con Uruguay. Es un mandato de la sociedad, además.

¿Quiere o no quiere las fábricas papeleras? Mi posición es no a la contaminación. Punto. Nadie puede negarle a Uruguay una inversión que significa el diez por ciento de su PBI, aclara.

Tiene palabras de comprensión para el gobernador Busti, pero también de diferenciación con él. Yo me opuse a los hielos continentales en la época de Menem, pero fue una oposición solamente institucional. Jamás permití que se cortara en mi provincia una ruta a Chile.

Dio orden de no aceptar la mediación de la OEA, pero no porque no confíe en su secretario general, José Miguel Insulza, una de las cabezas más inteligentes de América latina. Cree que la Argentina y Uruguay no necesitan de un tercero.

Uruguay cometió errores y la Argentina cometió el suyo, que es el corte de los puentes, explica. Está convencido de que los asambleístas de Gualeguaychú se han envuelto en una razón épica que los alejó de cualquier noción de sensatez. ¿No puede hacer él una gestión ante los revoltosos? No puedo pedir lo que no me darán, sentencia.

La solución podría estar cerca. Necesito 60 o 90 días de parálisis de las obras y poner las cosas en manos de los mejores técnicos ambientalistas del mundo. Debe encontrarse una fórmula de acuerdo con Uruguay sobre esas líneas. Sesenta días no son nada, trata de convencer. ¿Y Tabaré Vázquez? Tabaré Vázquez sigue siendo mi amigo y no quiero perjudicarlo, responde tajante.

Reconoce que este conflicto se ha convertido en Uruguay en una causa nacional; pondera la voz racional y contemporizadora del ex presidente Julio María Sanguinetti en cada una de sus apariciones públicas y, también, escritas.

Retumban los motores del helicóptero presidencial en la destemplada noche del viernes. ¿Qué hará con las vacantes en la Corte Suprema de Justicia? Responde: Me gustaría dejar la Corte con siete miembros. Nadie pudo explicarme nunca por qué es mejor que haya nueve jueces.




- Sergio Moreno, "Página 12" - "La institucionalización del poder oficial":

“Por primera vez, quedó cristalizada institucionalmente la fuerza del Gobierno”, dijo uno de sus integrantes más destacados a Página/12, al evaluar la aprobación de la reforma al Consejo de la Magistratura y al Jury de enjuiciamiento.

El presidente Néstor Kirchner reunió a sus principales centuriones parlamentarios el viernes a la mañana, para compartir con ellos el momento de la promulgación en tiempo record de la ley de marras. Además del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el ministro de Justicia, Alberto Iribarne, se sentaron a la mesa presidencial el presidente provisional del Senado, José Pampuro, el jefe de bloque de senadores, Miguel Angel Pichetto, el titular de la Cámara baja, Alberto Balestrini, y el presidente de la bancada oficialista, Agustín Rossi. Faltó el demiurgo de la ley, Cristina Fernández de Kirchner, quien acababa de llegar de unas vacaciones.

En un despacho contiguo esperaba a Alberto Fernández otro de los premiados, el titular del bloque Peronista Federal, José María Díaz Bancalari, a quien Kirchner recibirá mañana. El Presidente ingresó al antedespacho luego de participar de un acto en el Salón Blanco, saludó con cordialidad a los presentes y convocó al diputado para el lunes.

–Vengo como presidente del Partido Justicialista bonaerense –chicaneó Díaz Bancalari.

–¿Eso existe todavía? –respondió sonriente Kirchner, mientras daba la vuelta en dirección a su oficina.

El ánimo que campeaba el viernes en la Casa Rosada era distendido y flotaba una cierta satisfacción.

Díaz Bancalari tributó a que 18 de sus conducidos votaran a favor de la reforma, impulsado por el deseo de varios diputados duhaldistas de mostrarse propensos a sostener las políticas oficiales. El propio Presidente ayudó en esta empresa al abrazarse con un ex halcón duhaldista, el ex jefe de Gabinete de la presidencia de Eduardo Duhalde, Alfredo Atanasof.

“Ese saludo fue uno en medio de veinte que hizo el Presidente en ese acto. Atanasof supo utilizar bien esa foto. Si usted me pregunta si me gusta, le digo que no, que no nos gusta, pero eso ayudó bastante a conseguir los votos necesarios para aprobar esta reforma”, justificaba un destacado integrante del gabinete nacional.

–¿No se paga un costo alto por un par de votos? –preguntó Página/12.

–No lo nombramos en ningún cargo, no lo propusimos para algún lugar destacado en la cámara, sigue siendo un diputado raso, no fue premiado. Sólo fue la foto. Y su voto vale tanto como el de (Elisa) Carrió o (Mauricio) Macri –respondió la fuente.

Hay, en el oficialismo, quien sostiene que el costo ha sido alto, pero pasado el jueves, día de la votación en Diputados, las opiniones al respecto se han morigerado a la luz de la cantidad de votos obtenidos en el recinto. Una mirada pragmática muy cara al peronismo.

sábado, febrero 25, 2006

El temor a la competencia

Inquietante revelación a la revista Noticias de este fin de semana cuasi otoñal (al fin, basta de calor insoportable) de la modelo (?) Natalia Fassi (ex gat..perdón, noviecita de Carltos Tévez, se acuerdan?) para aquellos que amamos el éter...y peor aún para quienes ejercemos la profesión periodística, temerosos de la competencia.

Noticias: ¿Y cómo son tus días de veraneo?
Natalia Fassi: Duermo hasta muy tarde. Y me la paso con mi familia. De vez en cuando vamos a la playa y acepto una pocas invitaciones de amigos. Hago radio.
Noticias: Epa. Mirá qué bien. Entonces estás trabajando.
Fassi: Un amigo, Mike Cammeroni, tiene un programa en Pinamar, "Glamorama", y algunas noches lo acompaño en la conducción.
Noticias: ¿Te gusta tu rol de co conductora en el universo del éter?
Fassi: ¿La radio? Todo es mágico. Por ahí, en un futuro, estudio algo de periodismo y me lanzo. Estar en contacto con la gente me encanta.

Un país stone

Interesante abordaje del ensayista Fernando Iglesias en el matutino "La Nación" de hoy acerca de la vertebración entre los argentinos y el fenómeno de los Rolling Stones. (www.lanacion.com.ar/783758)

"Creo que ustedes, los argentinos, están locos. No hay nada similar en el resto del mundo, y no pasa sólo en la música. Por eso todos los músicos que conozco adoran tocar en Buenos Aires, pero también por eso los psiquiatras se forran los bolsillos con ustedes." La broma, que en labios de Joaquín Sabina quiso ser una ironía amistosa, se ha vuelto un diagnóstico impiadoso gracias a la coincidente visita de los Rolling Stones.

