Un "1985" con falta de rigurosidad
Por Horacio Schick
La película como creación artística es muy buena, e ilustra a los jóvenes que
no vivieron la época, sobre el terror que cundió en los años de plomo. Se destaca el
hecho fueron juzgados los genocidas por la Cámara Federal, ante la negativa de los
Tribunales militares de juzgar a sus pares
Ahora bien, si los autores, guionistas y asesores titulan al film como Argentina,
1985 están dando coordenadas de tiempo y espacio precisas, es deshonesto describir
un tiempo y un lugar suprimiendo partes fundamentales de los hechos, la historia
así como a todos sus protagonistas.
Como ya es costumbre en nuestro país en estos últimos 20 años se presentan
en el film los hechos sesgados a piacere de los realizadores, guionista y director. El
famoso relato.
Luis Moreno Ocampo (LMO) en una entrevista periodística comenta que
un profesor vietnamita le enseñó: la guerra se libra dos veces, primero en el campo de batalla y luego en la memoria”. Y la memoria es el lugar donde se definen las políticas que luego la sociedad asume. Agregando “el Pentágono es importante pero Hollywood es mucho más importante. El arma más poderosa que tiene Estados Unidos es Hollywood https://www.infobae.com/cultura/2022/09/11/luis-moreno-ocampo-durante-el-juicio-a-las-juntas-no-tuve-pesadillas-pero-con-la-historia-oficial-llore-toda-la-pelicula/.
Por circunstancias biológicas viví intensamente esos años, en los cuales
participé en la Asamblea Permanente los Derechos Humanos, desde el año 1977, hasta
casi el final del proceso militar. Por ser un testigo vivo de aquellos años, los anteriores
al juicio y los posteriores, me tomo el atrevimiento de formular críticas históricas al
film, sin desmedro de su valor artístico y comercial. Señalo en este sentido.
1. Luis Moreno Ocampo (LMO) fiscal adjunto, no ocupó durante el proceso
judicial la preeminencia que le asigna el film, en el que fue asesor del guionista y del
director. Este fue el comentario de Arslanian en la reciente entrevista a los ex jueces
de la Cámara Federal. Allí muy diplomáticamente dijo que le extrañaba que no le
hubieran pedido asesoramiento a él, colocando a LMO como un personaje principal ,
omitiendo la trascendencia que tuvieron otros protagonistas además de LMO.
Strassera y los jueces de la Cámara Federal, fueron los grandes constructores
del juicio. Arslanian, muy elogioso de “Argentina, 1985”, desliza que los autores nunca
se comunicaron con ellos. “Cuando me enteré de que la película estaba hecha dije:
‘Caramba, ¿con qué asesoramiento se manejaron? Después vimos que tuvieron un
asesoramiento… particular”, sonríe aclarando que ese rol fue ejecutado por LMO de
allí que el mismo sea colocado en el filme como un protagonista excepcional de
juicio. Esto no fue verdad. Si se destacaron Strassera y los jueces de la Cámara
Federal,https://www.lanacion.com.ar/politica/la-hermandad-del-juicio-secretos-de-
una-proeza-politica-que-supero-la-ficcion-nid1
No creo recordar que el film mencione el nombre de los jueces: Ricardo Gil
Lavedra. Carlos Arslanian con Jorge Valerga Aráoz, junto Jorge Torlasco y Andrés
D’Alessio. Estos fueron los componentes del histórico tribunal que juzgó los crímenes
de la dictadura en 1985 y que condenó a Jorge Rafael Videla y a Emilio Massera a pasar
el resto de sus días en la cárcel.
2. Nadie deja de valorar a Julio Strassera en su rol destacado como fiscal del
juicio, pero es obsceno el papel secundario que se impone a los jueces en el filme, que
fueron los que juzgaron y sentenciaron a los reos. También sufrieron persecuciones y
la colocación bombas falsas y verdaderas, colocados en el film en un rol secundario
que no fue así.
El juicio tuvo dos actos trascendentales. Uno fue el alegato del brillante Fiscal
Julio Strassera. Pero otro momento culminante, ausente en el film, fue la lectura de la
sentencia por parte de los Jueces, es especial Carlos León Arslalian. La película sin
justificación alguna omite este hecho relevante. Ello se pretende sustituir con el
momento en que los jueces en la pizzería Banchero, agotados, se tomaron un respiro,
aunque parcial. Allí consensuaron y firmaron en una servilleta las condenas para cada
uno de los acusados. Sin embargo no se hace justicia con los brillantes jueces, al omitir
ese acto que culminaba el juicio. Ni siquiera se menciona que la sentencia fue
confirmada por la Corte Suprema. La lectura del fallo por parte de Arslanian fue
impactante, la película lo omite. Desdibuja el histórico papel de esos seis jueces de
excelencia.
3. Se han distorsionado también hechos menores. En ocasión de trabajar junto
al ilustre Andrés D´aslessio y otros colegas, durante dos años, como jurados en un
concurso de jueces para la Cámara contencioso administrativa de la CABA, me contó
una anécdota del proceso, que es innecesariamente deformada en el film.
