miércoles, abril 30, 2008

Números "destacados"

En pleno combate con el gobierno K, Clarín destaca como principal tíitulo de tapa este miércoles 30 de abril números datos y números negativos para la gestión K: la inflación habría pasado a encabezar la preocupación de los argentinos, dejando detrás a la inseguridad, que por varios meses acaparó la principal inquietud pública ciudadana, de acuedo a un par de sondeos.

En tanto, en página 6, su columnista político estrella Eduardo van der Kooy -en su nota titulada "Los problemas políticos que causa al Gobierno el conflicto indefinido" VER
www.clarin.com/diario/2008/04/30/elpais/p-00601.htm - difunde datos de la consultora Management & Fit que puntulizan que el 62% de la población cree que el Gobierno "está manejando de mala manera el conflicto con el campo y el 27% lo aprueba". Además, el 79% pretende que la gestión K llege a un acuerdo con el campo.

La portada de Clarín refiere a dos encuestas: un trabajo de la consultora Ibarómetro realizada durante la segunda quincena de este mes de abril, en el que el 37% de los consultados consideró que su mayor preocupación es "el aumento de los precios", en tanto para Hugo Haime y Asoc. el 50% de los sondeados cree que la inflación es "el tema que más lo afecta en la vida cotidiana".Clarín subraya que estas cifras marcan un "aumento significativo" con relación a los resultados de enero pasado, ya que apenas inciado el año en una encuesta de Ibarómetro la inflación figuraba en cuarta ubicación entre las preocupaciones de la gente, tras la inseguridad, la educación y la pobreza.

Para Haime, también creció significativamente el ítem inflación como eje de desvelo ciudadano: del 31% de enero al 50 referido de abril. Asimismo, Clarín subraya que aumentó la expectativa negativa de la gente sobre la capacidad del gobierno de contener la inflación: para el 37% en enero y para el 71% ya en abril, creció la percepción de que el costo de vida de 2008 será superior al de 2007.

Además, Clarín refleja un dato de Haime sobre expectativas que parecen responder más a las turbulencias del momento que a una verdad revelada entendiendo de todos modos que las expectativas en los agentes tienen un papel central en la economía: el 56,8% expresó que la situación económica general es "bastante mala" o "muy mala" y sólo un 30% la vio "muy buena" o "bastante buena".

La encuesta de Ibarómetro relevó a 2.500 personas de distintos estratos y regiones del país por vía telefónica, mientras que para el sondeo de Haime se entrevistó en persona a 500 ciudadanos residentes sólo en Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

martes, abril 29, 2008

Cerrazón gráfica

Hay anécdotas que pintan un cuadro de situación. A veces, apenas un dato regista al pasar un escenario.

Quizás pocas veces como en este caso, este avatar refleja como vive por estas horas el ex (?) presidente Néstor Kirchner las turbulencias que afronta desde hace semanas el gobierno que regentea su esposa CFK.

Referimos puntualmente a aquel dato que marca que desde hace varios días Kichner no se dirige a sus oficinas en Puerto Madero para edificar desde allí sus estrategias políticas, sino que ha preferido no salir de la quinta presidencial de Olivos.

Quizás una anécdota que como pocas grafica la actual cerrazón K.

domingo, abril 27, 2008

¿Clarín ya tiene candidato 2011?

Uno de los pocos actores políticos que pareciera estar aprovechando el conflicto del Gobierno y el campo para capitalizarlo a su favor es Hermes Binner, gobernador de Santa Fe y líder de hecho del Partido Socialista.

Mientras algunos sondeos están explicitando una franca baja en la imagen de la presidenta CFK y aún otros se arriesgan a que tal declive en menor medida alcanza al gobernador bonaerense Daniel Scioli -en su caso fruto de su "tibieza", según señalan los encuestados, una característica "genética" del andar político del ex motonauta que le ha permitido escalar hasta donde ha llegado pero que hoy pareciera al fin jugarle en contra- mientras no recogen mayores apoyos nuevos figuras como Elisa Carrió y Mauricio Macri, el ex intendente de Rosario ha surgido en esta crisis como un moderado mediador entre partes, si bien ayer viernes pareció subir el tono de voz.

Dejando atrás su habitual cautela, Binner afirmó que "verdaderamente necesitamos que haya un solo presidente", se manifestó "preocupado" por el recambio en el Ministerio de Economía y cuestionador del ex presidente Néstor Kirchner por haber indicado públicamente el jueves último en un acto en Ezeiza cuál a su juicio debería ser el rumbo de la economía. "A esta altura deberíamos tener un equipo económico consolidado", aseveró el santafecino.
Es sabido que Binner bien puede encabezar una fórmula presidencial en 2011, en una coalición que extienda el alcance de la Coalición Cívica actual que encabeza Carrió, amalgamando a buena parte de la UCR -unión que de hecho funciona en Santa Fe-, centenario partido que con el salto inesperado de Roberto Lavagna al PJ remozado por Néstor Kichner, ha quedado aún más debilitado.