Piedras no rodantes sino voladoras de un lado, carros hidrantes del otro, gente sin entrada jugándose la vida por entrar apostando al desparramo, pasando por arriba no sólo de la policía sino de sus connacionales stones con entrada, decenas de heridos, cientos de detenidos... el rostro alucinante de la República Cromagnona, con su habitual carga de violencia, ineficiencia y descontrol, sacando su lengua (stone) afuera una vez más para mostrar, por si hiciera falta, cuánto solemos aprender los argentinos de nuestras más terribles tragedias.

También la coincidencia con las postrimerías del juicio político a Aníbal Ibarra es significativa; una ejemplificación de la cultura de la víctima que se ha tornado la versión local de lo políticamente correcto. Según su tesis maestra, quien sufre algún tipo de discriminación o injusticia tiene derecho, en este país, a todo. ¿Qué sucedería si alguien sugiriera que los padres de los menores muertos en Cromagnon, especialistas en pedir la silla eléctrica y en escupir a quienes no coinciden con ellos, y las madres que dejaron a sus hijos en la guardería del baño y hasta el inconsciente que tiró la bengala deberían afrontar sus responsabilidades penales? ¿Y no se ve esta cultura de la víctima en cada intersticio de la vida pública del país, desde la intransigencia de los piqueteros ecológicos de Gualeguaychú hasta los fanáticos stones que no pudieron o no quisieron pagar su entrada, pero se consideran con derecho inalienable a poner en riesgo el cuerpo de los demás por una noche de satisfaction rollinga?

Al fin y al cabo, ¿qué han hecho por la música los Stones? Diez temas muy buenos en una carrera de cuarenta años de la cual no se admira el talento musical, más bien escaso, sino la mezcla de su mueca de desafío al poder y pertenencia al jet-set, de pizza y champagne, de tapados de visón y tatuajes del Che y limusinas?

¿Qué exhiben en cada una de sus giras, si no su gusto por el tribalismo y su patética adolescencia eterna de sesentones que no saben crecer ni cambiar, de semidioses decrépitos que repiten para la gilada el mismo rito de siempre, cada vez más gastado?

¿Cómo asombrarse de que sea la Argentina el país del mundo en el que más se los venere?

jueves, febrero 23, 2006

Parecidos y rupturas

"Si lo que queremos es reemplazar a Kirchner por un esquema parecido, no le estamos dando una alternativa real a la sociedad", le dijo Ricardo López Murphy a la revista Debate.

Si la coherecia prima, la posibilidad de esta triple alianza de centro derecha -Mauricio Macri, Jorge Sobisch y López Murphy- en lo que al líder de Recrear depende, se dirige sin dudas al fracaso.

La respuesta del ex radical se expresa en esta pregunta del colega Néstor Leone en Debate:

En esa estrategia alternativa excluye taxativamente a Sobisch...
- Sería de una soberbia extraordinaria y presuntuosa de mi parte decir que veto personas. En realidad, lo que hago es delinear un marco de referencia bien preciso de lo que debe ser una coalición. Es una cuestión de programas y no de personas. Y en ese campo ha habido y hay discrepancias por cuestiones muy complicadas. Lo que digo es: si lo que queremos es reemplazar a Kirchner por un esquema parecido, no le estamos dando una alternativa real a la sociedad.

Cultura y Medios

Extracto de una entrevista de la prensa española a José Nun, secretario de Cultura del gobierno de Néstor Kirchner -y cabe acotar ex asesor de Elisa Carrió y uno de los más agudos analistas de la realidad argentina-, en ocasión de su visita a la Madre Patria.

Ministro de Cultura con el Gobierno de Néstor Kirchner, José Nun defiendie que la objetividad no es más que una idea ampliamente aceptada que, en el fondo, hace daño porque es la base del pensamiento único. De este modo, cree que lo deseable es la información alternativa, tan difícil en un tiempo de incertidumbre como el que vivimos.

Nun, que estuvo en Madrid en la presentación del nuevo digital Diario Hispano Argentino, considera que éstos medios coexistirán siempre con la presa escrita. Igual que en su día la Televisión no acabó con la radio.

Pregunta: ¿Considera que los medios digitales acabarán por desbancar la manera tradicional de enfocar de periodismo?

Respuesta: Yo diría que no. De la misma manera que cuando apareció la televisión parecía que iba a desaparecer la radio, y la radio está más fuerte que nunca.

En general yo creo que los medios se refuerzan, otra cosa es una diferencia técnica como la que hay entre los teléfonos celulares y los teléfonos fijos. Yo ahí sí podrían mis fichas en que en el futuro los teléfonos fijos van a desaparecer y los periódicos en papel van a dominar.

Pero, en lo que respecta una lectura, creo que la lectura de un diario va a ser complementaba y, en algunos casos, suplida por la lectura del diario digital pero que van a coexistir.

P: Sobre el mundo de periodismo en el que afirma que coexistirán distintos modelos, que lugar ocupa para usted la tan buscada objetividad

R: La objetividad no es más que una interpretación ampliamente compartida. Estas ideas son las que, al final conforman el pensamiento único, el mercado y Dios. Pero considero que es difícil elaborar discursos alternativos porque vivimos un tiempo de incertidumbre.

Por eso, yo deseo que se ponga en conocimiento de España, que después de 30 años de lucha por los derechos sociales en la Argentina, la situación de la que partimos es que dos tercios de las empresas son extranjeras. Además queremos que España nos ilustre en este sentido y aprendamos de su lucha contra males como el terrorismo y del periodo de transición.

Así podamos marchar contra la objetividad que tanto daño hace.

P: Entre el periodismo que se hace en España y Argentina existen ciertos matices que lo diferencias. Aunque siempre se han comparado Clarín con El País y La Nación con El Mundo.

R: La diferencia la encuentro viendo diarios como El País, que son bastante similares en su estilo a los argentinos porque se han retroalimentado. Y yo diría que La Nación es un poco más discreta que El Mundo y sobre todo lo que hacen es una distribución entre secciones. Hay secciones en La Nación que están claramente orientadas en una dirección distinta a las secciones políticas. Lo cual crea una sensación general de apertura importante.

Clarín es más oscilante que El País. Yo veo más coherencia editorial en El País que en Clarín. Digamos que lo de Clarín depende del día.

sábado, febrero 18, 2006

El fenómeno de los blogs

Un artículo de la edición digital del matutino "La Nacion" señala sobre este nuevo fenómeno comunicacional:

La palabra "blog" es mucho más que una moda. Son cuatro letras que dan nombre a uno de los fenómenos comunicacionales más extraordinarios de los últimos diez años. Estos espacios digitales (conocidos como weblogs, blogs o bitácoras) son definidos en Wikipedia como "sitios periódicamente actualizados y escritos con un estilo personal e informal que recopilan cronológicamente textos y/o artículos de diferentes temáticas de uno o varios autores, publicados en un orden cronológico inverso (el más reciente aparece primero), siempre conservando el autor la libertad de dejar publicado lo que crea pertinente".