Allí en uno de los recreos de la tarea encomendada, D´alessio me destacó el
extraordinario protagonismo y liderazgo de su colega Arslalian, así como su capacidad
persuasiva frente a la infinidad de inconvenientes que se presentaban continuamente
en el desarrollo del juicio. Como ejemplo me destacó que los procesados exigían, que
las Madres de Plazo se quitaran los pañuelos en la Salón de Audiencias del Juicio, a lo
se negaban repetidamente. Fue obra de -Arslanian quien como presidente del Tribunal
luego de una larga negociación acordó con ellas, proponiéndoles que se los sacaran
los signos identificatorios y a cambio de ello, les propuso que se sentaran en primera
fila de la Sala de Audiencias. Aceptaron. Así se solucionó el conflicto que impedía la
prosecución del juicio.
En la película, en cambio, aparece un funcionario que se acerca a las Madres y
le solicita que se saquen los pañuelos. Una innecesaria falta de rigor en la descripción
de los hechos. ¿Quizá un ninguneo a los jueces? O desconocían la verdad por falta de
investigación y no entrevistar a los protagonistas de primer orden.
No es una cuestión relevante pero señala la falta de rigor histórico del film.
4. El presidente Alfonsín promotor relevante del juicio y quien ordenó
valientemente constituir el Tribunal de juzgamiento, ocupa un rol prácticamente
irrelevante. Ni se lo muestra físicamente. Solo se escucha su voz durante unos
segundos. Disminuyendo el protagonismo que tuvo en la realización del juicio.
El juicio fue fruto de la voluntad del Presidente Alfonsín, cuando los
integrantes del Tribunal Militar se negaron a juzgar a sus propios Camaradas. El
radicalismo no supo defender esta conquista del Juicio a las Juntas y se dejó robar por
los Kirchner la causa de los DDHH, los que nunca intervinieron en los años de plomo,
ni siquiera defendiendo a sus propios militantes desaparecidos. Cuando los militares
habían perdido todo poder de fuego, aprovecharon para sus fines demagógicos copar
el movimiento de madres, abuelas y juventud. Distorsionaron los hechos, como la
película, que insisto se llama Argentina 1985. Este título ampuloso y que implica
abarcar íntegramente la época, es tergiversado parcialmente por sus creadores. Sin
perjuicio de la creación artística, omitieron datos históricos relevantes.
El presidente Raúl Alfonsín más allá de lo que se le pueda criticar de su gestión
presidencial es un hecho innegable que hizo una promesa de campaña y que a los
pocos días de asumir firmó los decretos para hacer los juicios.
En cambio, aparece declarando como testigo impoluto Italo Luder, cabeza de la
fórmula presidencial peronista, que perdió las elecciones de 1983.
La película omite señalar en todas sus partes, que los peronistas de entonces,
no solo no apoyaron el juicio a las Juntas, sino que habían aceptado la auto-amnistía
promulgada por el Gral. Brignone y la última Junta Militar.
La película tiende a disminuir el papel de distintos actores principales y por las
omisiones tiene, un sesgo favorable al peronismo, de triste y pobre papel en esos
momentos históricos. En este sentido poco se ha hablado de numerosos dirigentes del
PJ y sindicales, que colaboraron silenciosamente con el Almirante Masera, en la
construcción de su partido Democracia Social, aspirando a una futura presidencia de la
Nación. El juicio terminó con sus aspiraciones.
El hijo del fiscal Strassera denuncia esta tergiversación histórica al recordar: que
el Justicialismo propiciaba la ley auto amnistía de los militares al analizar algunos
datos ausentes en la película “Argentina, 1985″. Por ejemplo, Julián Strassera cree que
la película no resignifica el rol que tuvo el entonces presidente Raúl Alfonsín, que dictó
en soledad los decretos que posibilitaron la realización del juicio. “El peronismo se
corrió, no lo apoyó y hasta se negó a integrar la Conadep”, Y ante las repreguntas,
precisó: “El peronismo fue absolutamente funcional a los genocidas; es increíble, se
quieren apropiar de la película, pero en aquel momento (ítalo) Lúder propiciaba la ley
de auto amnistía, no apoyaron el juicio y no hicieron nada a favor de que se
esclarecieron los hechos que sucedieron durante la dictadura militar”.
https://www.infobae.com/politica/2022/10/28/julian-strassera-el-peronismo-se-
quiere-apropiar-de-la-pelicula-y-en-aquel-momento-fue-absolutamente-funcional-a-
los-genocidas/
5. El histórico discurso de Tróccoli acerca de los “dos demonios” es
descalificado por el film. Sin embargo los jefes guerrilleros con su accionar
irresponsable e, infantilista en democracia, ejercieron actos de terrorismo y según
algunas fuentes cometieron más de mil muertes, además de crear un escenario que
justificaba el golpe del 76. La cantidad de muertos entre la guerrilla y la triple A, creó
un clima tóxico, inaguantable para la población, ajena a ese enfrentamiento loco entre
minorías. La población se hastió de tanta violencia. Prueba de ello es que producido el
golpe del 24 de marzo de 1976 nadie salió a la calle a protestar. Ni la Plaza de Mayo
reflejó alguna manifestación. En democracia, posteriormente los jefes guerrilleros
fueron juzgados y condenados. Luego fueron indultados por Menem, de igual modo
que a los jefes militares condenados por la Cámara Federal.
