sábado, junio 30, 2007

Rico cruce entre Verbitsky y C. Lozano

De cara a la derrota inexorable del kirchnerismo en la elección Capital, Horacio Verbitsky tiró el domingo pasado la primera piedra en dirección al postulante a jefe de gobierno por un espacio de centroizquierda Claudio Lozano, quien decidió responderle pero no en términos de figuración mediática explícita, tras ser acusado por el otrora periodista de investigación de Página 12 de dividir el espacio de pretendida centroizquierda que pretende representar el kirchnerismo, la misma fuerza que lleva -¿al ex cuadro del PC?- a Daniel Scioli como abanderado en la provincia de Bs. As.
Siempre hemos pensado que existen medulares diferencias entre el periodista que ejerce lo suyo como como oficio o profesión -apasionante, sin dudas desde nuestra visión- y aquel que lo hace con impronta militante o con adscripción partidaria.
En la primera variante, la búsqueda reside en la verdad, en tanto en la segunda, la palabra o la pluma pretende capitalizar apoyo a determinado interés, que bien puede ser loable, pero que de todas maneras aleja al periodista del rigor y la verdad, aunque desde ya convenga colegir que la subjetividad se manifiesta en ambos vías.

En el caso de Verbitsky, uno no puede más que añorar a aquel colega de pluma rigurosa y puntillosa, que desde su lugar testimonió la corrupción menemista...pero que como sabemos vio "vaciada" su función como virtual fiscal anticorrupción en función de la excesiva "cristalinidad" -dixit K- y acentuada transparencia de la gestión K.


El domingo pasado -24/06/07- Verbitsky en Página 12 en su habitual columna semanal titulada en esa oportunidad "Por el piso" - www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-87107-2007-06-24.html - cuya bajada señalaba: "Aunque Filmus parece achicar las distancias, es poco probable que impida la victoria de Macri. La elección de hoy medirá el piso con que dos coaliciones antagónicas se posicionan para octubre. Buenos Aires atendida por sus dueños: por primera vez en un siglo las clases dominantes tienen expresión propia en el sistema político. La Coalición Cívica Libertadora, la Paleoizquierda Unida, el cardenal Bergoglio y la sombra de Codovilla" había referido a Lozado de esta manera:
"Con el Microemprendimiento por Buenos Aires, organizado para estos comicios, el ex radical storanista Martín Hourest llegó a la Legislatura. Obtuvo el 2,93 por ciento de los votos. Debido al corte de boleta en su contra el economista Claudio Lozano sólo recogió 2,7 por ciento para gobernador. Según Lozano es imperioso construir una nueva fuerza política en la Ciudad, que impulse niveles de igualdad y libertad, para lo cual resulta imprescindible involucrar a la población en un proceso de participación, con respaldos sociales organizados. Es decir, algunas de las cosas que él no hizo ni concitó desde que fue electo en las listas de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman en 2003. A la semana de la primera vuelta, Lozano le dijo a este diario que estaba “feliz” por la “victoria a todas luces” de haber conseguido un legislador y sentenció que “no hay ninguna razón para plantear el sí a Filmus”. Menos tajante, el 14 de junio un plenario de sus doscientos leales se limitó a plantear que se mantenían “inalterados los aspectos que hicieron que la opción Filmus no fuese, para nosotros, una opción”. Pero una nueva asamblea realizada el jueves 21 suprimió esa definición lapidaria y sostuvo que la segunda ronda de hoy es una oportunidad de votar en contra de Macri, fórmula mezquina pero clara de habilitar el apoyo a Filmus. Esto refleja la dificultad para sostener posiciones capciosas aun en pequeñas agrupaciones de cuadros. Otro tanto ocurre en ATE Capital, uno de cuyos sectores llegó a cuestionar la incorporación a planta del personal precario del INDEC mientras no se cambiara el método de medición del índice de precios al consumidor, lo cual define una opción política, y no la más inteligente, en detrimento de la tarea gremial, ceguera que la CGT celebra y factura. El aislamiento de estas definiciones individualistas se hizo evidente cuando los principales dirigentes de la CTA de la Capital, con el respaldo del secretario general nacional, Hugo Yasky, se pronunciaron por el voto a Filmus, pese a que el gobierno nacional aún no ha cumplido con su promesa de otorgarle la personería gremial y, en demasiados frentes, deja mucho que desear. Junto con la CTA, se manifestaron también en el mismo sentido otras organizaciones que en 2001 formaron parte del Frente Nacional contra la Pobreza, FRENAPO. La presunta independencia que reivindica la conducción del Microemprendimiento, evoca la posición anunciada en agosto de 1946 por Vittorio Codovilla en su Informe al XI Congreso del Partido Comunista: “Apoyar lo positivo de Perón y oponerse a lo negativo, llegar a acuerdos con la oposición sin caer en la oposición sistemática”. El PC nunca volvió a caminar bien después de pegarse ese tiro en el pie. Codovilla fue más cauto que Lozano, quien hace mucho no advierte nada positivo en el actual gobierno.
* La respuesta de Lozano es la siguiente:

Horacio:

La política es acción colectiva, por lo menos, si pretende transformar la realidad.

Por lo tanto, supone la capacidad de procesar discusiones y diferencias entre aquellos que tenemos trayectorias, compromisos y objetivos comunes. Nosotros, vos y yo, nos conocemos bastante, y hemos compartido reflexiones y acciones importantes. Desde nuestra tarea en el Servicio Paz y Justicia hasta la epopeya del FRENAPO. Tenemos, por lo tanto, posibilidades concretas de discutir más allá de las páginas de los medios. Es más, estaríamos obligados a hacerlo si nuestro compromiso con “esa tarea política como acción colectiva” fuese nuestra prioridad.

Es razonable que existan diferencias políticas respecto a cómo caracterizar y actuar en un determinado momento. Es razonable, también, que confrontemos caracterizaciones si no estamos de acuerdo. Lo que no es razonable es que se ingrese en la “descalificación personal”, y menos a través de un medio público. Cuestión en la que vos ingresas al situar nuestra experiencia como “microemprendimiento”. Esa palabra no me afecta porque aluda al hecho de haber tenido sólo 52000 votos en la última elección. Me afecta porque un microemprendimiento es una estrategia que uno adopta para sobrevivir, es decir, es un proyecto personal, no político.

Más allá del cuidado que debieras tener al hablar de un instrumento de sobrevivencia en un “país de sobrevivientes” y dónde hay “millones” que todos los días pelean por lograrlo, tu caracterización no sólo me denigra a mí (lo cual no me jodería tanto), sino que desprecia y transforma en estúpido el trabajo de muchos compañeros (ejemplo: hubo 1.200 fiscales) que no sólo creyeron en lo que hicimos, sino que además están conformes y con ganas de continuar en la tarea.

Seguramente debieras pensar si tenés derecho, desde el cómodo lugar desde donde escribís, a devaluar el trabajo y la militancia de tanta gente. Pero más allá de esto, que podrías pensarlo y sería opinable, lo que no cabe es que ingreses en la descalificación personal y pública, contribuyendo a la “fractura” de quiénes por trayectoria, compromiso y perspectiva, tenemos mucho en común. Cuando alentamos la fractura en una práctica que debe ser de carácter colectivo, cuando no podemos aceptar que el otro piense de otro modo, le hacemos un flaco favor a quienes sostienen sus prácticas de dominación en la ausencia de “unidad política” de las experiencias populares.

No voy a entrar en tu juego de discutir a través de Página/12. Esto que escribo es para vos y para aquellos compañeros que trabajan y piensan como vos y como yo. Absurdo sería también ingresar en descalificaciones similares diciendo que desde hace un tiempo a esta parte te parecés más a un “escriba oficial” que a un periodista comprometido. O en todo caso, que las notas que producís luego de reflexionar con tu almohada, son el resultado de las decisiones de un “Francotirador” que no se sabe nunca para quien trabaja. Descalificar es fácil, discutir en serio es más difícil.