Sólo en Technorati.com (uno de los mayores directorios de blogs del mundo), el término tiene 26.488 posteos. Detrás de este fenómeno, hay bloggers, que son las personas de carne y hueso que construyen los sitios a través de algunas herramientas completamente gratis ( Blogger.com y WordPress.com son dos muy utilizadas) y los actualizan con diferente regularidad a través de sus notas (post).

De acuerdo a los datos publicados en Sifry.com , el blog de uno de los fundadores de Technorati, se estima que los blogs se duplican cada 5 meses y medio, que Technorati ya "barre" la información de 27,2 millones de ellos, que 13,7 millones permanecen en línea después de 3 meses de su lanzamiento y que se alcanzó una cifra récord de un nuevo blog creado por segundo.

miércoles, febrero 15, 2006

Sobre planes económicos

Sobre nuestra referencia anterior acerca de que "como nunca" falta un plan económico entendido éste como un programa con visión de mediano y largo plazo, de acuerdo a lo que nos señalaba un economista de primer nivel, cabe una reafirmación en función de un artículo del último número de la revista Noticias.

Allí, la colega Cecilia Boufflet afirma que la ministra Felisa Miceli “tiene una agenda acotada” ya que las riendas macroeconómicas están en manos del propio presidente Néstor Kirchner, al tiempo que y sostiene que en su Ministerio tiene injerencia su colega de gabinete, Julio De Vido, a quien responden dos de los secretarios de la cartera económica. La nota recoge la declaración de una fuente que afirma que “Felisa no tiene programa, pero tampoco tiene un plan del día a día, salvo cumplir las órdenes presidenciales”.

martes, febrero 14, 2006

¿Plan? ¿Qué plan?

Entre tanta gestión presidencial para moderar el creciente ritmo inflacionario, un destacado economista me decía días pasados en off the record, y evitando blanquear su pensamiento al temer por ello después ser estigmatizado por la gestión K:

"Si cada tanto uno se plantea en Argentina qué plan económico ejecuta el gobierno de turno -es decir, si realmente existe un programa con metas de mediano y largo plazo- quizás el interrogante cabe hoy más que nunca".

domingo, febrero 12, 2006

EL TABLERO POLITICO - Dgo. 12/02/06

Síntesis de los panoramas políticos de los principales matutinos de la ciudad de Buenos Aires publicados este domingo:

Agenda temática

El conflicto con Uruguay por la instalación de dos plantas papeleras, el tema más meneado por la prensa en el verano ante una agenda liviana y que sobrepasó instancias ambientales para instalarse como un problema político entre dos de los socios del Mercosur, no falta tampoco hoy en los análisis dominicales. Pero sí concilia menciones con la revuelta petrolera en Santa Cruz que derivó en la muerte de un policía.

Una frase medular

Van der Kooy: "La violencia está, por ahora, sólo confinada en el sur. Pero los piquetes siguen provocando el caos urbano y malquistan, sobre todo, a los habitantes porteños que no fueron generosos con él en el momento de votar. Se reproducen las demandas salariales y demasiados conflictos van adoptando la metodología piquetera. Bañeros y vecinos de Mar del Plata cortaron el tránsito por los destrozos que la pleamar causó en varios balnearios. Se interrumpen calles y se interrumpen rutas".
Morales Solá: "Kirchner se equivocó cuando empezó a confabular con algunos piqueteros y éstos le ofrecieron sus gentiles servicios de apriete y de extorsión. Entonces fue, quizá, cuando se perdió la noción de una orilla entre el Estado y el delito".
Verbitsky: "Los 130 orificios de bala en una comisaría de la provincia de Santa Cruz no pueden considerarse en forma aislada de los insultos que desde la conducción de una de las entidades gremiales de los empresarios ganaderos se dirigieron contra el presidente de la República. Ambos episodios ocurren cuando se aproxima el 30º aniversario del último golpe militar, aquel que comenzó la remodelación quirúrgica de la sociedad argentina. El gobierno de Néstor Kirchner es el primero que en esas tres décadas ha afectado intereses de los capitales más concentrados".

Un dato

Van der Kooy: "Un número importante de esposas de policías militan hoy en la izquierda y organizan mitines en reclamo de mejores salarios para sus maridos. Un abismo separa el sueldo de los agentes —que dependen del Estado— del de los trabajadores petroleros".
Morales Solá: "Las papeleras se levantarán en Uruguay y lo harán en Fray Bentos. El desafío de los gobiernos consiste ahora en achicar los daños. Se está bosquejando una solución que podría disminuir hasta lo imperceptible los problemas del olor y del cloro, que son los principales".
Verbitsky: "La manera de redistribuir en forma sostenida y a salvo de zozobras los superbeneficios del crecimiento es la modificación de la estructura impositiva, volviéndola más progresiva. Lo que no se haga en estas circunstancias únicas será mucho más difícil cuando el crecimiento se reduzca a niveles menos excepcionales y aprovechen para ponerse en fila todos quienes tienen algún agravio contra Kirchner".


- Eduardo Van der Koor, en "Clarín" - "Kirchner, ante un dilema crónico":
(las negritas corresponden a destacados del matutino)
Ni la oposición en su instante de apogeo —cuando resistió la reforma al Consejo de la Magistratura— logró alterarle el verano a Néstor Kirchner como acaban de hacerlo los piqueteros violentos de Santa Cruz. Hay más que un simple trastorno pasajero: con el alineamiento del peronismo bonaerense en torno a su figura el Presidente obtendrá por vía de Diputados, salvo un imprevisto, el objetivo trazado en el campo judicial; en cambio nadie avizora que posea soluciones políticas para eliminar o morigerar aquellas formas mandonas de protesta social.

El Gobierno reaccionó como lo hizo otras veces. Aludió a un hipotético boicot o a un plan conspirativo. Kirchner afirmó, incluso, que el escenario elegido, su provincia natal, no fue una casualidad. ¿Existió tal conspiración? El Presidente y el gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, quedaron convencidos de que esos piqueteros duros buscaron con la revuelta la víctima que en estos años no tuvieron. Esa fatalidad les hubiera dado argumentos, a lo mejor, para tornar otra vez masivas las marchas en distintos lugares del país.
Las marchas vienen languideciendo en número aunque no en intensidad.

Informaciones de inteligencia aseguran que también se había detectado la posibilidad de un foco de agitación en Salta. Aníbal Fernández, el ministro del Interior, habló con el gobernador Juan Carlos Romero para alertarlo. El Gobierno le temía a una represión que pudiera terminar mal. Romero no comparte los mismos criterios de Kirchner y Acevedo sobre cómo afrontar aquellos desafíos.

Las creencias oficiales sobre el supuesto plan de la izquierda se nutrieron con otros datos de la realidad: esas agrupaciones, cuya base es el Polo Obrero, tienen sus expresiones más fuertes en el sur (Santa Cruz y Neuquén) y en el norte (Salta).