En esta marco, y con la pelea Gobierno K vs el Grupo Clarín a pleno, bien pueden resultar sugestivas dos notas publicadas en sólo 4 días por el diario Clarín, dotando de llamativa y cierta excesiva centralidad a la figura de Binner.
Sugestivamente el último miércoles 23 -VER www.clarin.com/diario/2008/04/23/elpais/p-00701.htm - una foto del gobernador socialista acompañó la columna del analista político del matutino, Eduardo van der Kooy titulada "Se agota la tregua y el desgaste está golpeando al Gobierno y al campo", donde Binner sólo era mencionado al pasar, sin que quizás verdaderamente se justificase una inclusión de su foto en tamaño destacado en tal artículo.
Otro tanto se repite este sábado 26 - VER www.clarin.com/diario/2008/04/26/elpais/p-02201.htm - a partir de una nota que refleja la opinión de figuras opositoras titulada "Todos le apuntan a Kirchner, y Binner pide que haya "un solo presidente", donde como se lee y en el contexto de citar declaraciones de actores del espectro opositor como Carrió, Gerardo Morales, Binner, Macri, Eduardo Macaluse, Claudio Lozano, Alberto Natale y José Antonio Romero Feris, en ese orden, al único que se subraya en el título del citado artículo es al gobernador santafecino.
El tiempo como se dice dirá cuánto hay de realidad sobre esta llamativa conducta que bien puede visualizarse hoy como una apuesta posible temprana del grupo Clarín.
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viernes, abril 25, 2008

Medios (s) despistados

Martín Redrado, Mario Blejer, Roberto Lavagna, Mercedes Marcó del Pont, y hasta con menos fuerza Beatriz Nofal, Guillermo Nielsen y Carlos Melconian.
Esos son todos los nombres que circularon en los Medios los últimos días una vez claro que Martín Losteau tenía los días contados al frente del Palacio de Hacienda y se acercaba la hora de su desplazamiento.
Sin embargo, el final es sabido: un tapado, el hasta ayer titular de la AFIP, Carlos Fernández, asume hoy en Economía. Los Medios quedaron despistados y sus "consumidores" sorprendidos.
También hubo otros rumores que mencionaban el interés del ministro de Planificación, Julio De Vido, por dividir el Ministerio de Economía y Producción en dos: por un lado, Hacienda y Finanzas, y por otro, Comercio, Industria y Agricultura. El nombre de Guillermo Moreno se ha citado como el destinatario de la segunda de estas áreas que se pretendía edificar.
En lo que sin dudas fue la pifiada que quedó más fuera de juego, nada menos que la tapa de La Nación el pasado lunes 21 exhibió el título: "Kirchner piensa que Redrado podría suceder a Lousteau", firmada por la pluma del colega Carlos Pagni, uno de sus analistas políticos estrella del matutino de la familia Mitre -el otro es Joaquín Morales Solá-. Si bien resulta difícil de considerar seriamente, a favor de Pagni podría haber sucedido que el titular del BCRA haya decidido no aceptar el ofreciemiento.
Por otro lado, y ya posterior a la partida de Losteau, este viernes 25, sólo el diario Crítica que dirige Jorge Lanata -el único que secundariza en portada el recambio en Economía dandóle menos impotancia que al "monje negro" enmarcado en el conflicto entre la administración K y el campo- en su tapa se juega asegurando que Lavagna rechazó reemplazar a Losteau y ocupar el cargo que abandonó en noviembre de 2005, pero en en su interior relativiza esa pretenida primicia, aclarando a través de un recuadro interior que el “sondeo” del kirchnerismo se dio “hace tres semanas”.

Cuestion de imagen - En caída

Hasta hoy, no llamaba demasiado la atención que los medios cercanos al gobierno se llamaran a flagrante y sugestivo silencio en términos de publicar nuevas retocadas encuestas sobre la imagen presidencial, en medio de la disputa con el campo.
Sin embargo, apenas trascendidos algunos datos cuantitativos de relevamientos de las consultoras Römer y Asociados y de Poliarquía no divulgados hasta ayer formalmente reflejando lo que es una percepción de estas horas, esto es, la franca caída en el apoyo popular a la primer mandataria CFK, hoy rápidamente los neooficialistas Página 12 y BAE -con una obvia reproducción posterior en despachos de cables de la agenciaTelam- debieron salir al cruce con números de la consultora Equis de Artemio López, uno de los encuestadores favoritos de los K, contratada por Casa Rosada.
Según dicho trabajo que bien puede competirle a los números del IndeK, Cristina Fernández de Kirchner tiene una imagen positiva del 62,2%, seguida por Daniel Scioli (50,2%) y Mauricio Macri (47,9%), de quien se informa especialmente que sufrió un brusco descenso en apenas 4 meses de gestión y está en declive.

La manipulación informartiva además -¿merecerá ello una actuación del Observatorio de Medios? ¿La Facultad de Sociales de la UBA tendrá algo para opinar sobre discriminación junto al INADI de la sobria María J. Lubertino?- "casualmente" no reporta el respaldo de los consultados al Gobierno por un lado y al campo por el otro en este presente conflictivo, pero sí concluye que el 87,1% de los sondeados se mostró en desacuerdo ante la posibilidad de que se reanuden los cortes de ruta como método de protesta, en tanto el 73% se mostró en desacuerdo con los cortes de ruta impulsados desde el agro y el 80,2% apuntó a los dirigentes rurales como responsables del desabastecimiento de alimentos ocurrido en el peor momento del conflicto.

Sin embargo, el dato real de estas horas es que la popularidad de la presidenta está en franco descenso, con índices en torno al 30%, aunque cabe consignar que la figura del ex jefe de Estado Néstor Kirchner, paradójicamente, se mantiene en la órbita aceptable de los 50 - 55% puntos, a la par prácticamente de la del gobernador Scioli y apenas 2 ó 3 puntos por encima de la del mandamás porteño y líder de PRO, Macri
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El sondeo de Römer y Asociados

Particularmente, según el trabajo de la socióloga Graciela Römer -que ha realizado varios informes para el gobierno kirchnerista- el diferendo entre el gobierno y el campo horadó la imagen de Cristina Kirchner, llevando su índice de aprobación a apenas el 29% de valoración positiva, el 41% de regular y el 26% de negativa, en tanto la encuesta anterior de la misma consultora que data de 20 días le daba a CFK un 36% de aprobación.