Desde estas definiciones comentare tan solo algunas cuestiones de las líneas que nos dedicás (innecesarias para algo que, según vos, significa tan poco). Tus apreciaciones están signadas por algunas chicanas, frases descontextuadas, un conjunto de informaciones reconstruídas en base a los diarios y no a las declaraciones de nuestra agrupación “Buenos Aires para todos” que, por otra parte, me encargué personalmente de que te lleguen; información falsa sobre la CTA y el INDEC y en el fondo, una matriz de interpretación política que es lo único que vale la pena discutir de todo lo que decís.

1) Sobre las chicanas

Empezás diciendo que hubo un corte de boleta en mi contra, cuando una mirada un poco más seria y menos destructiva, podría decir que hubo un corte de boleta a favor de nuestra propuesta en materia legislativa. Propuesta que, por cierto, era de “lujo” por quiénes integraban la lista y que motivó a unos cuantos a tratar de complementar su “voto útil” para jefe de gobierno con el respaldo a nuestros legisladores. Si estuvieras con menos “bronca” y evitaras tu ceguera quizás vos mismo podrías haber hecho algo similar. No tengo la menor duda respecto a que tenés muchas más coincidencias “de fondo” con personas como Martín Hourest, Pedro Bussetti, Laura García Tuñón, José Escudero, Lucho Ramírez, etc.. Muchas más coincidencias que con el “productor de medicamentos” Ginés González; que con la burocracia con problemas legales del sindicato de porteros, o con el otrora abogado de las empresas recuperadas Diego Kravetz, hoy cuestionado por ellas en función de dineros que no parecen haber sido bien habidos.

Luego seguís, “socarronamente”, exponiendo nuestros principios de construcción política (“una fuerza política supone estrategias institucionales capaces de articularse con respaldos sociales organizados”) para decir que no se revelan en la votación. El planteo es francamente ridículo y propio de alguien que hace tiempo no mete las manos en construcción alguna y que se ha terminado convenciendo de que la construcción política es el resultado de un fenómeno mágico y no de una tarea que lleva su tiempo. Jamás pensamos que participar electoralmente nos iba a devolver un triunfo. Simplemente, luego de haber intentado convocar en Diciembre del 2006 a que las fuerzas populares y democráticas de la ciudad pudieran tener una estrategia común, y percibir que buena parte de ellas quedarían enredadas en las internas de las estructuras tradicionales o del “operativo retorno” de Aníbal Ibarra, decidimos plantear una propuesta nueva ya que la experiencia del progresismo trucho que hiciera pie con Ibarra y continuara con varios más estaba, para nosotros, llegando a su fin y comenzando a entregar la Ciudad a la derecha. Sabíamos que una propuesta nueva en un contexto de polarización y nacionalización como el que se daba corría riesgos, pero creímos que era conveniente empezar. No estamos contentos con lo que pasó en la Ciudad. Sí estamos conformes con lo que hicimos ya que pudimos dar un paso, lograr una humilde representación institucional que sumada a las experiencias sociales que participan con nosotros (y que no son pocas) nos permitirá aportar seguramente en la conformación de la nueva coalición política que hay que construir en la Ciudad. Pudimos hacer visible en el plano electoral una propuesta seria y el trabajo político que en el plano social venimos haciendo hace ya mucho tiempo. Sabíamos que no era fácil, podemos habernos equivocado pero a diferencia de otras experiencias si nos equivocamos lo hicimos discutiendo con los que compartimos hace mucho tiempo la tarea. Lo que hicimos se puede explicar, no tenemos que dar cuenta de acuerdos extraños donde participaban intereses y estructuras que claramente están comprometidos con la Argentina decadente y no con los cambios que nuestro país necesita. Preferimos instalar la “voluntad” de construir una “fuerza nueva” que involucrarnos en estrategias que obligaban a explicar a la UCD, al macrista Schiavi, al menemista Enrique Rodríguez, a Patricia Bullrich o a UPCN , o a los porteros, o a Genta, o a Alberto Fernández. No creemos en la magia, sí en la construcción, y en este sentido lo que hemos logrado lo seguiremos invirtiendo en el objetivo que creemos central: “aportar a la construcción de una nueva experiencia política en nuestro país”.

