Conocedor como pocos de los entresijos del territorio bonaerense, habitual entrevistado de nuestro ciclo en Radio Cultura, destacamos el último informe del politólogo Carlos Germano, tan sólo 26 días de los comicios del 28-06 en nuestro país.
Teoría y práctica en la Provincia de Buenos Aires
Por Carlos GermanoLos últimos 30 días de campaña, lejos de mostrar definiciones concretas, siguen manteniendo importantes interrogantes que no permiten realizar aseveraciones detalladas sobre los resultados finales. En base a distintos estudios realizados, el oficialismo se estaría imponiendo aproximadamente por 5 puntos sobre el binomio De Narváez-Solá, pero debido a la importante cantidad de indecisos (cerca del 25%), no resulta prudente arriesgar quien será el que alcance el primer lugar. Los análisis cuantitativos mediante numerosas encuestas de opinión, sumado a estudios cualitativos, rodean a los principales candidatos, buscando delinear las principales líneas de acción de los mismos. Estos elementos resultan fundamentales para optimizar las apariciones y atraer a la mayor cantidad de electores (sobre todo a los indecisos) ya sea mediante los medios de comunicación tradicionales, alternativos o mediante caminatas, recorridas, actos, etcéteras.
De todas formas, muchas veces es necesario adaptar estos estudios a la base del territorio y mucho más, si el análisis remite a la Provincia de Buenos Aires, debido a sus particularidades sociodemográficas y económicas.
Los estudios mostraban la importancia de una candidatura de Daniel Scioli para traccionar votos en base a su apellido y en su buena imagen pública. También se puso especial hincapié en Sergio Massa, como estrategia para tener llegada a los sectores medios. De hecho, en base a mediciones previas, se argumentaba que la candidatura en solitario del Gobernador podía llegar a ser más beneficiosa que ir acompañado por Néstor Kirchner, debido a la polarización que genera su figura.
De todas maneras, se ha consolidado la imagen de Kirchner al frente de la campaña. En primer lugar porque sólo con la fuerte jugada del presidente del Partido Justicialista se logró convencer a 45 intendentes que compitan en cargos testimoniales. Con el objeto de asegurar el voto peronista en el conurbano, toda la campaña está centrada en Kirchner, relegando a los otros candidatos, que a priori eran las principales armas, a un segundo lugar. Este nuevo rol más calmado y menos confrontativo del ex presidente es el elegido para dirigir en los 30 días faltantes para los comicios.
En el pro-peronismo también existe una distancia, aún mayor, entre la teoría y la práctica. En un comienzo, la estrategia desde la oficina de Francisco de Narváez en las Cañitas era clara: un acercamiento al peronismo con el objetivo de capitalizar de la mejor forma posible el voto desencantado kirchnerista. En esta línea se lo había visto a De Narváez caminando el conurbano acompañado de Hilda Chiche Duhalde y,
precisamente, es en este contexto en el que puede entenderse la unión con Felipe Solá, con el claro objetivo de ratificar ese voto más peronista.
De todas maneras, si observamos los análisis de opinión pública realizados en la provincia, la ciudadanía se encuentra sumamente lejana a las afiliaciones y estructuras partidarias tradicionales. Los símbolos partidarios no atraen y en una importante mayoría, se exige por una nueva forma de hacer política. Si bien estos eran los mensajes desde la teoría, la práctica de Francisco De Narváez era diametralmente opuesta. En los últimos tiempos, ha habido un nuevo cambio en la estrategia, de esta manera, se produjo un fuerte acercamiento a las figuras de
Gabriela Michetti y Mauricio Macri, apuntando a aprovechar la buena imagen que poseen ambos dirigentes, sobre todo, dentro del primer y segundo cordón del conurbano bonaerense. En este análisis, no es compatible la figura de Felipe Solá o de los Duhalde.
De todas maneras, no puede obviarse una situación fundamental: la necesidad de una correcta y amplia fiscalización de la elección. En esta unión properonista, este es el elemento que le aporta el peronismo, que no lo logra efectivizar la rama del Pro. Si bien esta no es una cuestión que pueda ser reflejada mediante análisis de opinión pública, es un factor clave si se busca ganar en la provincia y este alejamiento puede terminar siendo contraproducente para los objetivos de esta fuerza opositora.