“El dato es la asintonía entre Cristina Fernández y el resto de la población”, explicó Römer. “El conflicto con el campo dejó en evidencia un malestar generalizado en otros sectores, logrando inéditamente que el campo y la ciudad se hermanaran. Ese cacerolazo tiene menos que ver con una problemática del campo en sí que con un malhumor dado por muchas cosas. Hay una merma de las expectativas que vinculaban a la expansión del país con la propia economía de bolsillo, y además la inseguridad sigue estando vigente junto al impacto inflacionario”.

Pregunta medular: "La presidenta está llevando al país en una dirección correcta o equivocada": 37% dice en la dirección correcta y un 53 equivocada.

Consultados los ciudadanos en relación a la situación económica actual, un 27% de la población señala que es buena, 47% regular y un 35% que es mala, reflejándose así como afirma Römer que "también aquí ha habido una retracción en la evaluación de la situación económica del país".

viernes, abril 11, 2008

El voto en los Medios

Antes comicios presidenciales, en algunos países, a diferencia del nuestro, se estila que ciertos diarios expliciten a qué candidato querrían ver triunfador.
En EEUU se da el caso paradigmático de este comportamiento y hasta algún medio -como ha ocurrido en esta campaña electoral 2008- ha publicado a qué postulante apoya en las internas en el Partido Demócrata y otro tanto en las primarias del Partido Republicano.
Esta práctica conlleva de alguna manera una actitud ética meritoria, si tenemos en cuenta que en muchas elecciones, en nuestro país y en otras naciones los Medios suelen jugar veladamente -ya sea por intereses ideológicos o de tipo comercial- por determinado color partidario.
¿O acaso alguien podría negar que Página 12 apoya calurosamente al oficialismo kirchnerista en cada reciente elección o que en Clarín priman en general claramente los intereses del Grupo multimediático y en muchas ocasiones aún apoyando al oficialismo de turno actúan estratégicamente en función de horadar al ganador casi cantado que los habrá supuestamente de beneficiar a futuro o aún seguir beneficiando, a fin de negociar desde un lugar de mayor poder propio y condicionamiento?
El blanquear el apoyo, tratándose especialmente de Medios poderosos, permite en buena medida además que todos los ciudadanos puedan tener más claro los intereses del medio que leen, escuchan o ven, y no que ese sea un dato que se busque siempre eludir .
Ahora, en otra estrategia de Medios que no presume de aportar transparencia o rigurosidad sino más bien a la búsqueda de un efecto marketinero, pero que aún así puede resultar válida, a tan sólo tres días para las elecciones en Italia, Il Corriere Magazine, la publicación que cada jueves acompaña la edición del popular diario milanés Corriere della Sera, ha encarado una propuesta novedosa al publicar cuatro versiones diferentes de tapa, cada una de ellas dedicada a uno de los principales candidatos: Silvio Berlusconi, Walter Veltroni, Fausto Bertinotti y Pier Ferdinando Casini.
Desde el diario señalan que lo hacen a partir de la relativa paridad que exhiben las encuestas -que apuntan al retorno al poder del ex premier derechista Silvio Berlusconi aunque no por una ventaja reducida en torno a entre 5 y 7 puntos porcentuales de ventaja sobre el ex alcalde centroizquierdista de Roma, Walter Veltroni- y a la inédita tendencia que parece registrar el panorama político ante la ruptura de un esquema claramente bipartidista hasta hoy.
Un par de salvedades de esta decisión editorial y marketinera. Lo primero, desde el diario anunciaron que los resultados de las ventas no serán difundidos ya no sólo antes de los comicios -ya que se estaría violando la ley electoral que en Italia prohibe publicar sondeos hasta 15 días antes su materlización- ni tampoco después.
Otro atenuante radica en que resulta ciertamente poco riguroso el resultante de tal experimento, que sólo podrá servir como anécdota y aún como dato acotado al campo del reducido universo de lectores de este medio en particular.
A nuestro entender, la resultante de este ejercicio italiano será casi tan poco creíble como creer a ciegas en las encuestas palmarias contra el matrimonio presidencial que exhiben los votos telefónicos del televidente del ciclo Hora Clave de Mariano Grondona, emparentado con una actitud crítica desde la derecha a las gestiones K que amalgama con el receptor medio del programa; o si dejarámos un sondeo sobre la imagen de la presidencia de CFK en manos de algunos de los Medios del empresario Daniel Hadad, otro derechista, pero devenido de menemista en kichnerista, que a fuerza de la marcha de sus buenos negocios con el kichnerismo gratificaría sus relaciones de poder.

miércoles, abril 09, 2008

Eduardo Fidanza, en Construcción Plural

Entrevista a EDUARDO FIDANZA, sociólogo y director de Poliarquía:



"La mayor parte de los gobiernos que entran en dificultades que es cerrarse sobre sí mismos y darse la razón a sí mismos. Los líderes políticos muchas veces se niegan a ver el cambio de condición sobre todo cuando vienen siendo exitosos en las relaciones de fuerza que tienen con la sociedad u otros competidores en el plano político".

"Tenemos un gobierno que está perplejo porque no esperó esta reacción, la constancia y la homogeneidad de la fuerza del campo para llevar adelante la huelga y tampoco esperó ni previó que podía haber un malestar social incubándose de modo tal que eso pudiera provocar la salida de la gente a la calle con las cacerolas que ya sabemos que son un emblema, un símbolo que nos trae fines del 2001 y la tragedia política de un gobierno".

"Este es un gobierno fuertemente ideológico, básicamente de una ideología populista. El populismo ha usado la herramienta de la polarización social, la herramienta de la conspiración, muchas veces de la conspiración externa, o la polarización social entre los que económicamente tienen menos y los que tienen más pero atribuyéndole a este segundo grupo un poder, una intención conspirativa así que este elemento creo que le está nublando la vista al gobierno sumado a que para analizar y diagnosticar la realidad ese elemento también lleva a errores conceptuales".