¿Pudieron ellos solos desatar semejante locura? ¿Pudieron haber cambiado el plan original por un asesinato a un policía que les arroja todavía mayor descrédito popular? Las opiniones en el poder se bifurcan. Acevedo está persuadido de que los manifestantes y los violentos eran todos de la zona. Quizá no de Las Heras, pero sí de Caleta Olivia o Pico Truncado. En el Gobierno conjeturan que hubo revoltosos que habrían llegado de otras provincias. ¿Todos de la izquierda? "Presumimos que sí", dicen. Sin absoluta fe.

Un conflicto de los petroleros no es ninguna novedad en Santa Cruz. Los pleitos que soporta Acevedo los tuvo también en su momento Kirchner. Pero aquel conflicto ganó hervor en un par de semanas más de lo aconsejable. El reclamo por las modificaciones impositivas y mejoras salariales se tradujo en enero en una drástica caída de la producción: de 500 mil metros cúbicos habituales descendió a 350 mil. Pero los directivos de las empresas petroleras advirtieron sobre la gestación de un clima de intimidación y amenazas. Incluso sobre sus familias.

La dureza suele ser también una característica de las luchas laborales en el sur. De allí el predominio de las posturas radicalizadas. Hasta resulta a veces muy complicado trazar una frontera entre quienes demandan de buena o mala manera y quienes deben proteger el orden. La realidad indica, por caso, que un número importante de esposas de policías militan hoy en la izquierda y organizan mitines en reclamo de mejores salarios para sus maridos. Un abismo separa el sueldo de los agentes —que dependen del Estado— del de los trabajadores petroleros.

Pero el problema grave está cuando los límites se esfuman. A fin del año pasado Acevedo tuvo un alerta sobre la posible incubación de violencia cuando ordenó detener a piqueteros que llegaron a Santa Cruz portando bombas molotov. Ahora se cuidó de cualquier provocación y recién luego de la tercera orden judicial dispuso el desalojo de los piqueteros. Pero nunca creyó que podía ocurrir lo que ocurrió. Más de 130 balazos disparados sobre la comisaría de Las Heras, una ambulancia también tiroteada, camionetas que pasaron raudamente amparadas en la oscuridad disparando con armas de alta precisión.

¿Sólo un grupo de desaforados? ¿O una operación orquestada? ¿Sólo un espamo de activistas? ¿O alguna organización con logística y financiamiento? Acevedo tiene por delante una tarea doble: desentrañar esas dudas que golpearon también las oficinas del Presidente pero, ante todo, investigar y hacer justicia por la muerte del indefenso policía. No hay un horizonte despejado porque la política del miedo parece haberse instalado las últimas semanas en el pueblo de Las Heras. Los testigos dicen todavía menos de lo que saben. Y el resto enmudece. Resulta imprescindible para la Argentina que este caso tome el mismo rumbo que adquirieron los asesinatos de Maximiliano Kostecki y Darío Santillán en la estación Avellaneda.

Esos retos para Acevedo son también retos para Kirchner. La violencia está, por ahora, sólo confinada en el sur. Pero los piquetes siguen provocando el caos urbano y malquistan, sobre todo, a los habitantes porteños que no fueron generosos con él en el momento de votar. Se reproducen las demandas salariales y demasiados conflictos van adoptando la metodología piquetera. Bañeros y vecinos de Mar del Plata cortaron el tránsito por los destrozos que la pleamar causó en varios balnearios. Se interrumpen calles y se interrumpen rutas.

Uruguay no quiere seguir dialogando sobre el conflicto por la instalación de las papeleras en Fray Bentos mientras continúen bloqueados los pasos fronterizos. No hay que mezclar peras con manzanas: los entrerrianos asumieron esa forma de queja drástica porque no tienen ninguna garantía de que aquella industria sobre el río Uruguay no termine arruinándoles la vida. No piden salarios, planes sociales ni derraman discursos saturados por ninguna ideología. Pero tampoco parece esa la manera de solucionar el problema.

Kirchner tiene una disyuntiva y el gobernador Jorge Busti otra. Pretenden atenuar la protesta pero —por la permisividad en otros casos— carecen de autoridad y de argumentos convincentes para lograrlo. La decisión de llevar el litigio hasta el Tribunal de La Haya no fue suficiente: los cortes continúan. Hay que repartir culpas en las dos orillas: Tabaré Vázquez no se atrevió a demorar el proyecto y hacer un estudio exhaustivo de impacto ambiental para no ser acusado por la oposición colorada que propició la idea; el Gobierno se percató aquí del embrollo muy tarde porque el año pasado se dedicó a la política electoral.

El conflicto permanece casi estancado. El último diálogo de Kirchner con Tabaré había abierto una hendija de negociación. Pero el mandatario uruguayo la cerró cuando sostuvo que la construcción de las papeleras no se detendrá. Después enmendó tanta intransigencia ensalzando a Kirchner y proponiendo una cumbre entre ambos. La política doméstica obliga a Tabaré a un constante bamboleo.

El Presidente está bien resguardado por el peronismo. Los bonaerenses han dejado a Eduardo Duhalde y reivindicaron la semana pasada el liderazgo de Kirchner. Kirchner necesita esos votos para asegurarse la reforma a la Magistratura y dar la batalla que la oposición planteará, además, por el conflicto con Uruguay. Por eso se enojó con Felipe Solá cuando el gobernador pretendió avanzar sobre el PJ provincial para cobrar los guarismos de octubre. Pero aquel enojo aflojó. Los ex duhaldistas, en cambio, no olvidan la amenaza.

La política asomó otra vez con ramalazos de esa interna. La economía tuvo después de largo tiempo malas noticias. El brote de aftosa en Corrientes provocará pérdidas millonarias en las exportaciones de carne y volverá a mellar la confianza de los mercados del mundo en la producción argentina.
¿Sólo un accidente o ausencia de un verdadero control?

El percance no representa ninguna calamidad. Pero es un síntoma de que nuevos y viejos problemas económicos, políticos y sociales regresaron. El país ha dejado de reposar.

- Joaquín Morales Solá, "La Nación" - "Los problemas que Kirchner no puede resolver":

Un río enfurecido y, en el otro extremo, el desierto patagónico taladrado a balazos. Gualeguaychú y Las Heras. Néstor Kirchner, el presidente sin oposición diestra, encontró su calvario político en el revuelo de los simples peatones, algunos más interesados que otros en extenuarlo. Es una adversidad que no puede explicar ni explicarse. Le sucedió justo a él, que se pasó casi tres años diciéndoles palabras demagógicas a los argentinos de a pie.

El problema con Uruguay por las papeleras se acerca a una probable solución técnica y política. Kirchner y Tabaré Vázquez están hablando, entre secretos de aquí y de allá, más de lo que se supone. Pero el punto nodal del conflicto sigue ahí: la sociedad de Gualeguaychú no está dispuesta a bajar los brazos. El puente que une ambos países está cortado, casi siempre. La temporada turística de Uruguay ha sido un desastre, porque muchos argentinos eligieron ir a lugares donde sabían que llegarían algún día.