2) Sobre la información

El proceso de nuestra decisión respecto al ballotage tiene poco que ver con tu explicación. Siempre dijimos lo mismo, antes del 3 de junio cuando no se sabía quien era el segundo, el 3 de junio a la noche, y después. Dijimos siempre “CON MACRI NI A LA ESQUINA”. Lo que no hicimos fue subirnos a una campaña en la que no creíamos ni decidíamos. Básicamente porque aunque vos creas que todo lo ocurrido en relación al triunfo de Macri es el resultado de un conjunto de errores y torpezas oficiales, nosotros si bien podemos aceptar esa visión, la verdad nos resulta casi increíble. La decisión de “comprar el progresismo trucho” de Aníbal Ibarra, de “agregarle la estructura impresentable del PJ albertista de la Ciudad” y luego “fracturar” el voto, era obviamente una estrategia para perder. En algún lugar del Gobierno Nacional, mal que te pese, se pensó que un triunfo de Macri en la capital no era tan grave. El Gobierno Nacional tenía legitimidad suficiente como para obligar a una construcción mejor y no lo hizo. La “truchada” fue tan profunda que (a diferencia del 2003) ni siquiera se pudo vertebrar una opción amplia y única en la primera vuelta. En este punto quiero recordarte que yo participé en el 2003 no solo con Telerman e Ibarra. También con Kirchner, Elisa Carrió, el Socialismo, radicales y justicialistas fuera de sus partidos, es decir, éramos unos cuantos, entre ellos tu “jefe actual” Néstor Kirchner.

La información sobre el INDEC parece que te la da UPCN y la verdad es casi inentendible que un tipo como vos aparezca pegado con la defensa del absurdo manejo que el gobierno ha hecho en dicho organismo. Por último, la CTA resolvió no tener posición institucional respecto al ballotage y obviamente permitir que sus dirigentes opinen individualmente. Para el caso de la CTA Capital, mas allá de operativos berretas hechos a través de Pagina/12, la decisión fue “votamos contra Macri”. Por lo tanto, nuestras posiciones (la de Buenos Aires para Todos) no solo fueron resueltas en plenarios (uno de 150 y el último de casi 400) sino que siempre guardaron coherencia con lo resuelto por la CTA. Hace tiempo que trabajo en organizaciones populares y por lo tanto mas alla de tener convicciones individuales suelo tomar decisiones en marcos mas amplios. Respeto las organizaciones populares, me las banco incluso cuando caminan con lentitud, no salen en los medios, o resuelven cosas que incluso no comparta. La tarea de “brillante francotirador depositario de la verdad colectiva en su mente individual”, te la dejo a vos. Sobre mi tarea como diputado nacional ni pienso hablar. Lo hecho hecho esta y es público. Tenés muchos colegas en el Parlamento que podrán darte su opinión. Hemos hecho lo mejor que pudimos, hay mucha gente que está contenta y conforme, vos podés no estarlo y estás en tu derecho.

3) Sobre tu matriz de interpretación

Digo que esto es lo único que vale la pena discutir porque efectivamente existe en la militancia de las organizaciones populares la visión que vos proponés desde hace un tiempo en tus editoriales. Se trata de una concepción que asimila el momento actual con el de 1946, que propone demarcar de manera similar las contradicciones principales y secundarias y que por lo tanto coloca a todo lo que plantee diferencias en el lugar de la Unión Democrática. Esto te llevó incluso a catalogar de ese modo lo que el Obispo Piña encabezara en Misiones y a ubicar a Rovira en el lugar de Perón, algo absurdo para un tipo inteligente como vos. Viste en Piña la conspiración de una Iglesia a la que le achacás lo mismo que en su momento ella hiciera con Perón, sin siquiera percibir la historia y el compromiso del Obispo Piña con, por ejemplo, la pelea por los Derechos Humanos. Es tal tu ceguera a veces que el solo hecho de que Gines haya confrontado con el troglodita Basseotto, te permite votarlo a pesar de que en su cartera el gasto en salud es un 42% menor que en 1998 y que deliberadamente impide la producción pública de medicamentos.