"Algo muy propio de los Kirchner es haberse acostumbrado a gobernar en condiciones de asimetría respecto a fuerzas políticas que podían competir con ellos y además con un estilo y una cultura donde el Poder Ejecutivo está sobredimensionado en el sistema político por sobre los otros poderes del Estado. Entonces uno se acostumbra a gobernar en una posición hegemónica que genera determinadas ilusiones, determinados espejismos que son peligrosos".

"Cuando el gobierno aplica en forma particularista la ley, que en realidad deja de ser ley, fomentando la anomia, la sociedad se lo devuelve con conductas anómicas individualistas. Desde ya no puedo estar de acuerdo con que los ruralistas corten la ruta porque nunca estuve de acuerdo con que los llamados ambientalistas corten, pero también hay que ver que son respuestas individualistas anómicas a una desorganización social que el gobierno a mi juicio promueve”.

"El acto en la Plaza de Mayo siguió la lógica estricta de la receta populista y reitera a mi juicio algunos de los peores hábitos del peronismo bajo (Juan Domingo) Perón y en otros casos. Acá lamentablemente estamos viendo el peor peronismo de los ‘50 y el peor de los ‘70. Estas plazas son artificiales o manipuladas".

"Si el gobierno se encierra, no lee la sociedad, se rodea de cortesanos, lo que hace es proceder como un actor de una tragedia, esto no quiere decir que vaya a generarse una tragedia, pero el actor trágico siempre se atiene a sus objetivos y va derecho a sus objetivos, sin prever o menospreciando lo que eso genera. Por supuesto que eso también se aplica en este caso a los ruralistas. Si cada actor del conflicto quiere maximizar su posición y minimizar la del rival, vamos a un choque. Pero el gobierno tiene más responsabilidad porque representa al Estado”.

domingo, abril 06, 2008

Entrevista a Jorge Giacobbe

Entrevista a Jorge Giacobbe, analista de opinión pública -y ex militante en los 70, en Construcción Plural, por Radio Cultura:

“Veo un gobierno que está más preocupado en defender su interés electoral que el interés de todos".

"Yo fui un setentista y me reconozco en esas actitudes. Reconozco perfectamente la cabeza de los años ’70, que va por el lado de “somos los dueños de la verdad”, “eliminamos al rival”, “no hacemos concesiones”, “somos durísimos, no conversamos, sólo combatimos”, y a mi me parece que esto prima hoy en la cabeza del matrimonio presidencial".

"Era absolutamente lógico que en la medida que Argentina mejorara la puja distributiva se iba a acrecentar".

"En la medida que la Argentina siga exhibiendo una situación económica, financiera y fiscal que exhibe, la puja distributiva se va a acelerar y la pregunta que nos hacemos los argentinos es por el cómo se va a redistribuir el ingreso y recuperar al 40 % de la población que todavía está en estado de pobreza. Entonces no estamos discutiendo el qué, estamos discutiendo el cómo. Si esto es con inteligencia, con diálogo, tratando de aprender unos con otros de experiencias de todos...o si van a ser con grupos de choque que se asemejan mucho a la Triple A".

"Cómo se va a producir ese disciplinarse detrás de un objetivo nacional, por consenso o por terrorismo de Estado. Si yo no recuerdo mal la Triple A comenzó por un grupo de dementes que creía que un grupo de jóvenes amenazaban la seguridad del Estado y afectaban la dignidad del líder y entonces empezaron con teléfonos, amenazas, cartas, listas negras".

Entrevista al politólogo Atilio Borón

Entrevista al polítólogo Atilio Borón, en Construcción Plural, por Radio Cultura:

"Estoy muy sorprendido por la forma esquemática, en cierto sentido hasta maniquea con la que se ha manejado esta cuestión de las retenciones. Pareciera que existe por un lado un grupo de
conspiradores, genocidas, partidarios de la dictadura y por el otro un gobierno que ha llevado adelante una política firmemente progresista, comprometida con los intereses de los sectores populares, y la verdad es que las dos caracterizaciones son absolutamente equivocadas. En primer lugar, lo que hace a este gobierno es público y notorio: un gobierno que en lo esencial se ha mantenido dentro de los carriles fijados en la década del noventa de (Carlos) Menem, es un gobierno que no ha revisado las privatizaciones aún cuando la evidencia de procesos de corrupción en la adjudicación de esas empresas sea abrumadora. De manera que es un gobierno que en lo esencial ha mantenido las privatizaciones del los ’90, no ha tomado ninguna medida seria para luchar contra los monopolios que están realmente saqueando la economía argentina, ha permanecido indiferente ante a la extranjerización de la economía argentina, una de las
más extranjerizadas de América Latina.
Eso surge de un informe inclusive de la Pastoral Social de la Iglesia, no estoy hablando de sectores de una postura socialista radicalizada".

"Es un gobierno que en líneas generales ha seguido una política económica dentro de los
lineamientos del Consenso de Washington, excepto en materia de derechos humanos
donde hay un quiebre muy grande en relación al gobierno de los años ’90, pero con eso sólo no
se hace política económica".

