Adiós Cobos, un fin K

La verborragia y beligerancia reforzada estas últimas horas del ex presidente Néstor Kirchner hacia la figura de Julio Cobos no es casual ni fruto del arrebato exultante: tiene el claro fin de forzar al vice a dimitir cuanto antes.

El ex primer mandatario está convencido de que si logra que el mendocino se incline por este gesto intempestivo y lo más lejos posible de los comicios presidenciales del 2011, el titular del Senado se verá afectado en términos de imagen, en tanto calcula que al hallarse de regreso en el llano político sufrirá un desgaste que afectará el boom de su súbita popularidad entre la ciudadanía.

La opción electoral opositora Cobos se da de bruces con el deseo K de elegir con qué rivales políticos competir, a diferencia de actores como Mauricio Macri y Elisa Carrió, más afectos al deseo oficial confrontativo y modélico.

No se debe dejar de reparar al mismo tiempo en que quien edificó la elevada popularidad del mendocino y lo dotó del liderazgo del que desde hace 5 meses dan cuenta las encuestas que lo erigen mes a mes como el político con más apoyo a partir de aquel 17 de julio de su voto “no positivo” en el Senado no es otro que el propio Néstor Kirchner debido a su repetida intransigencia ante la protesta del campo.

Ahora, la estrategia K reside en instalar la idea de que Cobos es un hombre del espectro opositor cual especie de virus instalado en lo más alto del poder, un dato que no deja de tener su cierta base real partiendo de esta Argentina paradojal donde efectivamente el vicepresidente busca ser alternativa del gobierno que integra en el futuro cercano (léase 2011).

Sin embargo, esa pretendida construcción K resulta por demás peligrosa si se toma en cuenta el riesgo que corre de hacerle el juego a Cobos.

Cada vez Néstor Kirchner -un dirigente con popularidad en franco retroceso, que hoy posee la mitad de imagen positiva de Cobos, pero a diferencia del cuyano suma una elevada imagen negativa- habla mal del titular del Senado no hace más que elevarlo e instalarlo como opción superadora al matrimonio gobernante, ampliamente desgastado en términos de credibilidad y confianza en la sociedad.

El titular del PJ sabe que forzar a Cobos a declinar su alto cargo es una misión ímproba, y de hecho su ultima ofensiva en tal sentido se vio obstaculizada por la encerrona del proyecto de plebiscito que el ex gobernador mendocino motorizó a través de sus operadores -una iniciativa tan hábil en términos políticos como descabellada en terreno institucional- que hubiera dejado en manos de la ciudadanía la decisión acerca de la continuidad o no del vice en su función.


Ese referéndum de hecho no hubiera significado otra cosa que una virtual compulsa popular que hubiera confrontado a los Kirchner vs Cobos, jugada a la que el kirchnerismo nunca se iba a prestar ante la evidente derrota a la que se exponía.

En este marco, la apuesta K se basa en impulsar por todos los medios una prematura renuncia de Cobos pretendiendo que el titular de la Cámara Alta sea sancionado por la ciudadanía por su abandono intempestivo del barco y a la vez creyendo que su retorno a la arena política lo bajará del pedestal que posee también en términos de cobertura mediática por ser actor a la vez del Ejecutivo y del Legislativo.

La estrategia se percibe a priori en línea con las últimas iniciativas K: ambiciosas en sus expectativas y de dudosa consistencia fáctica.

En obra: construyendo propaganda día a día

En el mar de anuncios a toda hora del Gobierno en plena acción propagandística, esta vez fue el turno de un megaplan de obra pública.

Como nunca antes, los 5 años de kirchnerismo trajeron aparejados anuncios de un proyecto de obra, anuncio de puesta en marcha de esa obra, inauguraciones varias según la etapa del mismo emprendimiento, y así sucesivamente, hasta edificar anuncios al menos media decena de veces por una misma obra, buscando comunicar acción recargada por parte de la gestión K.


En materia de obra pública, sin embargo, hay ciertos datos que no pueden dejar de subrayarse:


1 - El transparente José López, secretario de Obras Públicas -algunos se animan a comparar su “cristalinidad” (dixit Néstor Kirchner) en la función pública con la del secretario de Transportes, Ricardo Jaime- al referir a la financiación del megaplan debió reconocer que “hay 40 mil millones –de los 111 mil anunciados- que se están tratando de conseguir”, con lo cual admitió que no la administración K hoy no cuenta con la totalidad de la financiación necesaria.


2 - La “caja” obtenida vía apropiación de los fondos de las AFJP bancan este nuevo anuncio K y no otro sostén, como por ejemplo un fondo anticíclico generado en épocas de bonanza fiscal como las que vivió el país en los últimos 5 años. Ya se ha dicho: el sistema de capitalización no era precisamente virtuoso; pero lo que en todo caso pudo hacerse para perfeccionar el régimen previsional argentino era debatir a fondo, sin apremios recaudatorios, un plan para adelante…que no consintiera además echar mano del stock de las AFJP, sino instaurando un nuevo sistema más auspicioso hacia adelante.

3 – Clarín destacó en su portada de ayer martes: “el 80% -de las obras- ya fue anunciado (en el pasado)” -VER www.clarin.com/diario/2008/12/16/elpais/p-01823017.htm - . Posteriormente, al jefe de Gabinete, Sergio Massa, no le ha quedado otra opción que admitir tal dato que transunta la política manipuladora del matrimonio presidencial.