Se habla hoy que esa fue una “juventud maravillosa”. Tremendo disparate
sobre quienes crearon el escenario propicio al golpe. Dijeron medios extranjeros bien
informados, que la fecha del golpe fue decidida el día de setiembre de 1975 en que los
montoneros atacaron el Regimiento de Formosa, en el que, murieron 10 soldados
conscriptos, totalmente inocentes.
6. La película se llama Argentina 85. De modo que el título implica contar los
hechos con veracidad, en forma lo más integral posible y no sesgada, como por
ejemplo acostumbra a hacer el gobierno que sufrimos desde casi hace casi 20 años que
formula relatos sobre los hechos históricos, acomodándolos a sus fines partidarios
actuales. Por eso más allá del éxito del film y su aporte al recordar las relevantes
circunstancias históricas, las distorsiones y omisiones de los hechos, no son
compartidas.
En la película se muestra que un grupo de jóvenes abogados, dirigidos por un
activo LMO seleccionan, uno por uno, los testimonios que fueron fundamentales para
obtener las condena. Sin embargo se menciona sólo tangencialmente, que la mayoría
de esos testigos fueron obtenidos de los archivos de la Conadep y sin explicar su
génesis y trascendencia, nacional y mundial. Fue una Institución prestigiosa creada por
el Presidente Alfonsín, y presidida por Ernesto Sábato, e integrada por el obispo
metodista Gattinoni, Gregorio Klimovsky, el rabino Marshall T. Meyer, Mons. Jaime F.
de Nevares, Eduardo Rabossi, Magdalena Ruiz Guiñazú y Ernesto Sábato, quien la
presidió. También la integraron Santiago López, Hugo Piucill, Horacio Huarte, Graciela
Fernandez Meijide, Daniel Salvador, Raúl Aragón, Alberto Mansur y Leopoldo
Silgueira.
Su rol de Asesor en el film lo reconoce un reciente reportaje a LMO cuando
dice: “No vi la película todavía... La conozco porque me mostraron el guion y yo les hice
algunas observaciones. Me dijeron que la mayoría habían sido tomadas…(no aparece
de dónde). Afirma también que la película es de Santiago Mitre, está basada en hechos
reales, pero es su ficción, su visión del problema y yo lo respeto muchísimo…Pero es su
película. Este juicio fue mi primer juicio como fiscal. Yo trabajaba en la Procuración
General de la Nación, que es la fiscalía de la Corte Suprema, ahí le preparaba los
dictámenes al procurador general. También enseñaba en la Facultad de Derecho
nombrado subdirector del Instituto de Investigaciones. Mi trabajo era muy académico:
releía, discutía, explicaba https://www.infobae.com/cultura/2022/09/11/luis-moreno-
ocampo-durante-el-juicio-a-las-juntas-no-tuve-pesadillas-pero-con-la-historia-oficial-
llore-toda-la-pelicula/
También LMO reconoce, lo que no menciona debidamente la película, que la
primera tarea que tuvieron que hacer fue buscar un grupo de casos que pudieran
representar lo que había pasado. Ahí nos fuimos a la CONADEP, que se había
transformado en la Subsecretaría de Derechos Humanos y pedimos a la gente que
había trabajado ahí que nos ayuden a elegir los mejores casos: los que tenían más
pruebas (había unos 30 que tenían documentos probatorios contundentes), de todo el
país y de cada fuerza. Con esos cuatro criterios, nos ayudaron a buscarlos. Haciendo
eso conocimos a dos chicas que trabajaban ahí, que nos parecieron muy piolas y las
invitamos a sumarse al equipo nuestrohttps:
https://www.infobae.com/cultura/2022/09/11/luis-moreno-ocampo-durante-el-juicio-
a-las-juntas-no-tuve-pesadillas-pero-con-la-historia-oficial-llore-toda-la-pelicula/
Tiempo después del juicio, ya retirado del Poder Judicial, LMO se dedicó
actividades no judiciales, realizando un programa de TV "La Corte", donde se
presentaban los pobres con problemas mínimos domésticos, juzgándolos y dictando
sentencia el conductor. Un papel horrible para un jurista pero tenía mucho rating y
daba muchos réditos económicos. Moreno Ocampo es la cara visible del ciclo que
produjeron Omar Romay y Ricardo Warnes para Canal 13 y que, en el muy
competitivo horario de las 13 hs, promedia 10 puntos de rating. El hombre que hace 12
años ofició de acusador en el juicio a las Juntas Militares lo pone en sus propias
palabras: "Fórum es una mezcla de programa de televisión y ámbito jurídico, con
objetivos múltiples. Por un lado tiene que tener un rating alto para mantenerse en
pantalla, por otro hace justicia y por otro tiene una intención educativa (sic)".
https://www.clarin.com/espectaculos/critican-tv_0_SyvFGb-AKg.html
Cuando se inició la discusión por los niños desaparecidos con sus padres, LMO
dijo en un reportaje en televisión, que personalmente vi, que sobre esos temas ya
existía Cosa Juzgada en el juicio a las juntas. Obviamente sus argumentos no fueron
tomados en cuenta por la justicia que fueron considerados de lesa humanidad no
prescriptible
Después de este periodo fue designado Fiscal de la Corte Penal Internacional.