"El campo es una heterogénea colección de regiones, de grupos económicos, algunos muy
concentrados, otros muy dispersos en donde la torpeza con la cual el gobierno se ha manejado
hizo posible la unificación de sectores que nunca han estado actuando de conjunto en el pasado.
Esto porque el gobierno ha tomado una decisión de política económica muy poco aconsejable que
fue juntar a todos los sectores y castigarlos con un mismo impuesto que realmente es eminentemente injusto.
Es como el IVA, porque de las retenciones -con las que estoy de acuerdo ya que son un instrumento que lo utilizan los gobiernos de los países más serios y desarrollados del mundo- se está en contra de su manejo.
Porque no discriminar entre el tamaño de los afectados introduce una inequidad muy flagrante. Es un impuesto poco participable, es un impuesto tan regresivo como el IVA sólo que en lugar del consumo, carga la producción. Esto que a los grandes productores no les hace mella, a pequeños chacareros de la zona cercana a Rosario los saca directamente del mercado. No pueden resistir una retención del 45 % porque es un gobierno que permanece indiferente ante el aumento
fenomenal que han tenido los costos de las explotaciones agropecuarias. Ha habido aumentos en los fertilizantes, en pesticidas, en el transporte, las dificultades gravísimas para el abastecimiento del gasoil. El precio real que hay que pagar por el gasoil en el campo. Todo lo cual deja a los más chicos a la vera del camino. Pero el gobierno no reparó en esto y entonces está
pagando un precio altísimo porque se ha juntado con un mal humor social que es un viejo tema que yo vengo esgrimiendo desde las elecciones pasadas cuando triunfó (Mauricio) Macri en la Capital y cuando triunfó la oposición en contra de Cristina en las presidenciales en la Ciudad de Buenos Aires".

"Hay mucho mal humor entre la gente porque sienten que es un gobierno que no habla claro, que no enfrenta los problemas reales, que manipula torpemente una institución como el INDEC generando una sensación de absoluta desconfianza. La gente sencillamente no le cree al gobierno. El detonante fue la cuestión agraria pero ese detonante adquirió las dimensiones tan fuertes de esa explosión pero porque se combinó con otros elementos que estaban en el aire y que entraron en combustión y produjeron esto que es una crisis muy grave para gobierno de la Sra. Cristina Fernández”.


“Cuando terminó el gobierno de Néstor Kirchner dije que lamentablemente había perdido una oportunidad única para pasar al frente como uno de los grandes presidentes de Argentina porque tuvo todas las condiciones económicas favorables para realmente dar una vuelta de página en la historia económica, social y política de la Argentina, pero no lo hizo, se equivocó, no escuchó, fue muy soberbio el gobierno, muy cerrado, que al mismo tiempo junto con la soberbia
tenía un temor pánico a las críticas, cobarde como para poder enfrentar al periodismo en una rueda de prensa. En cuatro años fue un presidente que no ha podido mantener una sola conferencia de prensa. La gente se siente muy ninguneada por las políticas del gobierno y después el otro gravísimo error fue el discurso de Cristina del martes y el envío de los
empleados estos, (Luis) D’ Elia, (Emilio) Pérsico, (Edgardo) De Petris, decir que son piqueteros es un error.
Son funcionarios del gobierno que manejan una masa clientelar grande o chica según los casos pero no representan a nadie. La noche en la cual Cristina pronunció el discurso poco oportuno no hubo ninguna manifestación espontánea de apoyo en la calle para salir a defender el gobierno de Cristina. Y lo del acto de Cristina en Plaza de Mayo es un acto organizado,
con la gente acarreada desde toda la República pero sin ninguna importancia política real”.

“Los productores se sienten muy agredidos, les dijeron de todo, oligarcas, genocidas, cómplices de la dictadura, o sea es gente que ha sido agredida económicamente y agredida simbólicamente y políticamente. El que tiene que poner una nota de cordura y reconocer que se ha equivocado es el gobierno. Es normal que un gobierno se equivoque, es una mancha terrible, reconocer “sí, hicimos mal los cálculos, nos equivocamos, nos falló un mecanismo de consulta ¿Por qué no tener la sobriedad y la modestia de reconocer que ha habido errores y que tenemos que hacer las cosas de vuelta?
Sería una salida que relegitimaría de vuelta al gobierno de Cristina Fernández para no entrar en una zona de mucha turbulencia política.
Y si esto no se arregla de fondo, si vuelve el lockout agrario, el problema del abastecimiento se va a transformar en un problema muy serio y va a ser que inclusive las propias bases electorales del gobierno entren por la vía del saqueo a procurarse lo que no puedan encontrar de otra manera. Seria nefasto que el gobierno no escuchara el mensaje que llega de la sociedad y
actuara en consecuencia”.

jueves, abril 03, 2008

Entrevista a Carlos Floria:

Entrevista a Carlos Floria, polítólogo - historiador, en Construcción Plural, por Radio Cultura

“La tendencia natural del peronismo ha sido - por su poder evidente y por la claudicación o por lo menos el desconcierto de la oposición- la tendencia al partido hegemónico y el tema del estilo tiene mucho que ver con ese tipo de subcultura política. Algo de eso ha ocurrido, se ha manifestado y se está manifestando por estos días en la forma de tratar los conflictos en este momento”.

“Nunca he sido “anti peronista” pero sí claramente “no peronista” y aún hoy, pero comparto la visión del fenómeno peronista como parte natural de una subcultura política en la
Argentina. El fenómeno peronista tiene una tendencia natural y la ha tenido en el pasado a lo que se suele llamar la hegemonía y entonces en el sistema de partidos consagrada por el momento como una manera de analizar el sistema de partidos está el tema del famoso partido único que implica un régimen totalitario claramente (caso nazi, fascista y el soviético, comunista). Y por otro lado está el sistema de partido hegemónico que es una categoría que generalmente se asocia al PRI mexicano y otros ejemplos. Esas dos categorías son sistemas de partidos -como dice un gran politólogo italiano Giovanni Sartori- pertenece a la zona autoritaria del poder. El partido único y el hegemónico no pertenecen a la zona democrática constitucional. Recién cuando uno baja supongamos una línea imaginaria que separe esos dos tipos de partidos, de sistemas de partidos, recién cuando uno baja al bipartidismo, al pluralismo político y competitivo con más o menos partidos, excesivo o no excesivo, ahí ya se está en la zona de la democracia constitucional".