Los políticos tienen parte de la culpa. El gobernador Busti soliviantó a esa sociedad, al principio, con el objetivo imposible de que las fábricas no debían levantarse en la ribera del Uruguay. Todo lo que se consiga ahora, por debajo de esa consigna inútil, se parecerá siempre a una derrota. Están sublevados allí las amas de casa, los jornaleros, los comerciantes, el obispo y el intendente. No son los piqueteros de Castells ni de Pitrola. A éstos los pueden desafiar los gendarmes vestidos con parafernalia de guerra. A aquéllos, no.

Hay dos cosas ya irreversibles en el conflicto de las papeleras: se levantarán en Uruguay y lo harán en Fray Bentos. El desafío de los gobiernos consiste ahora en achicar los daños. Se está bosquejando una solución que podría disminuir hasta lo imperceptible los problemas del olor y del cloro, que son los principales. Una comisión de ambos países podría controlar no sólo la construcción de las fábricas, sino también su producción futura. Ambos gobiernos podrían suscribir un acuerdo con esos grandes trazos.

Busti sabe ahora que es tan fácil sacar la gente a la calle como difícil es devolverla luego a sus casas. ¿Por qué ir a La Haya si hay una antigua sociedad práctica y emocional entre los dos países y un ámbito común como el Mercosur?

La última: los problemas deben resolverse aun cuando, al comienzo, no se perciba su magnitud. Lo que comenzó siendo un conflicto medioambiental es ahora una cuestión política, porque son gestos políticos los que se necesitan. La administración argentina precisa de una concesión uruguaya para enterrar el conflicto en Gualeguaychú. El gobierno uruguayo requiere que liberen el puente binacional para terminar el bosquejo de una solución. Todo eso es política y no sólo medio ambiente.

Kirchner barrunta que el desmadre de Santa Cruz estuvo armado. No sabe todavía por quién. ¿Hubo asesinos a sueldo, como sospechan en Santa Cruz? ¿La interminable balacera buscó quebrarle el equilibrio al propio presidente? ¿O fue, acaso, la consecuencia de viejas trifulcas entre hombres duros del Sur?
El Presidente blindó la información sobre los desmanes de su provincia a todo aquel que no sea santacruceño y kirchnerista sin contaminación. Pero él mismo y sus principales lugartenientes están dedicados a jornada completa a ese conflicto. Las fotos del Presidente atendiendo otros problemas son fotos de un presidente con la cabeza en otra parte.

Los piquetes obreros -y petroleros- en Santa Cruz han sido siempre rudos y volcánicos, pero nunca han llegado al vandalismo de matar y de provocar un tiroteo que cause tal estrago. El conflicto involucra a tres empresas petroleras, pero sólo una, Repsol, decidió dar la cara. El conflicto en sí tiene muy poco que ver con las empresas: un reacomodamiento sindical (los obreros de empresas subcontratistas quieren pasar del sindicato de la construcción al de los petroleros) y la eliminación del impuesto a las ganancias. El primero es una cuestión del Ministerio de Trabajo, y la segunda, una decisión política del gobierno federal.

En el Gobierno hay un pacto de silencio sobre lo que sucedió en el confín del país en la noche del martes ingrato. Nadie dice nada -ni dirá nada- hasta que tengan la versión completa de la conspiración. La conspiración existió, según el Gobierno, pero ahora hay que lograr que encajen los datos de la realidad en la convicción previa. No siempre es posible.

Las empresas, que ya vienen traqueteadas por los vaivenes de Kirchner y sus extrañas reglas, reclaman ahora un marco de garantías para recobrar la normalidad. No trabajan con un producto cualquiera; se trata de la indispensable energía en un país que se encamina, alegre y parlanchín, hacia una crisis energética.

Hubo un muerto en las tierras de Kirchner. Es una trágica ironía (¿o un complot?) que eso le haya pasado en Santa Cruz y justo a él, que veló durante dos años y nueve meses para que ninguna muerte manchara su gestión. Cabalgó los meses más duros del piqueterismo (los primeros luego de su acceso al poder) para esquivar una noticia de violencia y de luto. Lo había conseguido.

Se equivocó cuando empezó a confabular con algunos piqueteros y éstos le ofrecieron sus gentiles servicios de apriete y de extorsión. Entonces fue, quizá, cuando se perdió la noción de una orilla entre el Estado y el delito.

- Horacio Verbitsky, "Página 12" - "Orificios":

Los 130 orificios de bala en una comisaría de la provincia de Santa Cruz no pueden considerarse en forma aislada de los insultos que desde la conducción de una de las entidades gremiales de los empresarios ganaderos se dirigieron contra el presidente de la República. Ambos episodios ocurren cuando se aproxima el 30º aniversario del último golpe militar, aquel que comenzó la remodelación quirúrgica de la sociedad argentina. El gobierno de Néstor Kirchner es el primero que en esas tres décadas ha afectado intereses de los capitales más concentrados y se ha atrevido a cuestionar tanto la lógica económica impuesta desde entonces como la conducta de quienes usaron sin límites éticos ni jurídicos la fuerza del Estado para allanar cualquier resistencia a ese proyecto de “venganza social de la oligarquía contra la Argentina plebeya.

Los resplandores nocturnos que apagaron la vida de un funcionario policial patagónico y tumbaron con heridas a otros cinco provinieron de armas que fueron admitidas sin impugnaciones efectivas dentro de una manifestación de trabajadores. A su manera, también ellos reaccionaban contra las consecuencias de aquel proceso de desintegración social, pocas horas antes de que se conociera que los índices de pobreza habían vuelto a caer mientras la desigualdad entre quienes perciben ingresos había vuelto a aumentar.

Mientras las investigaciones avanzan hacia el esclarecimiento de los hechos, el episodio de Santa Cruz obliga a un análisis cuidadoso, que eluda cualquier conclusión lineal y que sin olvidar la especificidad provincial vaya más allá de sus confines. Es decir, que conserve validez más allá de que en este caso concreto se determine si quienes dispararon fueron manifestantes o provocadores, de derecha o de izquierda.

1

La criminalización de reclamos colectivos originados en problemas económico-sociales sólo consigue agravar sus consecuencias. En este caso, la detención del activista sindical de una fracción minoritaria del sindicato petrolero no fue ordenada por el poder político sino por el judicial y al explicar lo sucedido el gobernador Sergio Acevedo sugirió que había postergado la decisión todo cuanto estuvo a su alcance.