7. Según documenta Graciela Fernández Meijide la labor de la Conadep fue
fundamental para registrar los casos de las desapariciones de personas: "El Registro
Unificado de Víctimas de Terrorismo de Estado (Ruvte) enumera un total de 8631
víctimas del terrorismo de Estado, durante un período amplio que va de 1966 a 1983. El
89% de esa cifra, 7636 casos, corresponden a los crímenes cometidos en el período
1976-1983". Sin embargo, deja una crítica a quienes cuestionaron la cifra de los 30 mil
desaparecidos porque, según entiende, no colaboran con el esclarecimiento de una
historia que aún no se terminó de conocer por completa y debe ser estudiada por
especialistas. https://www.perfil.com/noticias/politica/en-su-ultimo-libro-fernandez-
meijide-polemiza-con-la-cifra-de-desaparecidos.phtml
Nadie pretende dejar de valorar a Julio Strassera en su rol destacado como
fiscal del juicio, pero es agraviante el papel secundario que se impone a los jueces, que
sufrieron persecuciones y colocación de bombas como la película muestra solo en
perjuicio de los fiscales. Me contó Andrés D´alessio que las amenazas y atentados a os
jueces eran permanentes. Se desdibuja el histórico papel de esos seis jueces de
excelencia.
8. A continuación se transcriben opiniones críticas sobre el film de distintas
personalidades del mundo artístico y político, asi como de los jueces protagonistas.
8.1 Pablo Racioppi, documentalista y director de “El Olimpo vacío”, ‘El
diálogo” y “Jujuy desoído”, tres películas muy bien recibidos por la crítica por su
realismo y audacia. En un reportaje con MDZ describe sus críticas contra la película
del momento.
Ante la pregunta ¿Te parece un film que subliminalmente colabora a darle
vigencia al relato kirchnerista de los derechos humanos? Responde:
Te diría que más que de modo subliminal lo hace de modo explícito. Las
organizaciones armadas jamás aportaron un solo dato de un miembro caído en
combate o desaparecido. Ni uno solo. Pero promovieron la cifra de 30.000 que es la
que aparece en la película. Así no solamente se omitió a la Conadep sino que se
reafirmó el dato fundacional del relato. Esa cifra, que para quienes la impusieron es el
símbolo de la represión ilegal, es a la vez la cifra de la apropiación partidaria de los
derechos humanos. Los juicios siempre incomodaron al relato kirchnerista porque el PJ
al que los Kirchner pertenecieron no solo no participó de los juicios sino que no los
hubiera hecho. No por nada Néstor Kirchner en 2004 dijo “vengo a pedir perdón por un
Estado que nunca hizo nada por los derechos humanos”, negando que hubo un juicio
inédito en el mundo. Una canallada monumental. De modo coherente con esa voluntad
negacionista de Kirchner, la película oculta a Alfonsín, a la Conadep, la cifra real con la
que se juzgó, pero no deja claro la cifra de la imposición simbólica.
¿Cuán negativo creés que es el ocultamiento de la violencia de las
organizaciones armadas?-
Es absolutamente negativo el ocultamiento de la violencia política por parte de
organizaciones armadas surgidas de la sociedad civil, y peor aún, confundirla
perversamente con cierto tipo de idealismo. Es decirles tácitamente a los más jóvenes
que si algo no te satisface o crees que perjudica a quienes consideras que tenés que
defender por ser los más vulnerables de tu sociedad, vale cualquier cosa. Es decirles
que el camino de la democracia, que es muy lento y tedioso, puede ser alterado con la
excusa de una lucha por una razón que un grupo puede considerar justa. Y eso es el
germen del autoritarismo.
Creo que la lucha armada es una parte de la historia que todavía no ha sido del
todo condenada. Buena parte de la política se sostiene con los residuos de ese
mesianismo delirante.
- ¿La intención de ignorar la importancia de la figura de Raúl Alfonsín es para
reivindicar a Néstor Kirchner?
- No tengo dudas. Incluso la figura de Strassera sirve para reivindicar a Moreno
Ocampo, quien se volvió kirchnerista. Es el héroe encubierto. Conocí a Strassera y traté
durante años a su viuda. Sé que Moreno Ocampo se volvió ya en tiempos del juicio un
personaje detestado por el fiscal. Y con los años también por los jueces.
Creo que se da un fenómeno sociocultural que no es exclusivo de este film sino
de la conducta política de este lado de la grieta. Mucha gente se conmueve
genuinamente y aplaude porque la película es un buen producto en sus aspectos
formales, y fue diseñada para ser masiva y conmovedora no solo en Argentina.
Por otro lado, hay una dinámica que tiene que ver con esa abstracción
denominada “batalla cultural”, que es algo que instaló el kirchnerismo y que ejerce
cada día de su existencia sin que nada se le oponga. Tal batalla cultural consiste en
instalar algo y que el resto replique con lo que sea: críticas, elogios, indignación, etc. La
mayoría de las veces la agenda política es la agenda que instala el kirchnerismo y del
otro lado se corre detrás. Invertir eso es algo poco concebible todavía,
independientemente de que se les pueda ganar una elección.
- ¿Argentina 1985 amerita una versión más alineada con los hechos
históricos?