No comparto esa visión del momento actual aunque la respeto. No creo en la dicotomía gorilas vs movimiento nacional para interpretar el país de hoy. El mundo es otro, nuestras clases dominantes, nuestros sectores populares, así como sus contradicciones son demasiado diferentes. Y la verdad, estoy absolutamente convencido que si lo que vos decís fuera cierto hay algunas cosas (Ej.: algunas últimas) que seguramente no hubieran ocurrido. No se hubieran promovido los ejercicios conjuntos de nuestras Fuerzas Armadas con las de los Estados Unidos. No se hubiera planteado desde el Gobierno Nacional la necesidad de una Ley Antiterrorista, ni tampoco se hubiera prorrogado por 40 años la concesión a Bridas y a British Petroleum del principal yacimiento petrolífero de la Argentina. Operación que reedita lo hecho por De la Rua con Loma de la Lata y que está en las antípodas de lo que debiera ser la recuperación de una política nacional en material de hidrocarburos. Por cierto, plantear estas cosas nunca me impidió reconocer avances como la Ley de Educación o la apertura de la “ libre opción jubilatoria”. En todo caso, me obliga a no exagerar la nota como lo hacés vos en la construcción de una suerte de “oda al gobierno” que te impidió por ejemplo dedicar algunas de tus editoriales a los tres temas que acabo de plantearte. Temas por los cuales, en otro tiempo, hubieras hecho un verdadero escándalo.

Pero aún saliendo de lo que te expongo creo que hay algunas cosas que a esta altura del partido me parecen evidentes como para matizar la interpretación del momento que vos y otros compañeros proponen. Por diferentes vías la gestión política del Gobierno Nacional parece cosechar los siguientes resultados:

a) Macri en Capital

b) Scioli en Provincia de Buenos Aires

c) Quizás De la Sota en Córdoba

Me da la sensación que el dispositivo institucional construído es refractario al cambio, desplaza cualquier estrategia de mayor convocatoria popular y profundiza los vínculos con el segmento empresarial dominante. Si a esto se le agrega el acuerdo”petrolero” con Julio Cobos, la verdad que hablar de que caminamos a consolidar una opción de “centroizquierda” me parece increíble. A no ser que creamos en la consigna que hoy se pinta en la Provincia de Buenos Aires, (“tiemblen gorilas, Scioli gobernador) me parece que sería prudente y sano reenfocar la discusión, entender que la “no democratización del movimiento obrero”( personería gremial CTA) no es el resultado de la casualidad ni un accidente, sin una opción que se inscribe en el dispositivo institucional construido, y que por cierto, no es la nuestra. Entender esto no implica desconocer que ha habido avances. Que el piso de legalidad institucional y democrático que hoy tenemos sea mayor al de otros tiempos y que el Gobierno de Kirchner permitió encauzar institucionalmente demandas centrales de la “lucha popular”. Implica, en todo caso, asumir que a eso contribuimos todos ( También Kirchner) y que la tarea de hoy es seguir construyendo sin delegar en nadie en particular y siendo capaces de construir el “TODOS” de este tiempo. El de los noventa lo supimos hacer, el de hoy no es Kirchner, sigue siendo “TODOS”.

Por último te recuerdo, que los seguidores de Codovilla recibieron tu voto (parte de la conducción del Partido Comunista compartió, esta vez, tus visiones).

Un abrazo, Claudio “Codovilla” Lozano.

jueves, junio 28, 2007

La visión del politólogo Atilio Borón:

"La gente no se deja impresionar por las grandes cifras macroeconómicas, tal como pasó en los 90"

"El rotundo triunfo de Mauricio Macri y la victoria de Fabiana Ríos (ARI) en Tierra del Fuego son ambos resultados muy significativos que ameritan un análisis. Sobre todo el de la Capital Federal por la gravitación que tiene lo que ocurre en Buenos Aires en todo el país, sin desmerecer para nada lo que ha sido un gran triunfo en Tierra del Fuego. Hay es un mensaje muy claro para el gobierno: las visiones complacientes de que el país va muy bien, de que aumentamos las reservas, de que el crecimiento se registra en niveles chinos del 8 ó 9 % no llegan al conjunto de la población por la razón muy simple de que la economía crece pero no hay real distribución. La economía crece pero los hospitales están en una situación de casi destrucción total; las escuelas públicas tienen aulas que se les vienen abajo. Evidentemente el electorado -que no se deja impresionar por las grandes cifras, que ya aprendió que todo ese manejo de las grandes cifras macroeconómicas no reflejan la realidad de lo que pasa en el común de la gente, como en los 90- decidió votar por aquel que de alguna forma fue seleccionado por el gobierno para ser su gran rival. El gobierno cometió varios errores en cadena que dieron como resultado esta situación totalmente inesperada como es un triunfo muy categórico de Macri en la Capital Federal. Porque hay que decir que es muy difícil que en un ballotage haya 22 puntos de diferencia. Y sin embargo acá los tuvimos".