2

El presidente Néstor Kirchner se ha opuesto al uso de armas de fuego en el control del orden público y por disentir con esas directivas separó de sus cargos a un jefe de la Policía Federal, un secretario de Seguridad y, de rebote, a un ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos. Sin embargo, su gobierno también acicateó a la justicia para que actuara en contra de los bloqueos a la circulación vehicular. A pesar de esas contradicciones propias del cálculo de conveniencias políticas es indudable su aversión al camino represivo que le reclama buena parte del espectro político, mediático y económico y su conciencia de la necesidad de cuidar un tejido social que ha sido martirizado en exceso. No es por azar sino como efecto de esa política, que el muerto y los heridos de bala no se cuentan entre los manifestantes sino en las filas de los uniformados.

3

El gobierno nacional dispuso de inmediato la aplicación de los artículos 13 y 25 de la ley de seguridad interior que prevén la creación de un comité de crisis cuando están en peligro la vida, la libertad y el patrimonio de los ciudadanos o gravemente amenazados los derechos y garantías constitucionales y la plena vigencia de las instituciones. Para conducirlo designó al Secretario de Seguridad Interior, Luis Tibiletti, un licenciado en relaciones laborales. Su larga y profunda experiencia en la materia que le toca gestionar incluye su tarea legislativa en la redacción de las leyes de Defensa Nacional, de Seguridad Interior y de Inteligencia y su desempeño como secretario del Consejo Federal de Seguridad Interior. Es decir que a posteriori de los hechos funcionaron en forma adecuada los mecanismos institucionales y hubo una conducción política idónea que, en vez de repartir palos a tontas y a locas como fue la norma durante tantos años, buscó negociar soluciones de consenso con participación de todas las partes interesadas. Ni siquiera excluyó a la paleoizquierda estridente, cuya radicalización a escala nacional es directamente proporcional a la insignificancia de sus resultados electorales. Santa Cruz es en este sentido una excepción, ya que con el 8 por ciento de los sufragios constituye el único logro nacional de ese sector.

4

Pese a la definición ideológica de ese sector, el motivo principal del reclamo era la incidencia del impuesto a las ganancias sobre los salarios de trabajadores petroleros bien pagos, debido al avance de la inflación sin que se modifiquen los mínimos a partir de los cuales funciona la máquina podadora de la DGI. En el caso de Santa Cruz la solución no es muy difícil, ya que bastaría excluir del cómputo la porción significativa de los salarios que se paga por las condiciones desfavorables de vida en esa zona. Este plus contempla desde los costos extra por calefacción de las viviendas hasta los altos precios de los artículos de consumo debido a los fletes que los transportan desde el norte. Otra posibilidad sería negociar con las riquísimas empresas del sector alguna compensación para los trabajadores, cuyos salarios tienen menor incidencia en los costos a partir de la devaluación, al mismo tiempo que los ingresos se incrementaron por el aumento en el precio internacional del crudo.

5

Pero éste es un problema nacional de manejo más complicado. En este momento el impuesto a las ganancias alcanza a los salarios que excedan de los 1850 pesos mensuales y la CGT ha enarbolado como bandera el aumento del mínimo no imponible, dentro de los 120 días contemplados por el Presupuesto Nacional. Esto refleja contradicciones dentro de la clase trabajadora, que constituyen una de las consecuencias más insidiosas de la secuencia económica iniciada en 1976 y profundizada a partir de 1989. Las disparidades de ingresos entre asalariados constituyen un serio problema político. La percepción del impuesto a las ganancias sobre esos salarios es irritante en contraste con la desgravación de las ganancias patrimoniales, como la que acaba de obtener Acíndar con la venta de tres plantas de tubos a Techint. Su beneficio de alrededor de 40 millones de dólares no está gravado. Pero la articulación de un reclamo sindical en torno de esta cuestión que no interesa a más del 10 por ciento de los trabajadores ocupados (aquellos que perciben ingresos por encima del mínimo no imponible) es desproporcionada si se la compara con la situación del resto de los trabajadores registrados, la totalidad de los no registrados y la inmensa mayoría de los estatales. El sindicato petrolero más importante del país es el de Neuquén, cuyo secretario general, Guillermo Pereyra es un tradicional aliado del gobernador Jorge Sobisch, el principal aspirante a desbancar a Kirchner el año próximo. Pereyra firmó una declaración de repudio a la violencia y aunque tiene fama de pesado, a su guardia de corps se le han reprochado golpes a periodistas pero no el empleo de armas de fuego. Este Jimmy Hoffa austral está amenazando con una movilización de veinte mil hombres si el gobierno nacional no modifica los mínimos no imponibles.

6

Desde que Kirchner asumió el gobierno los trabajadores con empleo registrado incrementaron sus ingresos un 9 por ciento por encima de la inflación e incluso mejoraron su posición respecto al marco previo a la megadevaluación de 2002. Ese sector tiene niveles de ocupación de pleno empleo. En cambio los trabajadores con empleos precarios quedaron retrasados un 25 por ciento respecto del Indice de Precios al Consumidor y los estatales un 28 por ciento. Esto explica que pese a la apreciable reducción del desempleo, que incluyendo los planes que aún quedan apenas supera ahora el 10 por ciento y que este año bajará a un dígito, persista e incluso se incremente la desigualdad entre los dos extremos de la pirámide de ingresos.

7

El aumento de la desigualdad entre junio y septiembre de 2005, de 25 a 30 veces entre el decil de mayores y el decil de menores ingresos, es consecuencia del incremento de la Canasta Básica Alimentaria en el último año, con una aceleración vertiginosa en el último trimestre de gestión del ex ministro Roberto Lavagna. Con un 25 por ciento, anualizado, dejó atrás al índice general de precios al consumidor. La primera reacción oficial a los datos sobre desigualdad distribuidos por el Indec no fue la más apropiada. Es cierto, como dijo la ministra Felisa Miceli, que ese indicador sólo mide ingresos monetarios y que hay ahora una inversión social que no existía desde hace décadas en el país y que mejora la situación de los más desfavorecidos. Pero la medición del Indec no se hizo contra los tiempos de la dictadura, el alfonsinismo, el menemismo, la Alianza o el interinato del ex Senador Eduardo Duhalde, sino dentro de la propia gestión de Kirchner. La desigualdad aumentó entre junio y septiembre de 2005 y es hoy mayor que nunca. Es razonable medir además de los ingresos monetarios los indirectos que se derivan de las políticas sociales, pero es previsible que si alguna vez se elabora tal indicador, sus resultados podrán atenuar en algo la desigualdad pero sin modificar la muy clara tendencia general. Pelearse con el mensajero, sobre todo cuando éste es un organismo de reconocida capacidad técnica y nula intencionalidad política, no es la mejor respuesta. Más que enojarse con la realidad, conviene modificarla.