4 - Tal como lo revelara el semanario Perfil días pasados -VER www.perfil.com/system/modules/com.tfsla.perfil.diario/elements/articulo_print.jsp?filename=contenidos/2008/12/15/noticia_0007.html - como en otras gestiones (en esto los K no son particularmente originales) cunde la discrecionalidad a la hora de asignar obras públicas: “Santa Cruz, el pago chico del matrimonio presidencial, es el segundo destino que más fondos recibió. El primer puesto, como era de esperar, es para Buenos Aires, por lejos la provincia más poblada del país”.

“Por el contrario, las provincias más perjudicadas son de sectores que durante este período estuvieron o están más distantes del Gobierno. El último de la lista es San Luis, territorio gobernado por los hermanos Rodríguez Saá, que desde un principio se posicionaron dentro del peronismo disidente. Luego están Tierra del Fuego (Fabiana Ríos, del ARI), Neuquén (Jorge Sapag, del MPN) y Catamarca (el ex radical K Eduardo Brizuela del Moral)”, señala el informe de la publicación de editorial Perfil.


5 - Hace poco más de un mes, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner decía: “Lo escuchaba hablar al presidente electo -Barack Obama-, el presidente del país y de la economía más grande del mundo, y hablaba de reconstruir escuelas, y hacer caminos, ocuparse de la infraestructura…me parecía escuchar al Kirchner del 2003, cuando recorría la provincia de Buenos Aires”.

Los números de la edificación K sin embargo son lapidarios:


* La primera etapa del Plan Federal de Viviendas bajo la gestión de Néstor Kirchner anunciada en 2004 por 120.000 unidades prometidas, se finalizó en sólo el 62%, con datos actualizados a junio de 2008.

La segunda etapa motorizada en ocasión de las campañas electorales de 2005 y 2007 impulsó 300.000 viviendas, de las cuales apenas se materializó el 2,2%.

En 2003 Kirchner lanzó un programa para construir 700 escuelas, de las cuales se cristalizaron 576.

Del Banco de Proyectos de Inversión Pública que abarcó la construcción de rutas, hospitales y obras hídricas se cumplieron 643 de las 1596 inversiones públicas en estado de ejecución.

Este Banco de Proyectos da cuenta de 7531 inversiones públicas desde 2003 hasta 2008, de las cuales apenas el 8,5% -643 obras-están terminadas, afirma la diputada de la Coalición Cívica, Fernanda Reyes. La mayor parte de esas inversiones -unas 3700- aún se halla en estado de factibilidad y de idea: no han arrancado todavía.

Respecto de las obras de infraestructura que figuran en el Presupuesto 2009 está prevista para después de la finalización del mandato de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Por los datos disponibles, durante el año que viene sólo se llegaría a concretar el 11 por ciento del total del plan plurianual”, sostuvo la diputada nacional de la Coalición Cívica Fernanda Reyes, integrante de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.

La legisladora Reyes, integrante de la Comisión de Vivienda, puntualiza que “el gobierno debería empezar por concluir el Programa Federal de Construcción de Viviendas, lanzado por Néstor Kirchner 2004 y 2005, que debía terminarse en 12 meses y sólo lleva ejecutadas alrededor del 50 por ciento de las viviendas previstas para la Etapa I y apenas el 1,5 por ciento de la Etapa II. Parte de esos fondos fueron derivados y utilizados para el rescate operativo de Aerolíneas Argentinas, a través de los superpoderes”.

Es de esperar que el nobel Obama no imite y estafe a la ciudadanía como el matrimonio gobernante argentino.

Los aires de K

Un pasaje de la última columna dominical de Mario Wainfeld en el oficialista Página 12 resulta tan pintoresca como gráfica para pintar con precisión anecdótica el estilo K.

Una filosofía desde cierto punto de vista tan hábil como cortoplacista por otro, una “articulación” (dixit Cristina) que es una marca registrada del kirchnerismo.

“Hace alrededor de dos años, el cronista se cruzó con Néstor Kirchner en un pasillo de la Casa Rosada. Página/12 estaría citado por algún funcionario de rango más bajo, el entonces presidente saldría del Salón Blanco en pos de su despacho. Se detuvo unos segundos, saludó y espetó un mensaje corto. Sacó un papelito del bolsillo (un gesto usual) y preguntó al cronista, data en mano, si conocía cuántos splits se habían vendido durante su mandato. Este diario lo ignoraba con holgura, se le espetó una cifra millonaria. Sin tomar aire, Kirchner estimó cuántos habrían sido adquiridos por gentes de clase alta o media alta. Los restó del total y concluyó que tantísimos hogares de clase media baja o trabajadora habían tenido por primera vez un aparato de aire acondicionado en su casa en el transcurso de su gobierno. Multiplicó la cifra por cuatro o cinco (familia tipo) y remató: “Millones de personas que por primera vez no se mueren de calor en verano. ¿Y sabe cuánto pagan de electricidad?” Eso sí era público, muy poco. “Por eso, porque hay millones de laburantes que viven mejor, tenemos tanto apoyo”, se solazó. Y, en su salsa, agregó su pizca confrontativa: “Y por eso hay tantos que nos detestan”.