"Si durante la campaña para encarar la segunda vuelta el presidente se hubiera callado, Daniel Filmus hubiera hecho una mejor elección, pero no se pudo contener. Sin duda, Kirchner debe estar muy preocupado preguntándose por qué si se están haciendo las cosas bien desde el punto de vista de la macroeconomía surgió este revés. Pero la gente no vota con los datos de la macroeconomía. El gobierno minimizó muchas cosas, por ejemplo, el manotazo pegado sobre el INDEC y eso cayó muy mal en la población porque es algo que afecta día a día, es la conducta consumidora de los porteños. Ellos sienten cómo que les toman el pelo, el gobierno dibuja un número y cree que la gente es tan tonta que se lo iba a creer. El mensaje para el gobierno fue: "no nos tomen por tontos, podemos ser pasivos, podemos tener gran tolerancia pero en un momento determinado nos vamos a dar vuelta".

"Pese a la situación en la que se encuentra la Ciudad de Buenos Aires, Macri puede hacer una gestión que puede ser bien valorada por los porteños y a partir de ahí por la ciudadanía en general de la Argentina. En realidad, los jefes de Gobierno porteños que hemos tenido no han sido protagonistas de jefaturas muy brillantes. Si uno mira la gestión de (Aníbal) Ibarra a lo largo de los años, no fue precisamente superlativa. La gestión de Jorge Telerman en cierto sentido fue un poco mejor en algunas cosas -al menos en el tema del espacio público, plazas, pavimentación- pero no llegó a ser un alcalde como el socialista Hermes Binner en Rosario. Entonces con poco que haga Macri y su gente va a ser muy probable que consigan afianzar y consolidar una votación muy fuerte. Y eso es preocupante porque la dispersión de la izquierda es muy grande. No gravita en el escenario porteño y además producto de este resultado electoral el gobierno va a tender a correrse un poco más hacia el centro, esto es, acercarse hacia las posiciones victoriosas de Macri en lugar de profundizar un proyecto que vaya más hacia la izquierda. Por cierto no comparto las expresiones que he escuchado de algunos partidos de izquierda que sostienen que ahora el gobierno va a definir un perfil de izquierda. Yo creo que más bien va a darse lo contrario".

lunes, junio 18, 2007

El descaro de Blumberg, entre las movidas de K y Macri

El descaro de Juan C. Blumberg al presentarse como lo que no era, inhibe lamentablemente en gran medida su rol como depositario del amplio reclamo ciudadano en pos de una mayor seguridad, más no la "consigna" en sí manifestada por la gente en las calles de Bs. As.

De todos modos, de más está colegir que quien se eleva a partir de una prédica legitimada por muchedumbres como actor social no puede tener la indignidad de mentir acerca de su real condición profesional, ya que si bien que fuera o no ingeniero no lo hacía más o menos respetable, lo falaz de su presentación en sociedad anula en gran forma su importante papel como actor social. Asimismo, el silencio de radio en el que se ha escudado Blumberg por estas horas -recién decidió otorgar una entrevista a Clarín este domingo con "aclaraciones" patéticas del tipo "Siempre me decían ingeniero, ingeniero, y uno se acostumbró", parece afectar aún más su falta de integridad.

Fuera de estos juicios de valor que resultan casi naturales, cabe consignar en base a información obtenida perfeccionada con cierta intuición cómo creemos que trascendieron los acontecimientos en términos político-comunicacionales:

En el macrismo se daba como un hecho consumado tras el comicio porteño el lanzamiento de la candidatura del ahora descubierto falso ingeniero a la gobernación bonaerense por PRO, si bien aún era fruto de debate el peso del apoyo y dedicación a la campaña de éste a jugar por Mauricio Macri, próximo jefe de Gobierno de la ciudad de Bs. As. porteño y futuro natural líder de la oposición.