8

Más inteligente fue la segunda reacción oficial, cuando Kirchner destacó que en la misma medición el Indec detectó una nueva reducción de los indicadores de indigencia y de pobreza, al 12,5 y el 34 por ciento respectivamente. Esto implica que más de un millón y medio de personas emergieron de la línea de la pobreza y cerca de 800 mil de la de indigencia entre junio y septiembre del año pasado. Esta contradicción entre la mejora de los indicadores de pobreza e indigencia y el empeoramiento de los que miden la desigualdad se explica por el incremento de personas ocupadas y la disminución de los empleos precarios, dado que dentro de los nuevos puestos de trabajo predominan los registrados.

9

Aun así, ni Kirchner ni Miceli dijeron lo más importante: que los acuerdos de precios con las grandes empresas desde la cesantía de Lavagna lograron quebrar aquella tendencia negativa. El mes pasado, por primera vez en todo un año, la canasta alimentaria creció menos que el índicegeneral. Anualizado, su incremento en el primer trimestre del nuevo equipo económico no pasa del 6 por ciento, cuatro veces menos que al momento de la renuncia de Lavagna. No es una cuestión de capacidad técnica sino de voluntad política. Así, además de la pobreza y la indigencia se reducirá la desigualdad. El cuidadoso seguimiento de las cadenas de valor en cada actividad, para lo cual el ministerio de Economía cuenta con los técnicos más calificados del país permite detectar en qué eslabón preciso se producen los abusos y las superganancias sobre los que actuar, en vez de jugar a la gallina ciega.

10

Sin embargo no es seguro que sea suficiente. La resistencia de Kirchner a la receta ortodoxa de apreciar el peso e incrementar la tasa de interés ha permitido establecer un círculo virtuoso de alto crecimiento macroeconómico, rentabilidad empresarial, impulso a la obra pública de interés social, generación de empleo, disminución de la pobreza y acumulación de divisas. La manera de redistribuir en forma sostenida y a salvo de zozobras los superbeneficios del crecimiento es la modificación de la estructura impositiva, volviéndola más progresiva. Lo que no se haga en estas circunstancias únicas será mucho más difícil cuando el crecimiento se reduzca a niveles menos excepcionales y aprovechen para ponerse en fila todos quienes tienen algún agravio contra Kirchner: por la ESMA, por la Corte Suprema, por los retratos de los dictadores, por las elecciones pasadas y por las próximas, por el virtual congelamiento de las tarifas domiciliarias de las empresas privatizadas, por la renegociación dura de la deuda pública, por el alejamiento del FMI, por el retiro del acuerdo al Obispo Castrense y los desaires al cardenal de Guardia de Hierro, por las claras condiciones fijadas a cualquier acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, por las retenciones a las exportaciones agropecuarias e hidrocarburíferas, por la decisión de no reprimir la protesta social, por el redimensionamiento de la paleoizquierda a sus niveles históricos de insignificancia, por la pulverización del menemismo y del duhaldismo, por la paliza electoral a los integrantes de la coalición de blancos decentes escandalizados por el supuesto regreso de los bárbaros.

miércoles, febrero 08, 2006

¿Kirchner sin adversarios?

Algunos conceptos destacados de la entrevista que le realicé días pasados al sociólogo y analista de opinión pública, Eduardo Fidanza, en mi programa "Construcción Plural":

"El presidente de la Nación no tiene adversarios en el campo político. En ese marco, hoy asistimos a un encolumnamiento dentro del justicialismo detrás de (Néstor) Kirchner. El presidente ha logrado reabsorber por completo al duhaldismo, nuevamente tenemos un justicialismo unido superando su riesgo de fractura".

"Hoy la adversidad de Kirchner puede provenir de una esfera extrapolítica, un factor es la inflación. Otro quizás sea la salud del propio presidente. Y además, el contexto internacional, las alianzas, las estrategias en la región, que está en paz, pero no es estable, pero su principal rival en definitva es la inflación".

"Hay que ver en qué momento la ecuación que hace la población entre inflación y recuperación de la economía, que hoy por hoy es favorable hacia la mejora económica -ya que aumentaron los ingresos, creció el empleo, etc- pueda cambiar si cambia. Hoy la población considera que la recuperación económica es más importante que el hecho de que la inflación esté subiendo, todavía la inflación no constituye un problema decisivo".

"Una cosa es que la oposición tenga que tener una convergencia para equilibrar electoralmente al presidente y otra es cómo se hace esa convergencia. Hay dos factores: uno explícito (las diferencias programáticas, ideológicas) y otro implícito que son los personalismos. En materia del primer factor, hay referencias difíciles de superar, es difícil pensar que el ARI de (Elisa) Carrió finalmente se pudiera sentar con (Jorge) Sobisch o con (Mauricio) Macri. Una pposición no peronista hacia la centroderecha y otra hacia la centroizquierda me parece que es lo más factible, ahí el radicalismo jugaría quizás con el ARI y con el socialismo, pero esto tiene relación con que el presidente no tiene rivales y no se avizoran rivales.Y si la oposición no peronista está dividida en dos y el peronismo está unificado, el triunfo de Kirchner en el caso de que como yo creo se presente a la reelección en el 2007 puede estar relativamente independizado de los resultados de su gestión".

"Para que la gente de un voto castigo al oficialismo, algo lejano en la situación actual, tiene que ver a quién se lo da. Y como no se visualizan opciones creíbles, veo las asechanzas al presidente más bien por afuera de la competencia político electoral. También es factible que la inflación se estacione hasta 2007 en un porcentaje aceptable, .y eso le de lugar a Kirchner de ser reelegido. Siempre cabe la pregunta acerca de la consistencia a mediano plazo de la política de este gobierno así como se dio con gobiernos anteriores, lo cual hace pensar que no hay una política consistente en el terreno económico ni en el internacional, y tampoco no hay un gran avance para distribuir mejor la riqueza".

"No daría por cerrada la chance de que (Daniel) Scioli sea el candidato oficialista en la Capital Fedral, ya que eso lo van a determinar las encuestas más adelante".

"Me parece que es muy apresurado considerar que (Roberto) Lavagna sea un rival político del Presiente, aunque evidentemente entre ellos hay competencia, pero Lavagna está lejos de ser hoy un rival político del Presidente ya que no es un rival de fuste para el presidente, se ha sobredimensionado la figura del ex ministro electoralmente. Dudo de que Lavagna hoy se lance a una aventura tan difícil, no es ese su perfil".

jueves, febrero 02, 2006

La política en Chile y Argentina

Les acerco esta reflexion de Julio Godio, destacado sociólogo y columnista de mi ciclo radial "Construccion Plural", que se emite por Radio Cultura (FM 97.9) en enero y febrero sólo los lunes a las 16 hs. , retomando mayor espacio y frecuencia a partir de marzo.


Gobierno y oposición argentina dicen

identificarse con la política chilena

Por Julio Godio


Como es sabido la Concertación ha triunfado por cuarta vez en las elecciones presidenciales en Chile. Michelle Bachelet, la nueva presidenta, de origen socialista, simboliza la llegada de la mujer chilena a la principal posición política en ese país. La democracia chilena ha demostrado en sus más de quince años de vida una gran capacidad para preservar los equilibrios entre gobierno y oposición y, al mismo tiempo, autoreformularse para ir conquistando avances ininterrumpidos del hasta ahora exitoso modelo económico vigente.