“Hay un problema de estilo de hacer política y de concepción de lo que se puede esperar o se debe esperar del Estado. Soy de los que creen - y estimo que no en solitario – que los argentinos necesitamos afirmar un sistema político legítimo y por sistema político legítimo uno está diciendo el de mayor calidad política. Se suele hablar de calidad institucional. A la que hago referencia es una calidad que viene desde el estilo de los dirigentes hasta el tipo de convivencia y luego una legalidad muy reconocida y compartida por la sociedad”

“Lo que yo suelo trabajar es una especie de triada en la historia sobre todo contemporánea que vale para cualquier Estado que es la concepción del Estado:
- como poder, como fuerza.
- Como una legalidad, esto es, una fuerza calificada por la ley.
- Como una legalidad con sostén de la sociedad y lo que se suele llamar legitimidad.
En mi manera de apreciar las cosas, ninguno de nosotros nunca hemos vivido lo que significa un sistema político legítimo, donde las reglas de juego forman parte además de las creencias colectivas y en cambio sí hemos vivido el Estado como fuerza y el Estado como legalidad además tremendamente costosa porque fijémonos además lo que significa una cierta legalidad consolidada hoy".

“Lo que está ocurriendo hoy es la consecuencia primero de un estilo confrontativo, que no es en sí mismo novedoso en la política pero sí contribuye a la percepción del Estado más como poder que como legalidad y legitimidad. Esto de hacer notar el poder, de hacer evidente que hay capacidad coercitiva es la parte más elemental de la política pero no la de mejor calidad. La presidenta y aun el ex presidente tienen ese tipo de estilo y después cala en la sociedad y de alguna manera produce una confrontación que no necesariamente se corresponde con las antiguas confrontaciones sino con nuevas confrontaciones que el político debe evitar -no digo en un sentido de una conformidad absoluta a lo que diga una oposición o los que discrepen- sino evaluar cómo se trate el tema político”.


“El estilo confrontativo a veces se va convirtiendo en estrategia y en lugar de considerar a la oposición como un fenómeno natural se la termina por interpretar como una antinomia profunda. Fue lo que nos pasó en tiempos no demasiado lejanos y sobre todo frente a lo que era el Estado peronista. La lectura de la historia es siempre importante, así como la lectura de la sociedad y de las instituciones. Diría que son los tres niveles de lectura que uno debe hacer. Y en la lectura de la historia lo que le pasa al peronismo histórico es que de pronto entra en la variante de la hegemonía, la logra y se convierte en un Estado Peronista, no en un Estado con un partido peronista. Ese riesgo de convertir el Estado en una identificación con el partido es lo que en este momento tiene que evitarse llegando a una especie de autocrítica. En un fenómeno político actual donde lo que veo es que la Argentina es un ejemplo de la psicología del autoengaño. Tiene que haber una mayor precaución en el sentido de que si uno tiene entornos demasiado cerrados y no ventilados, termina por entrar en esa psicología del autoengaño que según los psicólogos sociales implica primero el entorno que ya en el caso de la Argentina ha habido entornos de todo tipo, normalmente muy viciosos, segundo una especie de tendencia a la unanimidad y por último una tendencia a no aceptar la disidencia. Esto es lo que parece que está ocurriendo ahora”.

martes, abril 01, 2008

Los Medios y la krisis

Les acercamos dos visiones diferenciadas acerca del rol de los Medios y el periodismo en gral. en la cobertura de la krisis que por estas horas vive nuestro país.

En una de ellas, el colega Eduardo Aliverti, que escribe los lunes en el medio neo oficialista Página 12, bien refiere a la repartición de la torta y a la falta de iniciativas de mediano y largo plazo en políticas agrícola-ganaderas, aunque consideramos injustificable especialmente viniendo de alguien que se tilda de progresista que en función de la trágica historia que signó nuestro país la violencia política, se acerque al oficialismo muy generosamente y minimice ampliamente el accionar de las patotas del paraestatal Luis D 'Elia empleadas como fuerza choque kirchnerista. La violencia alentada desde el Estado es sumamente preocupante, mucho más que la que se ejerce llegado el caso desde fuera de la órbita del Estado, por algo ya en los juicios a los responsables de la dictadura del 76 se marcó la sana distinción entre el estar fuera de la ley por parte de grupos guerrillos y el terrorismo de Estado como ilegalidad muy superior, una tesis además subrayada también por el kirchnerismo gobernante.

Aliverti señala: "D’Elía corriendo de la plaza a los que de todas maneras se iban a ir apenas llovieran dos gotas, el uso de las huestes de Moyano como fuerza de choque, estructuralmente son pelotudeces. El partido no se juega ahí más que como sección secundaria. Se juega en cómo se reparte la torta y para qué".

En la otra visión, la de Matías Longoni, colega de Clarín y titular de Círculo Argentino de Periodistas Agrarios, cabe destacar una afirmación al pasar, que no podemos eludir al menos quienes sostenemos desde el primer día que el kirchnerismo es la continuidad plena del menemismo bajo otro ropaje, el de lo políticamente correcto, ropaje que ahora ha entrado en crisis amplia de credibilidad: "Telam me genera indignación, no me sacudía tanto cuando yo trabajaba allí, en las épocas censoras, aunque menos, del menemismo".