- Si fuéramos un país plural de verdad, con los circuitos de financiamiento del
cine y de otras artes de maneras menos ideologizadas probablemente hubiera habido
otras películas sobre el tema antes. Esta sería una más y se la vería de otro modo. El
problema es que la sociedad argentina es extremadamente literal y esta única película
sobre el juicio se vuelve legitimadora de un relato con carácter de documento histórico.
Paso con La historia oficial de Puenzo.
Todavía el cine de ficción no ha contado cómo habrá sido la vida en una
columna de Montoneros, cómo era ser combatiente, qué se conversaba, qué pasaba
cuando moría uno propio, cómo se preparaban para un atentado, cómo fue el exilio,
las contraofensivas, cómo era estar combatiendo en la selva tucumana con el ERP,
cómo era la Triple A por dentro, cómo funcionaban según la época los servicios de
inteligencia. Prácticamente no hay cine que incomode al relato K.
- ¿Con “Argentina 1985” el kirchnerismo te parece que gana la batalla cultural
respecto a apropiarse de los años '70?
- Creo que la vienen ganando desde 2003. Esta película es una suerte de bomba
atómica por la escala de su éxito y el modo en que instala su relato. Eso es sin duda
novedoso. En ese sentido el kirchnerismo se va apropiando de todo lo que va
necesitando a lo largo del tiempo y por eso se sostiene aunque genere decadencia
política y económica. Son expertos en dar batalla cultural, son el factor determinante
del pulso de las conversaciones y las costumbres que la sociedad va asumiendo como
realidad. Pablo Raciopi https://www.notiar.com.ar/index.php/mas/informacion-
general/122244-el-director-de-cine-que-define-a-argentina-1985-como-funcional-al-
relato-k-por-beto-valdez .
8.2 Luis Brandoni criticó a Argentina 1985 y habló de un olvido del guion
“inconcebible” https://www.lanacion.com.ar/lnmas/luis-brandoni-tambien-critico-a-
argentina-1985-por-un-cuestionable-olvido-del-guion-es-muy-grave-nid25102022/
El actor se sumó a aquellos que cuestionaron algunas omisiones en el film y
planteó que el hecho de no destacar el rol de la Conadep en el juicio. Este soslayo es
una falta de respeto. La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas
(Conadep) fue creada por el presidente Raúl Alfonsín el 15 de diciembre de 1983 con el
objetivo de investigar las violaciones de derechos humanos, particularmente la
desaparición de personas ocurridas durante la dictadura. En 1984, el organismo
produjo un informe final conocido como el Nunca Más, que fue utilizado como prueba
en el Juicio a las Juntas Militares, en el que fueron condenados varios de los dictadores
que tomaron el poder en 1976.
8.3 El escritor Jorge Fernández Díaz manifiesta que en el film se omiten
algunos datos históricos respecto al papel del peronismo durante este proceso. “Ellos
querían una amnistía para los militares y no participaron de la Conadep, se negaron
todo el tiempo. Ahora, aparecen en la película como parte festiva del juicio cuando no
lo fue”. https://www.lanacion.com.ar/lnmas/luis-brandoni-tambien-critico-a-
argentina-1985-por-un-cuestionable-olvido-del-guion-es-muy-grave-nid25102022/
9.4 Mientras que el ex integrante de la Cámara Federal Ricardo Gil Lavedra
dijo La vi dos veces, la primera en una función privada a la cual asistimos los cuatro
jueces que sobrevivimos y luego acompañé a mi mujer a verla a un cine de Pilar”,
reconoció. Y agregó: “Tengo una opinión más benigna. Se trata de una película
comercial, con la liviandad que esto supone. Está edulcorada políticamente, bien
actuada y realizada”. Sin embargo, planteó numerosos reparos respecto al filme que
llegó con gran éxito a las salas de cine y a la plataforma Prime Video, de Amazon.
“Comparto muchas de las críticas -sostuvo-. Hay omisiones, algunas raras, otras
inconcebibles. Por ejemplo, en la placa final, cuando ponen las leyes de la impunidad y
descartan los indultos. Es imperdonable, ante el mínimo rigor profesional que puede
tener una placa que se pone al final. Respecto a la casi completa ausencia del
entonces presidente Raúl Alfonsín de la trama, Gil Lavedra fue más contundente. “No
hubiera habido juicio sin Alfonsín. Yo lo asigno a cierta pereza intelectual de los
realizadores, con muy poco hubieran podido ser más consecuentes con la realidad. Es
más, la realidad le hubiera dado mejor trama dramática que algunas de las que
inventaron”. En este contexto, reveló que los integrantes del tribunal que juzgó a las
juntas no fueron consultados de cara a la redacción del guión: “Incluso, cuando fuimos
a la premier, el director no habló con nosotros y apenas [lo hizo] brevemente Darín. Si
hubieran abrevado mejor en las fuentes históricas, el producto hubiera sido mejor,
pero me parece que buscaban hacer un producto comercial”.
”Respecto a la casi completa ausencia del entonces presidente Raúl Alfonsín de
la trama, Gil Lavedra fue más contundente. “No hubiera habido juicio sin Alfonsín. Yo
lo asigno a cierta pereza intelectual de los realizadores, con muy poco hubieran podido
ser más consecuentes con la realidad. Es más, la realidad le hubiera dado mejor trama
dramática que algunas de las que inventaron”, indicó.