De hecho, se dice que desde las filas de PRO le solicitaron al falso ingeniero que demorara su entrada en la escena electoral bonaerense, debido a que Blumberg querría a esta altura ya estar lanzado de lleno.

El grupo Pasco -refiere a la calle donde vive Gabriela Miccheti, y que liderado por la próxima vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Bs. As., integran como miembros caracterizados los legisladores Marcos Peña , Martín Borrelli y Marcela Godoy, y de alguna manera Mariano Narodowski, diputado electo y futuro ministro de Educación "capitalino", aplicando la rara terminología del sureño K- brega por un macrismo que pretende ser visualizado por la ciudadanía como más de centro, en detrimento de la imagen plena de derecha que muchos enrostran ligada a la figura de Macri. En este marco, los del espacio Pasco marcaban su resistencia a la postulación de Blumberg o bien destacaban la necesidad de poner límites y condicionamientos claros al apoyo de PRO a éste.

Sin embargo, a poco de oficializar la postulación de Blumberg por parte de PRO, el gobierno nacional pensaba recurrir por estas horas una vez más a esas operaciones sucias a las que ha recurrido como manotazo de ahogado en más de una oportunidad, y se hallaba presto a lanzarse contra Blumberg a fin de erosionar la credibilidad y habilidad como constructor político de Macri.

Cuando referimos a jugarretas sucias referimos a aquellas movidas que horadan la calidad de las instituciones, y cabe recordar como ejemplo la denuncia en 2005 acerca de la existencia de cuentas en Suiza del candidato a legislador porteño del ARI, Enrique Olivera, hecho comprobadamente falso pero recién con posterioridad al acto electoral, con el daño y la puesta en escena ya motorizada. Con sus más y sus menos -mitad verdad, mitad mentira-fueron por la misma senda las denuncias del oficialismo o medios afines contra el diputado lavagnista Juan José Alvarez -Página 12 con datos de la SIDE, violando leyes, cristalizó la campaña- y el jefe de gobierno porteño Jorge Telerman.

Fue así como el líder de PRO, anoticiado de la ofensiva que se avecinaba como tiro por elevación hacia él, decidió anticiparse a la jugada y a través de un medio "amigo" -escueto recuadro en tapa de Ambito Financiero del jueves sin ampliación en el interior del matutino fundado por el extinto Julio Ramos- blanquear la falta de integridad de Blumberg.

Para terminar, cabe reflexionar sobre cómo se hace política en Argentina...Sorprende que Macri no haya creído necesario tomar recaudos aún pese a los rumores que circulan desde hace unos meses en el ambiente sobre la veracidad del título de Blumberg...Unas semanas atrás, sin ir más lejos, la revista Veintitrés -de mirada amigable con la gestión K- en un recuadro interior tan mínimo como el referido en tapa de Ambito Financiero- ya había puesto en duda la fiabilidad del título de ingeniero de Blumberg.

De todos modos, como con el caso del gobernador y precandidato presidencial Jorge Sobish a raíz del asesinato del docente neuquino, y hablando sólo en términos políticos, no morales que darían para otro marco de análisis- Macri parece haber tenido la rapidez y frialdad necesaria para desmarcarse de Blumberg, y aún más como señalábamos, la decisión de operar en términos comunicacionales antes de que el gobierno nacional usara a el caso falso ingeniero Blumberg para erosionar sus dotes como líder político.

jueves, junio 14, 2007

Luis Gregorich en Construcción Plural

Textuales del escritor, ex editor del Nunca más y ex subsecretario de Cultura de la Nación:

"De algún modo mi artículo en el diario La Nación de hace cerca de un mes -titulado "La Campaña y los malditos ‘90"- desencadenó un poco el debate sobre el tema de los ’90, sobre la falsa instalación que venía haciendo el gobierno con este tema. Teníamos la sensación que nadie les contestaba y evidentemente si planteamos y demonizamos aquella década, hay que ver bien quiénes son los que están incluidos y es evidente que la gente del gobierno es ante todo la que ha estado incluida. Sin embargo, pareciera que ahora están eludiendo este debate, ya no les interesa más, ya se están dando cuenta que es un boomerang en lo político, en lo discursivo y no lo tocan más. He escuchado algo que me parece muy "pintoresco", de boca de (Daniel) Filmus o de algún funcionario cercano diciendo que en realidad no se quiere discutir la posición de cada uno en la década de los ’90 sino discutir los ’90 vistos hoy. Esto es una falacia absoluta porque lo que ha dicho el presidente Néstor Kirchner es que ha condenado a los que formaban parte de los ’90 en una especie de proyección, porque el mismo formaba parte de esos años"

"Mi caracterización de la década de los ’90, con sus más y sus menos -y en esto voy a coincidir con Filmus- es que la visión que se tiene es distinta de la que teníamos los que vivimos y padecimos esos años. Por lo menos, la de aquellos que como yo votamos en contra de Carlos Menem y militamos en los grupos políticos que estaban en contra de su gobierno. Esa ola de privatizaciones salvajes, esa especie de sumisión al orden de la globalización no encerraba un buen futuro pero no sabíamos todavía lo malo que iba a ser. Aún reconociendo que a Menem lo votó la gente, aun reconociendo que sacó una amplia mayoría. Es necesario admitir eso. Porque decir siempre que la gente estuvo equivocada es absurdo"

"Decir que se están jugando dos modelos hoy es un mecanismo más discursivo que auténtico por parte del presidente Hay muchas semejanzas en lo político, en los económico. Me parece que no son dos modelos así tan opuestos. Es el mismo modelo del capitalismo del siglo XXI con algunos matices que a alguno le puede gustar más o menos pero eso es todo"

"Desde la Coalición Cívica y a través de una solicitada hice público mi apoyo a la fórmula Telerman - Olivera porque nos parecía la mejor variante, la mejor opción. Estas elecciones son básicamente opciones. Nunca puede haber un apoyo del 100 por 100 en un panorama de fragmentación como el que vivimos"

"Me gustaría llamar la atención no tanto sobre los resultados de la segunda vuelta -ya que están absolutamente definidos, Macri va a ganar y ya ganó- sobre discutir acerca de los 5 meses de transición que son una etapa excesivamente larga y sobre el tema de la gobernabilidad. Transición y gobernabilidad de la Ciudad de Buenos Aires son dos temas que si no se han discutido hasta ahora, al día siguiente de la segunda vuelta van a empezar a discutirse"

"En estos 5 meses de transición habrá que buscar algún modo de consenso entre los partidos, incluyendo al oficialismo nacional que va a ser oposición en la ciudad. Imaginemos un escenario donde esta táctica de agresiones constantes, de campaña sucia siguiera aun después de la segunda vuelta. La situación institucional se tornaría muy delicada"

"Jorge Telerman ha mantenido una posición digna después de la elección, ha llamado a Macri, ha dicho que va a ser prescindente, es una posición de dignidad a rescatar. En cuanto a su campaña el gran tema ha sido la falta de credibilidad. Mucha gente no creyó en esta alianza con el ARI y los que formamos parte de ella no fuimos lo suficientemente explícitos y convincentes. La gente visualizó efectivamente a Mauricio Macri como la figura del opositor. Una figura homogénea, fiel a sí misma, más allá que a uno le guste o no, Macri es igual a sí mismo. Desde hace unos años ha formado buenos equipos, eso es innegable, ha caminado la ciudad así que es una victoria bien merecida que no hay ni que acotarla ni limitarla ni ser mezquino en eso"

"En cuanto al tablero nacional de cara a octubre, con esta fragmentación opositora hoy por hoy se siente como un escenario imposible de modificar. Pero yo prefiero esperar unos meses. A los que estamos en la oposición nos parece que 3 4 ó 5 candidaturas son mucho menos eficaces que una candidatura. Hay que ver en torno de qué proyecto se constituye esa candidatura. Habrá que esperar, no soy ni pesimista ni optimista".