Para un público alejado de la política, como es el de gran parte de la PBA, estos cambios estratégicos en la mitad de la campaña, son complicados de asimilar. Asimismo, pone de manifiesto las dificultades internas que posee el armado, con constantes idas y vueltas entre Francisco de Narváez y Felipe Solá que no solo hacen campaña por separado, sino que mantienen constantes entredichos en público. El caso del Acuerdo Cívico y Social también es llamativo. Luego de la muerte del ex presidente Alfonsín, hubo un crecimiento exponencial, no solo de la imagen de su hijo sino de la intención de voto del acuerdo. Esos guarismos se mantuvieron constantes durante un tiempo, mostrando que parecíamos dirigirnos a una fuerte tripolarización de la campaña pero las últimas mediciones muestran una disminución del voto en este sector.
Si bien en el interior de la PBA, el apoyo por esta fuerza es sumamente amplio (en especial en las principales ciudades: La Plata, Bahía Blanca y Mar del Plata), no está logrando penetrar en el conurbano con la fuerza necesaria para lograr un triunfo. En este sentido, no está utilizando su principal arma, la figura de Julio Cobos. Tal vez por una elección de respeto institucional de la figura del vicepresidente o debido a deliberaciones internas del bloque, el dirigente con mejor imagen en la provincia no está optimizando al máximo sus posibilidades. Es precisamente en este punto es donde está perdiendo terreno con el peronismo disidente, sobre todo en el primer y segundo cordón, que con la asociación Francisco de Narváez, Gabriela Michetti y Mauricio Macri, está buscando hacerse fuerte en ese sector para poder disputarle el poder al oficialismo. En este sentido, si el Acuerdo Cívico y Social no logra una importante penetración electoral en esta región, es imposible acercarse a una elección competitiva. Desde los números, aún es difícil definir una tendencia definitiva en la elección en la provincia, básicamente debido a la importante cantidad de indecisos que alcanza aproximadamente un 25 %.
Más allá de este número, es menester señalar que este núcleo es difícil de analizar en profundidad debido a la dureza del segmento: como señalamos, gran parte de este grupo se caracteriza por una fuerte lejanía hacia los mensajes y los partidos políticos; desinformados de las elecciones y sin tendencias de voto marcadas. De todas maneras, puede señalarse que los indecisos, si bien no aducen ninguna preferencia sobre los bloques de candidatos, en un 65% se inclinarían por votar a la oposición antes que al oficialismo. El punto es determinar si se inclinan por el properonismo o el panradicalismo y este puede ser uno de los factores determinantes de esta elección: si la fuerza de Stolbizer-Alfonsín logra una importante cantidad de votos, el triunfo del oficialismo se ve mucho más cercano. Asimismo, en una elección en a que parece que se define por pocos puntos, hay dos hechos que si bien son menores, pueden llegar a ser determinantes para las aspiraciones de Francisco de Narváez. El voto a Luis Patti y la candidatura de Fernando Narváez. En las últimas elecciones a Diputado Nacional Patti obtuvo casi 500.000 votos. Más allá que la actualidad lo muestra más cercano al 2%, todo el caudal de votos que reciba el ex comisario serán electores que se vayan de los votantes de Francisco De Narváez (ya que ambos comparten una campaña basada principalmente en la inseguridad). Por otro lado, habrá que ver cómo afecta a la elección la confusión entre Francisco de Narváez, de Unión Pro, con Fernando Jesús Narváez, del Partido para la Acción Solidaria Independiente Bonaerense. En este sentido, todos los votos que obtenga Narváez, serán en detrimento del candidato nacido en Colombia.
A partir de lo expuesto, se puede concluir que el futuro electoral próximo de la provincia tiene un final abierto. A menos de un mes de la elección, aún no se manifiesta un claro ganador y está en la estrategia de los candidatos utilizar al máximo sus recursos para ocupar el primer lugar en el podio.
La batalla ha comenzado.