A pesar de sus críticas, reconoció que “es sano que se haya abierto esa
discusión sobre este episodio que fue fundacional para nuestra democracia” y
resumió: “Es un producto liviano, está hecha para agradar. Ojalá gane el Oscar””.
https://www.lanacion.com.ar/lnmas/luis-brandoni-tambien-critico-a-argentina-1985-
por-un-cuestionable-olvido-del-guion-es-muy-grave-nid25102022/
8.5 Jesús Rodríguez afirmó que primero que nada, es importante resaltar
que el fiscal Strassera, que estuvo a cargo del Juicio a las Juntas y a quien considero un
amigo y verdadero héroe, pudo llevar a cabo la acusación porque estuvo primero la
CONADEP”.“La CONADEP hizo un gran trabajo. El caso no se produjo por generación
espontánea. Y es decisión del presidente [Raúl] Alfonsín crear tal asociación, que luego
fue reproducida en otros países del mundo. Es, ni más ni menos, el primer caso de una
comisión de la verdad en el mundo”. De la CONADEP surgió un documento llamado
Nunca Más o Informe Sábato, en honor al presidente de la comisión. Más tarde se hizo
un libro con millones de ejemplares vendidos. Pero nada de esto está en la película.
Finalmente, coincidió con Gil Lavedra en cuestionar una de las frases de los últimos
tramos de la cinta: “Dice ‘luego de las condenas, hubo leyes de olvido’. De lo que sí se
olvidaron fue de hablar del indulto. Es algo que no se cita”. A pesar de sus reparos a
nivel histórico y argumental, el exlegislador radical consideró a Argentina 1985 como
un “mérito extraordinario” que permite “llevarle a la mitad de los argentinos que no
fueron contemporáneos una mirada al hecho”.
https://www.lanacion.com.ar/lnmas/ricardo-gil-lavedra-cuestiono-un-detalle-clave-
de-argentina-1985-es-imperdonable-nid25102022/
8.6 El director Santiago Mitre afirma livianamente en una entrevista que los
jueces existentes no querían asumir la función de juzgar a los comandantes.
Desconoce así a los 6 prestigiosos jueces que juzgaron a la Junta Militar, asumieron la
dirección del proceso Oral y dictaron la sentencia definitiva de condena a la mayoría
de los procesados, confirmada por la Corte Suprema. “Entrevista a Santiago Mitre, Yo
Argentina 1985 Tube (Perlak 2002)”.
Puede ser que por estas erradas visiones del Director los excelentes
magistrados y juristas que dirigieron el juicio, se los muestra en un rol secundario.
Como ya se dijo ni siquiera se muestra el momento muy emotivo, cuando los Jueces,
en especial cuando León Arslalian leyó la sentencia. Esta omisión es imperdonable.
8.7 El diario LA NACION reunió a los ex magistrados para volver a hablar de
aquel juicio, de sus vidas y del furor que generó Argentina 1985 “El Juicio a las Juntas
es lo más importante que he hecho y que haré en mi vida”, dice Gil Lavedra, que tenía
35 años en aquel momento. Todos coinciden. Hace 37 años, cuando firmaron la
sentencia, les quedaba por delante más de la mitad de sus carreras. Al poco tiempo, los
seis jueces dejaron el tribunal. Uno (D’Alessio) fue procurador; dos (Arslanian y Gil
Lavedra, uno peronista, otro radical) serían años más tarde ministros; todos se
dedicaron a la abogacía. Fueron asesores de los políticos más importantes y los
empresarios más poderosos de las últimas décadas. Pero siempre supieron que la
mayor proeza la habían logrado juntos y eso forjó una relación –“una hermandad”,
dice Ledesma y esta vez todos coinciden–, de la que también era parte Strassera y que
perdura hasta hoy.