Desde el primer gobierno de la concertación, presidido por el dirigente demócratacristiano Patricio Alwyn, la experiencia de esta novedosa coalición demócratacristiana, socialista y socialdemócrata ha tenido impacto sobre la política argentina.

En el subconsciente de la dirigencia política argentina subyace desde los años 90 la idea de que es necesario un pacto de gobernabilidad en la Argentina parecido al chileno. Por eso ha habido en este país diversas propuestas recurrentes pero nunca concretadas sobre eventuales acuerdos, tomando como modelos el pacto de la Moncloa o el pacto de gobernabilidad chileno mencionado.

Ahora, ante un nuevo triunfo de la Concertación y dentro de los parámetros del pacto de gobernabilidad establecido en Chile con los partidos de la derecha (UDI y PN), ante la apabullante estabilidad económica y ante la inteligencia del arco partidario chileno para sostener las llamadas “políticas de estado”, se vuelve a escuchar en los medios políticos argentinos un extraño coro de dirigentes políticos que reconocen las bondades de las prácticas políticas chilenas. Sin duda que debemos regocijarnos de estas manifestaciones políticas porque el país todavía vive los efectos de la crisis global del 2001 pero, cuando empezamos a analizar cómo esas fuerzas políticas argentinas proponen alcanzar la racionalidad política chilena, comprobamos una serie de incongruencias, dificultades y dobles discursos que lamentablemente indican que serán necesarios muchos esfuerzos para crear condiciones políticas que nos permitan concretar un pacto de gobernabilidad en nuestro país.

El kirchnerismo y el centroizquierda liberal disputan una idea política

Comencemos por analizar las posturas de las llamadas fuerzas de centroizquierda. Lo primero que verificamos es que similares propuestas de una eventual concertación política a la chilena surgen en campos políticos que hoy están enfrentados dentro de este país. Es decir, hablan de concertación a la chilena las fuerzas kirchneristas - transversales, por un lado, y los partidos UCR, ARI, Partido Socialista (PS) y otros menores, por otro. En realidad cada uno de estos sectores está hablando de su propia concertación. Piensan la concertación como modos de realización de hegemonías partidarias pero no realmente un gran acuerdo de convergencia de las distintas fuerzas que representan a segmentos electorales de centroizquierda.

Las fuerzas de centroizquierda se diferencian y combaten entre sí porque pertenecen, en este país, a “familias ideológicas” que dividen al país desde hace más de cincuenta años entre nacionalistas peronistas, por un lado, y liberales, por otro. Por eso no es fácil unir en una sola concertación a esas diferentes fuerzas políticas actuales. En realidad el kirchnerisno, que hoy es la propuesta con mayor vitalidad y mejor pronóstico, y con mayoría en el peronismo, no se ilusiona y ni tiene interés en sumar formalmente a la UCR, al ARI o al PS.

El kirchnerismo se propone crear una convergencia política con eje en el peronismo. es decir, constituir un bloque kirchnerista transversal que excluiría a sectores peronistas “ antiguos” y compitiría por el poder en el futuro inmediato con un bloque de nueva centroderecha. Estos dos bloques dividirían a este país en los próximos veinte años según plantea Kirchner con alta probabilidad. En este escenario futuro la UCR, el ARI y el PS intentarán formar una especie de concertación social liberal pero el esfuerzo quedará limitado porque los polos de atracción serán el FPV y la nueva derecha en formación. A su vez dentro del centroizquierda social liberal existen corrientes como el alfonsinismo en la UCR y el grupo de Hermes Binner en el PS que pueden terminar rompiendo con sus partidos e incorporándose a un proyecto común con el kirchnerismo.

El nuevo centroderecha intenta imitar a Chile

En la derecha argentina también se escuchan opiniones favorables a asimilar el éxito del pacto de gobernabilidad vigente en Chile:

a) para dirigentes como Mauricio Macri y Ricardo López Murphy agrupados en PROA de lo que se trata es de apropiarse de la racionalidad política chilena que ha garantizado estabilidad democrática sin abandonar los principios de la economía de mercado instalados durante el régimen de Pinochet, conteniendo y canalizando las demandas sociales derivadas de la exclusión en Chile;

b) para Macri, López Murphy y el propio gobernador de Neuquén Sobisch, la nueva derecha argentina podrá exhibirse frente al pueblo como garante de la democracia y el crecimiento si aplica en este país la fórmula inteligente que aplicó el derrotado pero fuerte candidato de la derecha Sebastián Piñera. Este no tuvo reparos durante la campaña electoral en plantear la necesidad de distribuir mejor la riqueza en Chile.

El diario “La Nación” suele resaltar los rasgos modernos de la izquierda socialista chilena y alienta al centro derecha argentino a no dejar en las manos del kirchnerismo la utilización de los éxitos logrados por la Concertación para establecer un clima favorable hacia los negocios y practicar una socialdemocracia moderada.

Conclusiones

Kirchner valora la inteligencia de la Concertación para compatibilizar en una estrategia de política exterior multilateral ser un país asociado con el Mercosur y al mismo tiempo firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos e incorporar otros acuerdos importantísimos con la Unión Europea.

Pero Kirchner cree que el eje de su política exterior es la alianza con Brasil y que a este objetivo se subordinan los demás, incluidos los acuerdos especiales que ha firmado con Venezuela. Kirchner comprende que las necesidades de Chile están en parte fuera del radio de intereses argentinos. Las relaciones económicas y comerciales entre Argentina y Chile son excelentes. Este año habrá más inversiones chilenas en la minería argentina. También aumentarán las exportaciones argentinas desde puertos chilenos hacia China y otros países de Asia. Por eso Kirchner está interesado en avanzar más en las relaciones entre el FPV y la Concertación Chilena.

Docencia poco actualizada

El diario "La Nación" revela hoy datos por demás desalentadores a partir de un extenso estudio del año pasado encarado por el experto en educación Emilio Tenti Fanfani, perteneciente al Instituto de Investigación y Planeamiento Educativo (IIPE) de la Unesco.
El relevamiento indica que el 72,4 por ciento de los maestros argentinos nunca usó el correo electrónico; el 71,5 por ciento no navega por Internet, y el 63,2 por ciento de los profesores y maestros de menores ingresos nunca produjo un texto escrito en una computadora.

Paradójicamente, un 87,3 por ciento de los docentes argentinos considera que la incorporación de las nuevas tecnologías en el aula ampliará las oportunidades de acceso al conocimiento por parte de los alumnos y el 78,5 piensa que facilitará la tarea docente.

Está claro que el Ministerio de Educación, la educación privada y los propios docentes deberán tender a aminorar esta inquietante brecha educativa tecnológica.