F. E. Mauri.



* La rebelión de los gringos
por Matìas Longoni - period. de Clarín y presidente del Círculo Argentino de Periodistas Agrarios (CAPA) (*)


Me han pedido, como periodista especializado en agro, que dé mi opinión sobre la cobertura mediática del conflicto entre el Gobierno y el campo, de la cual yo mismo he formado parte. Difícil tarea; no es tarea sencilla hablar mal de medios y colegas. Pero obligatoria, porque en definitiva soy de los que creen que en esta Argentina de la convulsión sencilla se hace necesario derribar algunas estanterías para construir otras nuevas y más resistentes. No se ofendan.
Creo, en caliente, que la cobertura sobre el paro agropecuario (sí, "paro" y no "lockout", porque los que cortaron la ruta laburan mucho más que yo, que vos y seguramente más que los municipales) ha sido una reverenda porquería. Inicialmente, y esto es de manual, porque los medios empezaron realmente a preocuparse cuando el conflicto se hizo severo, cuando los cortes de ruta y las amenazas de desabastecimiento y violencia.
Ningún medio cedió demasiado espacio (y mucho menos la tapa) cuando la cosa se andaba gestando, de cinco años a esta parte. Ninguno habló demasiado por ese entonces de las millonarias y matemáticas transferencias de ingresos de productores a otros eslabones de la cadena comercial o a un Estado que la gastaba mal. Guillermo Moreno empezó a ser noticia recién cuando manipuleó los valores de la inflación del INDEC, tan caros a nuestros bolsillos ciudadanos, y no cuando hizo trizas los sistemas de formación de precios del ganado (la carne), los del Mercado Central (las frutas y verduras) y los del trigo (el pan). Tampoco cuando hizo añicos el poco Estado con el cual contamos. Todo eso fue vital para el después; los medios llegaron tarde. En el transcurso, los periodistas agropecuarios nos sentimos unos parias.
Y cuando apareció el quilombo, la mayoría de los medios reaccionó muy mal y siempre de acuerdo con su razón social: comprado o autónomo. Los comprados parecían piezas de un ejercito de robots repetidores y su única tarea fue descalificar. Nunca antes escuché tantas veces la palabra "golpistas" como ahora, ni siquiera en tiempos de Aldo Rico. Nunca antes vi que se discutiese tanto sobre la diferencia entre un paro y un lockout. Leí tantas líneas gastadas en hacer política berreta.
A los medios autónomos les concedo la gracia de que todavía lo sean. Gracias a no sé quién siguen siendo reductos humanos, donde priman otros intereses y la contradicción es la receta. Creo que, en esta ocasión, fueron un refugio útil frente a los otros.
Un párrafo merece la agencia estatal (de todos nosotros) Télam, en donde me forme como periodista. En quince días de paro gastaron los dedos para defenestrar al paro rural desde todos los costados, sin piedad, y no concedieron ninguna cabeza a contar las razones -equivocadas o no-, de la protesta. Todos los sellos de goma del oficialismo desfilaron por ese medio, sin filtro. Decían barbaridades, aunque en realidad no decían nada nuevo: repeticiones de un discurso que les llegaba de arriba, lo mismo que a los ministros. En toda mi cobertura no tomé un solo encomillado de esa agencia. Esta indignación no me sacudía tanto cuando yo trabajaba allí, en las épocas censoras, aunque menos, del menemismo.
Tengo posición tomada, lo sé. Me hubiese gustado que los diarios anticiparan esta rebelión auténtica del interior profundo, que poco tiene que ver con los oligarcas que tanto asustan hoy a los militantes del pueblo. Que los hay, gorilas, los hay. Soy periodista agropecuario: por amor a una información, hasta he tomado whisky con muchos de ellos. Pero hay un largo trecho de allí a decir que este paro era un intento de un sector desestabilizante para quedarse con toda la plusvalía de la pampa húmeda. ¿Qué quieren? ¿Que les diga en que páginas de Internet hay que mirar para enterarse de cuántos productores hay en esta región del mundo? Tomensé el trabajo: a muchos colegas les recomiendo que estudien el Censo Agropecuario del INDEC y compren "Márgenes Agropecuarios", que miren bien todos los números. En la cobertura del conflicto, salvo excepciones, hubo una ausencia feroz de datos claves para entenderlo.
Soy periodista agropecuario, repito, y me suele suceder que cuando regreso de una nota en el interior (sea con un oligarca o con un minifundista) siento ingenuamente que hay un país muy diferente al que se respira en Buenos Aires. Hay seres humanos detrás de la General Paz. Me hubiese encantado que alguien titulase sobre este paro: "la rebelión de los gringos". Lo más cercano fue aquello de la "guerra gaucha" con que copeteó el diario Crítica. El paro agropecuario, en su escalada, terminó siendo un llamado de atención severo hacia quienes hacen la política y deben conciliar los intereses de todos los argentinos.
Considero que cuando las cacerolas porteñas comenzaron a sonar no lo hicieron tanto en solidaridad con los productores sino asqueadas por un estilo de hacer política. Muchos medios y periodistas ya se han hecho carne de ese estilo, que no es de izquierda o derecha, ni oficialista ni opositor, sino simplemente autista: muchos medios ya no reflejan lo que sucede en su entorno sino intereses segmentados que tergiversan la película. Espero no haber contribuido, con mis notas, a esta confusión general.

* El Círculo Argentino de Periodistas Agrarios (CAPA) es una asociación que nuclea a cerca de 400 periodistas especializados en temas agropecuarios de todo el país. Esta columna de opinión fue publicada e el site Diarios sobre Diarios.