Habían sido 14 meses de máxima tensión. De diseñar sobre la marcha un
proceso inédito, escuchar los testimonios más aberrantes, resistir presiones y
amenazas, discutir hasta el hartazgo. “El mayor miedo que yo tenía no era físico, era
miedo de fracasar. De que no llegásemos”, dice Arslanian. “El trueno entre las hojas”,
recuerda, entre divertido y ceremonioso Ledesma. Esa era la frase que usaba Arslanian
en aquel momento para resaltar que tenían que ser rápidos e incisivos. “Carlos decía
que teníamos que ser ‘un trueno entre las hojas en medio de un arco voltaico’ y hacía
este gesto”, explica Gil Lavedra, que estira el brazo con la mano como flecha. No
estaban errados. En 1986 empezaron los movimientos militares y el Congreso sancionó
en 1987 la ley de Obediencia Debida, que la Corte convalidó. En ese momento, ellos
empezaban a juzgar los crímenes del I Cuerpo de Ejército y de la ESMA. Los dos
procesos se cerraron. Los ex camaristas destacan el rol de Alfonsín como el “padre” del
Juicio y los cuatro coinciden en que, si bien recibían sugerencias de “amigos” en el
Gobierno, el entonces presidente nunca pretendió darles instrucciones. “Hubo una gran
probidad de Alfonsín –sostiene Arslanian–. Las cosas no salieron como las había
planificado y él resignó su idea primitiva”. Entre otras cosas, porque el entonces
presidente había planeado que fuera un tribunal militar, el Consejo Supremo, el que
hiciera el juicio y que la Cámara funcionara como alzada. Por ley, se previó luego el
avocamiento (que la Cámara pudiera asumir el juicio si el Consejo no avanzaba, lo que
en efecto ocurrió). “Alfonsín pudo vetarlo y no lo hizo”, destaca Gil Lavedra. Coinciden
en que en Banchero cerraron por consenso las penas. Valerga Aráoz recuerda: “Carlos
agarra una servilleta, escribe los nombres y los montos, y nos las pasa a cada uno de
nosotros para que la inicialemos”. Arslanian lo confirma: “Sí, no íbamos a empezar a
discutir todo de nuevo”. En la película, en una licencia cinematográfica, Julián
Strassera, el hijo del fiscal, ve esa escena a lo lejos. Para los cuatro, el papel del fiscal
fue clave. “Tuvo las condiciones personales ideales para ese rol. Su teatralidad
extraordinaria, pasión, temperamento”, dice Arslanian. “Era un gran tipo”, afirma
Ledesma. “Irremplazable”, agrega Valerga Aráoz. Todos lo recuerdan como un gran
discutidor. Arslanian sostiene que reírse era muchas veces un escape. “En el juicio de
Camps [el que hicieron los camaristas el año siguiente] me levanté muchas veces a
reirme solo. Después de ese juicio renuncié. Me explotaba la cabeza. Yo creí que me iba
a jubilar en el Poder Judicial, pero no podía soportar más lo que escuché”, El desgaste
del juicio colaboró para que todos dejaran la Justicia, pero no fue el principal motivo,
relatan. “Vinieron los alzamientos, la obediencia debida, todo había perdido sentido”,
dice Gil Lavedra. Insiste, este protagonista que el film tiene una mirada parcial, para
mi gusto, demasiado parcial. No quiero ser autorreferencial, pero que el tribunal no
exista me parece que no está bien. Segundo, que no existan los antecedentes: los
filósofos que asesoraron a Alfonsín, Alfonsín y la Conadep. Me parece irregular. Sirvió
para volver sobre este asunto, pero a mí no me gustó”, sostiene Ledesma, que le
adjudica a Moreno Ocampo haber sido la fuente principal del guion. Arslanian, muy
elogioso de Argentina, 1985, desliza que los autores nunca se comunicaron con ellos.
“Cuando me enteré de que la película estaba hecha dije: ‘Caramba, ¿con qué
asesoramiento se manejaron? Después vimos que tuvieron un asesoramiento…
particular”, sonríe (Luis Moreno Ocampo). Gil Lavedra afirma que Argentina 1985
Está muy bien hecha, es una película comercial que por supuesto tiene omisiones,
recortes, injusticias. Esto sin duda, pero ¡bienvenida!, sobre todo para poder discutir
aquel momento que fue épico en la recuperación democrática y que esto sea visto
también por los más chicos, por los que no pudieron vivirlo”.
https://www.lanacion.com.ar/politica/la-hermandad-del-juicio-secretos-de-una-
proeza-politica-que-supero-la-ficcion-nid1
8.8 En el film se omiten algunos datos históricos respecto al papel del
peronismo durante este proceso. Ellos querían una amnistía para los militares y no
participaron de la Conadep, se negaron todo el tiempo. Ahora, aparecen en la película
como parte festiva del juicio cuando no lo fue.
La gran telaraña se empezó a tejer el 24 de marzo de 2004. Durante la tarde de
ese día, Néstor Kirchner se presentó en la ESMA –la Escuela de Mecánica de la
Armada, un lugar siniestro en el que funcionó un campo de concentración y
laboratorio de esclavización de la dictadura- y dijo una falsedad perfectamente
calculada: “Vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional por la vergüenza de
haber callado durante veinte años de democracia tantas atrocidades. No es rencor ni
odio lo que nos guía, sino justicia y lucha contra la impunidad”. Recordemos que los
militares no poseían en ese momento ya, poder político y de fuego.
Esta actitud motivó la protesta de Raúl Alfonsín. NCK, se disculpó en privado.
Se desconoce qué gestión hizo en favor de los DDHH durante su gestión como
gobernador de Santa Cruz en tres ocasiones seguidas.
Sobre aquella mentira, que omitía ex profeso dos hechos fundantes de la
democracia argentina, la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de
Personas (Conadep) y el Juicio a las Juntas, nació lo que luego llamaríamos “el relato”,
una narración antojadiza de los acontecimientos históricos, con el único fin de
constituir una nueva hegemonía de poder.