* Primero lo primero
Por Eduardo Aliverti - Página 12

El hecho concreto que sacude al país no deja espacio para medias tintas. Se está con o se está contra el lockout del “campo”. Y esto está dicho esencialmente, aunque no sólo, desde dentro del ejercicio periodístico y respecto de la cobertura de lo que sucede. Se escuchan posicionamientos ambiguos, siendo suaves, que terminan armando una ensalada indigerible entre que “lo importante es sentarse a dialogar”, que “las dos partes tienen su cuota de razón”, que “hay que bajar los decibeles”, que “la dirigencia agropecuaria fue desbordada por las bases”, que “es una locura la soberbia gubernamental y las acciones patoteriles de D’Elía y los camioneros”. Esos ensaladeros son básicamente los pusilánimes, los mediocres, los que carecen de formación intelectual o ideológica sólida, los que no saben qué opinar y menos que menos, ni aun por intuición, de qué lado ponerse. Pero no son subjetivamente tramposos. No les da la cabeza, simplemente, o, en el “mejor” de los casos, carecen de poder mediático para decir lo que en verdad piensan o sienten. Hay, en cambio, una fauna periodística con dos nutrientes: una está presa de que su negocio es el denuncismo antikirchnerista a rabiar, porque su target son los sectores culturalmente molestos de las clases medias urbanas; la otra, derecho viejo, está ligada a los intereses ideológicos y comerciales de sus multimedios, que le hacen el coro al “campo” con la amplificación desnuda, vacía, espectacularista, del tilingaje cacerolero y de las lágrimas de cocodrilo de gente que se cree la dueña del país. Una parte entre significativa y sustancial de la facturación de los grandes medios proviene de los emporios agropecuarios, de modo que a otro perro con el hueso de la independencia periodística en el tratamiento del lockout del “campo”. No mientan más. Basta de disfrazarse. El hecho concreto es que este paro salvaje generó un desabastecimiento cuyas víctimas, por vía inflacionaria, son los sectores más desprotegidos de la población. El hecho concreto es que los mismísimos protagonistas del paro reconocen que lo que está en juego no es perder plata, sino dejar de ganar alguna. El hecho concreto es que salieron a disputar el espacio público en defensa de sus intereses, a costa de joderle la vida a la mayoría de la sociedad porque esto no es un corte de calles en el centro porteño que perjudica la llegada puntual al trabajo. ¿Están a favor o en contra del hecho concreto? Díganlo de frente. Todo lo demás es anecdótico mientras no haya esa toma de posición definida frente a un episodio de esta magnitud.
El segundo aspecto, paradójicamente, es que todo eso que se transforma en anécdota por obra de idiotas útiles y cómplices viene a ser nada menos que el núcleo de lo que debería discutirse. En el turno gubernamental, la situación deja claro que (como en la gran mayoría de las áreas estratégicas) en el desarrollo agrícola-ganadero se carece de un proyecto de mediano y largo plazo que no sea explotar de soja, continuar aprovechando la demanda internacional de materias primas, recaudar con las retenciones y sentarse a tomar mate viendo cómo crecen las reservas del Banco Central. Por fuera de eso –y no solo como responsabilidad del Gobierno, que la tiene en primer grado, sino del conjunto de los actores sociales– no hay debate ni señalamientos alternativos que le importen mayormente a nadie. Quiénes son los principales beneficiarios de esta danza de agronegocios; qué será de la tierra con este esquema de virtual monocultivo, con crecientes riesgos de contaminación de todo tipo; cómo es posible que el 85 por ciento de la producción, en un territorio de cadena agraria, sea llevado por el más caro de todos los medios de transporte, que es el camión, mientras la recomposición de la red ferroviaria destaca como su estrella el montaje de un tren bala; cómo se explica que en este granero del mundo que puede darle de comer a 300 millones de personas haya un tercio de la población pobre e indigente; con qué se traga que más del 90 por ciento de los agentes del campo sean productores pequeños y medianos, y trabajadores rurales, pero casi la totalidad de la superficie en cultivo esté en manos de un puñado de terratenientes... El Gobierno viene eludiendo ese debate, al igual que los grandes medios de comunicación aliados a los fiesteros agroexportadores. Y un buen día, oh sorpresa, resulta que los fiesteros quieren más todavía y paran el país –no hacia dentro de sus cotos, donde siguen cosechando– ayudados por la bronca de los más débiles de la cadena, que les sirven de mano de obra piquetera. El contexto de muñeca política, nula o escasa, que tuvo el oficialismo para manejar el escenario es de segundo, tercer o último orden. El tono soberbio de Cristina, D’Elía corriendo de la plaza a los que de todas maneras se iban a ir apenas llovieran dos gotas, el uso de las huestes de Moyano como fuerza de choque, estructuralmente son pelotudeces. El partido no se juega ahí más que como sección secundaria. Se juega en cómo se reparte la torta y para qué.
Sin embargo, que el Gobierno se apropie de una parte de las rentas descomunales del “campo” no puede ser puesto en duda como derecho del Estado, en tanto lo estatal es concebido como regulador de los desequilibrios sociales. Es atrozmente cínico sostener que uno se deja meter la mano en el bolsillo por el fisco sólo si ve que eso es devuelto en el mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad. ¿Desde cuándo les importa a estos tipos que las rentas del Estado vuelvan al pueblo en salud, educación, vivienda, servicios públicos? La discusión primaria no puede basarse en si es justificable la atribución del Estado para tomar porciones de lo que produce la economía. Para qué se usa esa retención es un debate que viene después, y que los fiesteros pretenden poner antes. Propiciadores, mandantes y socios de cada dictadura que asoló al país, la única novedad de esta oligarquía, a la que hoy quedaron pegados sectores dirigentes del agro con propuestas históricamente progresistas, es que el gran capitalista agrario tradicional cedió terreno frente a un conjunto limitadísimo de transnacionales y grupos locales, introductores de la valorización financiera de la tierra a través de sus fondos de inversión. Concentración extranjerizada, pero en el fondo semántico, como categoría política, los mismos intereses de la derecha oligárquica de toda la vida.