En definitiva, tenemos en cartel un tema que había sido deliberadamente
borrado por la propaganda estatal. Volvimos a debatir sobre Alfonsín, sobre la
Conadep, re-descubrimos a ese enorme jurista que fue Carlos Nino, aparecieron
reportajes a los exjueces de la Cámara Federal, cuyas caras se habían diluido en el
arbitrario montaje nacido aquel 24 de marzo de 2004. Se volvió a conversar sobre la
auto amnistía que acompañó el peronismo en 1983, sobre los alcances de la Justicia y
sobre los radicales, a los que les habían arrebatado esa gigantesca tarea que realizaron
en la fundación de este sistema que se aproxima a cumplir cuarenta años.
https://www.lanacion.com.ar/politica/argentina-1985-y-el-debate-que-habian-hecho-
desaparecer-nid24102022/?R=a7277c
8.9 Bien dice Fernando Iglesias, Ojalá que la película gane el Oscar, le hagan
una estatua a Darín y los argentinos festejemos en el Obelisco. Cinematográficamente,
lo merece. No estaría mal tampoco mostrar al mundo un héroe como Strassera y
resaltar una de las pocas cosas de las cuales la Argentina nos ha hecho sentir
orgullosos: la condena a los genocidas. Pero siempre hay un pero, y en este caso, es la
agobiante parcialidad del argumento. https://www.lanacion.com.ar/opinion/narnia-
1985-nid13102022/
“Estamos solos”, dice el personaje de Strassera, metiendo en la misma bolsa al
radicalismo, que estaba, y al peronismo, que se había borrado. El favorito de los
guionistas es, por supuesto, Moreno Ocampo; un héroe camporista que señala “la
tradicional tendencia de la clase media a justificar golpes”, excusa al peronismo
limitando la investigación a “los gobiernos de los nueve comandantes”, recita el
mantra sagrado de los 30.000 desaparecidos y califica a los crímenes terroristas como
“hipotéticos delitos”. Joven, lindo, mediático, jacobino; de doble apellido y alcurnia
militar como casi toda la dirigencia montonera, el brillante Moreno Ocampo de la
película se destaca sobre el grisáceo Strassera, invirtiendo la importancia histórica que
tuvieron en la realidad, degradada de única verdad a opción aleatoria.
Tróccoli, ministro del Interior del gobierno que promovió los juicios, es mostrado
armando operaciones y preparando componendas. Luder, candidato presidencial de la
amnistía, es presentado como un defensor del estado de derecho. Las “leyes de
impunidad” radicales se mencionan. Los indultos peronistas se ignoran. La idea que
justifica esta masacre de los hechos es, adivino, que hay que cerrar la grieta a como dé
lugar; para lo cual, si es necesario, se debe dar por válida la versión peronista de la
Historia. Con tal de no irritar a los muchachos. Por miedo a que nos digan gorilas. Así,
en Argentina, 1985, la Conadep que los peronistas no quisieron integrar y el informe
Nunca Más que vandalizarlo lo han desaparecido, junto con la lucha contra el pacto
sindical-militar proclamada por Alfonsín de la que el Juicio era parte. Lejos de evitar
grietas, es precisamente esta forma argenta del síndrome de Estocolmo la que le
permite al peronismo seguir proponiéndose como único representante de la Patria y del
Pueblo; nudo estructural de la grieta que los cierragrietas aspiran clausurar mediante
sus astutas concesiones señala agudamente Fernando Iglesias.
https://www.lanacion.com.ar/opinion/narnia-1985-nid13102022/
8.10 Julián Strassera, hijo del Fiscal, abogado, actualmente con 51 años, cree
que la película es buena y aparece en un momento oportuno para recordar lo que
sucedió en 1985, aunque le hubiera gustado que se resaltaran otros aspectos
relevantes de la historia argentina.”El peronismo se negó a integrar la Conadep”. “El
peronismo fue absolutamente funcional a los genocidas; es increíble, se quieren
apropiar de la película, pero en aquel momento (ítalo) Lúder propiciaba la ley de
autoamnistía, no apoyaron el juicio y no hicieron nada a favor de que se esclarecieron
los hechos que sucedieron durante la dictadura militar”. Cristina, Néstor y compañía
que se autoperciben con los abanderados de los derechos humanos.
Sí, pareciera que son Rodolfo Walsh, el “Chino” Díaz Lestrem, con posterioridad
Alfonsín, mi padre, los jueces, la Conadep… un mundo pequeño de gente… Juristas,
gente notable que hicieron todo por defender a los derechos humanos, cuando ellos
no hicieron absolutamente nada. Cuando se habla de las causas que fueron reabiertas
es porque antes hubo una causa abierta. Esto empezó con Alfonsín. Imagínense si
durante casi 20 años no se hacía nada, no se juzgaba, no se investigaba, no se creaba la
Conadep, no se creaba el Banco Nacional de Datos Genéticos ni el cuerpo de peritos de
antropología forense. El kirchnerismo cree que como Néstor bajó un cuadro con eso
alcanza.
9. Hasta aquí los hechos, las opiniones y las omisiones de la película Argentina
1985 que a entender de quien escribe este informe no refleja los hechos históricos tal
cual sucedieron. Sobre todo quita la película la especial relevancia a los testimonios de
los ex jueces de la Cámara Federal que condenaron a la Junta Militar, así como el
testimonio del hijo del ilustre Fiscal Strassera.
Se afirma en reiterados reportajes que la finalidad de la película es hacer
conscientes del juicio y la época a los jóvenes y quienes no vivieron esos
extraordinarios acontecimientos. Es parcialmente cierto. Pero mucho mejor hubiera
sido hacerlo con el rigor histórico e integra veracidad de los hechos, que el
extraordinario hecho que se cuenta en el filme ameritaba.
Se intenta con este Informe dar un aporte al debate sobre los hechos históricos
que se tratan en el film. Posiblemente así el lector tendrá una visión más integral de
aquella época relevante en la historia de nuestro país.